Rescata

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viernes, 30 de noviembre de 2018

La colonia es un murmullo de voces que se pierden


“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Y al andar se dejan estelas en la mar que, al mirar atrás, son nuestras huellas en el camino. Jirones de vida y destino que dejamos en el pasado para construir este futuro. Este ahora que en mis manos, ajadas y viejas, no logran contener en toda su inmensidad tanta angustia, devastación y desolación que me dejó el ayer. Cuando lleno de sueños embarqué hacia la Argentina, con mi esposa y mis hijos. Mis baúles y mis miserias. Mi adiós a la tierra volguense y mi esperanza desmedida en el futuro argentino.
Y no hubo tal futuro. No hubo nada. Solamente amargura tras amargura. Fracaso tras fracaso. Llorando muertos tras muertos. Llorando partidas y continuando a pesar de todo. Cada vez más solo, cada vez mas desesperado y cada vez mas decepcionado de la vida. Primero mi esposa. Muerta por la epidemia. Después mis hijos. Difteria y otros males. Todo me lo llevó Dios. Todo lo perdí. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué tenía que aprender? ¿A sufrir? ¿Qué culpa tenían mis hijos y mi esposa con mi aprendizaje? Es ilógico escuchar esa explicación del cura: Toda muerte nos enseña algo. ¿A quién? ¿Por qué alguien debe entregar su vida para enseñarle algo a una persona que continúa, supuestamente, disfrutando de la vida? No tiene lógica. Nada tiene lógica. Ni que mis tres hijos y mi esposa hayan muerto y yo, totalmente solo, desgarrado de dolor, hoy esté cumpliendo 98 años.

Cinco libros sobre los alemanes del Volga


Nuestros abuelos, los alemanes del Volga


Trajeron en sus baúles
enseres de todo tipo:
ropa, vajilla, retratos.
Y en el espíritu
fe, coraje y esperanza.

En los labios un idioma.
En el corazón a Dios.
En el alma tradiciones.
Y en las manos trabajo.

Trajeron cuerpos fértiles
para una tierra virgen:
la sembraron de trigo
y la poblaron de hijos.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Deutsche Sprichwörter (Proverbios alemanes)

Mis libros fueron entregados al alcalde y a los representantes de la ciudad de Schwabach, por el Intendente Municipal de Coronel Suárez, en su viaje oficial a Alemania


El Intendente Municipal, Roberto Palacios, en su viaje oficial a Alemania, para participar de la Segunda Conferencia de Cooperaciones Municipales con América Latina y el Caribe, organizada por Engagement Global, una organización germana que trabaja en el hermanamiento de ciudades de ese país con otras del este continente, llevó como representación de la identidad cultural del distrito, mis libros, que rescatan la historia y cultura de los alemanes del Volga. Un paso gigante, para todos los que trabajamos para visibilizar no solo a los alemanes del Volga de la Argentina sino a los tres pueblos alemanes del distrito de Coronel Suárez. Mis antepasados, y sobre todo mis abuelos, y mi padre, seguramente se sentirán orgullosos de que sus memorias regresen al terruño, del que, hace más de doscientos años, partieron en busca de libertad y de la tierra prometida, que finalmente encontraron en la Argentina.

Los juegos en las colonias de antaño

Los niños juegan a las bolitas en la vereda. Las niñas a las muñecas, en el fondo del patio. Ambos ya saben: los varones tienen derecho a la vida social y las mujeres, la obligación de estar atentas al cuidado del hogar y la crianza de los hijos.
Los varones discuten, se empujan, se abofetean, se trompean, se ensucian, luchan por el espacio que les pertenece por la simple razón de ser hombres. Las nenas sin embargo miman a sus muñecas, las bañan, las visten, las alimentan. Las duermen, aceptan resignadamente y sin siquiera darse cuenta, el papel que la sociedad patriarcal les asigna.
Los juegos perpetúan el modelo. No son tan inofensivos ni tan inocuos como parecen. Y los adultos lo saben.