Rescata

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viernes, 30 de mayo de 2014

Receta de Kreppel de la abuela María Melchior de Schwerdt

½ litro de leche cuajada (cortada)
3 yemas
1 cucharada de crema
1 cucharada al ras de bicarbonato
½ taza de azúcar
½  kilo de harina

Preparación:
Poner en una olla la leche, el azúcar, la yema, el bicarbonato y la crema. Unir todos los ingredientes batiendo con una espátula o con las manos, como lo hacían las abuelas en tiempos idos. Colocar sobre fuego para entibiar.
En un bol poner la harina. Volcar dentro la preparación anteriormente elaborada y unir, teniendo mucho cuidado de  no realizar una masa demasiada dura, más bien que sea blanda.
Una vez finalizada la tarea, dejar descansar durante dos horas.
Luego estirar la masa sobre la mesa con un palote, tratando de que no sea tan delgada (1 cm de altura aproximadamente). Cortarla en forma de rectángulos (de 8 por 12, más o menos, eso depende del gusto de cada uno) y efectuarle una hendija con un cuchillo filoso a cada rectángulo.
Freírlos en una olla, en aceite caliente.
Una vez listos, espolvorearlos con abundante azúcar y degustar con ricos mates o un sabroso café con leche.

Libro: La gastronomía de los alemanes del Volga, del escritor Julio César Melchior.

Eterna compañía de mi madre, el libro de misa

Por María Rosa Silva
 

Eterna compañía de mi madre. Único refugio donde calmaba sus angustias y las entregaba a Dios. Así transcurrían sus días, su vida. Rogando, suplicando. Por ella, por nosotros, por su esposo, que siempre estaba lejos del hogar. Prácticamente crecimos sin conocer a nuestro padre. Y mamá rogando que vuelva, sano, con el dinero que tanta falta hacía en casa. Casa que cobijaba hijos que se iban muy pronto: al cielo, a trabajar, a emprender cada uno su viaje. Y mamá rezaba, con su libro de misa, por todos nosotros. Por nietos que tenía que criar pues sus hijas los tuvieron de soltera. Los ruegos eran permanentes así como las angustias. Mamá rezaba, clamaba al cielo. Y su único paseo era ir todos los días a misa, con su libro. Su eterno y fiel confidente. El único que conocía lo que encerraba su alma. Y así murió, con el libro de misa entre sus manos. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Regresar a la colonia...

Transitar las calles del regreso,
desandando los senderos del adiós:
ver pasar las horas vacías
y conservar en el alma un sueño.

Caminar bajo el silencio
del atardecer gris de otoño,
mientras en algún lugar del alma
aún florece el retoño de la esperanza.

Retornar al antiguo hogar
buscando seres que un día nos amaron
y encontrar la casa deshabitada,
marchitas de tanto esperar nuestro regreso.

Descubrir que ya nada es igual:
que los amigos crecieron,
que el pueblo cambió
y que nuestros padres murieron.

Y al preguntar la dirección
dela mujer que un día nos amó,
descubrir con tristeza
que nos guía a una tumba.

Y comprender, desolados,
que ya no hay sitio para nosotros,
que un día nos hicimos al camino
buscando nuestro destino,

sin saber que al partir,
comenzábamos a transitar
los senderos del adiós,
por las calles del olvido.

sábado, 24 de mayo de 2014

"Jamás imaginé quedar huérfana a los 15"

Por María Rosa Silva
Fue muy triste ver como la muerte se llevó a mi papá con mis escasos 5 años como para que ahora, en una casa prestada, me quede sola. La persona a la que soñaba parecerme se fue justo cuando me transformaba en mujer. Ella era el amor de mi vida y yo el de ella. Era la única persona incondicional pero quien menos podía entenderme (pensaba yo). Era la que tenía todas las respuestas pero no sabía nada pues yo creía saberlo todo. Era todo amor pero yo nunca me conformaba. Era voluntad, respeto, constancia, valor, coraje, ternura, simpleza. Era todo lo que podía pedir y esperar. Pero no lo veía. Mis prioridades eran otras. Yo quería ser mujer, libre, independiente. ¡Quería vivir! Ella era mi Universo pero me quedaba chico. Ella  murió una tarde y el día que la sepultaron, cuando arrojaron la primer pala de tierra sobre su féretro, ese día, mi Universo se apagó y quedo vacío y oscuro, y yo apenas una sombra de lo que soñaba ser. 
“Mi madre era todo amor. Era voluntad, respeto, constancia, valor, coraje, ternura, simpleza. Era todo lo que podía pedir y esperar”. (En la fotografía: María Rosa Silva junto a su madre Preguita Streitenberger). 

jueves, 22 de mayo de 2014

Juan Hippener y el secreto de las carneadas

 
Secretos y anécdotas de una tradición muy antigua.

La familia Hippener, encabezada por don Matías y doña Imelda, viajaban cada año en su traqueteado automóvil Ford hacia Darregueira para ayudar a los primos en las carneadas, a comienzos del invierno. Los de aquel poblado llegaban hacia Pueblo San José para devolver el mismo favor, cuando aquí se faenaban los cerdos que se habían criado desde el año anterior con el cometido de asegurar las facturas de cerdo para toda la temporada invernal y las picaditas al anochecer de cada día, cuando el trabajo se terminaba.
Relata Juan Hippener que esos viajes hacia Darregueira, distante 150 kms. aproximadamente, duraban varias horas: “mi padre tenía muchos amigos en Cura Malal, Arroyo Corto y otros lugares. Se detenía en las casas de familia y en los bares para tomarse una caña y hablar sobre la carneada hacia la que se dirigía. Mientras mi madre tenía tiempo de rezar y hacernos rezar a nosotros varios Rosarios a la Virgen, pidiendo por la salud de todos y por el encuentro con los familiares”.
Recuerda que “era una verdadera fiesta. Las carneadas duraban entre cuatro y cinco días, no menos. Se iban comiendo mientras tanto las primeras producciones, degustando lo que se iba logrando. Pero también las mujeres tenían tiempo para hacer Kreppel y otras tortas para amenizar la tarde. Cada almuerzo terminaba muchas veces con un tazón gigante de café con crema, con la nata de la leche que por la mañana las mismas mujeres habían ordeñado. Ellas estaban a cargo de limpiar las tripas de los cerdos y las vacas faenados y de elaborar la morcilla negra y la morcilla blanca. Estas últimas se enfriaban en el pozo del aljibe para poder probarlas más rápido y degustar cómo habían quedado”. 
“Los hombres se encargaban de amasar muy bien la mezcla de carnes, grasa de animal y condimentos. Cada familia tenía el toque justo, personal, para los chorizos que después compartía con los familiares, pero también con las monjas y el cura del lugar, que eran los que recibían los primeros productos de la carneada de cada año”.
Recuerdos inolvidables de una actividad bien tradicional que está en el corazón de los Pueblos Alemanes.
Al escuchar el relato de Juan Hippener se encuentra la explicación de por qué cada año la Fiesta de la Carneada, que organiza la Asociación de Alemanes del Volga, concita tanto interés. 
Para la edición de este año, que se llevará a cabo el 30 de agosto, ya hay reservadas tarjetas mucho antes que salgan a la venta por parte de gente de la zona que esperan este acontecimiento. Y para este año Juan Hippener se propone batir un récord: elaborar el chorizo más grande de toda la Provincia, por lo que ya ha mandado a un tornero local a elaborar el implemento para poder embutirlo.

martes, 20 de mayo de 2014

Palabras en alemán y español

Una manera sencilla de recordar o aprender la lengua de nuestros ancestros. Un legado que jamás debemos olvidar. ¡Juntos podemos lograrlo!









viernes, 16 de mayo de 2014

“El carro verde”, programa radial de los alemanes del Volga de La Plata, estuvo presente

Por Roberto José Herrlein

El 10 de mayo se realizó un encuentro regional de alemanes del Volga en la ciudad de Lujan. “El carro verde”, programa radial de los alemanes del Volga de La Plata, fue invitado y fuimos a cubrir el evento.  Cuando llegamos nos recibieron las autoridades organizadoras: Sr. Gabriel Blesa, Director de Turismo y Sr. Pablo Licardo Secretario de la misma cartera .

Llegamos un poco tímidos y al poco tiempo  de estar ya nos había embargado una gran emoción al encontrarnos con amigos y personalidades  que hacen a nuestro propósito, que es difundir las actividades y eventos de los alemanes del Volga.
Nos sorprendió un gran patio de comidas típicas, ofreciendo Kreppel, Riwwel kuchen, y los sabrosos Kraut Pirok, y para acompañar no podía faltar la buena cerveza y también lo que invadía este hermoso lugar, que es el parque Ameghino y el edificio La Cúpula: allí sonaban los Reyes del Volga , Maravillas Alemanas, Banda Estrella y Los Gringos del Volga, que con sus compases hacían brillar la danza típica a cargo de grupo “Campo Verde”, de Aldea Brasilera y grupo “Cielo Alemán”, de Aldea Salto, ambos de Entre Ríos, que pusieron el broche de oro al encuentro con sus coreografías, sus fuerzas  y sus encantos, lo que se notaba es que se sentían felices de poder demostrar de esta forma que recuerdan a sus abuelos y antepasados alemanes del Volga.
Esto fue muy lindo.
Olvidé comentar que había ido a rescatar notas para mi programa “El carro verde”, y con Graciela disfrutamos tanto el espectáculo que nos ofrecían mientras respondíamos preguntas  a turistas y público, que curiosos por la música, se convocaron en el lugar a preguntar quiénes éramos, a que colectividad pertenecía la música tan alegre y de dónde eran los bailarines y nosotros muy orgullosos respondíamos todas las preguntas.
Al término del espectáculo al aire libre en tan lindo lugar, nos invitaron a pasar al salón del edificio La Cúpula, donde se realizó una disertación a cargo del escrito Julio C.  Melchior de coronel Suarez  y el escritor José C. Gareis, de Entre Ríos, y visitar la muestra fotográfica del Sr. José Luis Barreña, con un trabajo de capillas y templos de La Pampa, Buenos Aires y Entre Ríos, realizados por alemanes del Volga, que a nuestra opinión, un excelente  trabajo que provocó el asombro de la concurrencia.
En primer lugar disertó  Julio César Melchior con la historia de la partida de Alemania a Rusia y su llegada a la Argentina. También José Ceferino Gareis hizo lo mismo con la historia del asentamiento en Entre Ríos de los alemanes del Volga. El Sr. José Luis Barreña hizo la presentación de su trabajo.
Con una importante concurrencia de público, los disertantes contestaron preguntas e inquietudes del público, que quiso saber algo más de sus antepasados.
Luego hubo una oración ecuménica en la basílica y una presentación del coro polifónico de la Universidad de Luján. En ese momento sentí que nos estaban homenajeando a los alemanes del Volga, por lo que nos emocionamos nuevamente.
Tengo que agradecer y felicitar a la Municipalidad de Lujan  por la organización , a los Sres. Julio César Melchior, José Ceferino Gareis y José Luis Barreña por su destacada participación,  en mi nombre y en el nombre del programa “El carro verde” a todos les decimos MUCHAS GRACIAS. 




miércoles, 14 de mayo de 2014

El lienzo azul

Amanece. El rocío le pone gotas de sudor a los caballos que tiran del arado y perlas transparentes a las rosas que florecen en el jardín. El sol asoma en el horizonte, limpio y puro, alargando sombras, entibiando la mañana,  alegrando el alma de esperanza y sueños renovados. El labrador trabaja la tierra; la mujer desmaleza el jardín, entre pétalos de colores.
La mañana se despereza y bosteza en una brisa que pasa y se pierde en la vastedad de la pampa. En su agitar de alas acaricia los trigales, meciendo sus rubias cabecitas de oro llenas de granos que el  molinero transformará en harina y el panadero en pan.
El cielo es un lienzo azul donde Dios dibuja una bandada de pájaros: gorriones y tordos que en una estela de puntos oscuros, se diluye en el horizonte. Unas nubes que pasan parecen siluetas blancas de formas varias. Esbozos que perfilan el escenario donde se proyecta una casita de adobe, un horno de barro exhalando humo, un molino, algunas vacas, una veintena de ovejas y un perro celoso cuidándolas; una mujer desmalezando su jardín y un labrador trabajando la tierra con un arado.

Un cuadro de la Argentina naciendo al mundo: una familia de colonos alemanes del Volga recién inmigrados al país a fines del siglo XIX colonizando la pampa virgen, ese inmenso trozo de suelo donde en el futuro brillará el nombre de una ciudad, Coronel Suárez, y el de tres pueblos: Santa Trinidad, San José y Santa María.

¡Loados sean nuestros ancestros!

Llovía. Las calles de la colonia eran un fangal. Los carros se desplazaban arrastrados por los caballos como si fueran de plomo, el barro los detenía a cada paso. Los hombres,  sentados en el pescante, con las riendas sujetas en las manos congeladas, titiritaban de frío. Era invierno. Anochecía. Los colonos regresaban a sus hogares. No era tarea sencilla labrar la tierra virgen y fundar un pueblo. Era necesario saber de todo. Y todo escaseaba. Era una vida dura y difícil; pero no por ello dejaba de ser una vida feliz.
Los colonos trabajaban cantando… Se enfrentaban a los problemas rezando… Siempre lograban salir adelante. Pese a todo y contra todo. Nunca bajaban los brazos ni se daban por derrotados. Sembraban y el trigo nacía. Edificaban y las viviendas se levantaban por doquiera. Se formaban nuevas parejas; nacías nuevos hijos; el pueblo crecía; y el campo florecía dando frutos. Nada les resultaba imposible. Absolutamente nada.
Hoy, sus descendientes, sabemos que tuvieron razón en no claudicar, en no darse por vencidos. Las  colonias y aldeas,  así lo demuestran. Las  localidades fundadas por ellos son uno de sus legados más grande y hermoso. ¡Loados sean nuestros ancestros!

Al Centenario de la llegada de los Alemanes del Volga

Por Graciela Harman (1978) (Reservados los derechos de autor)
Un barco muy grande
que cruza los mares
a un puerto argentino
llegó hace cien años
trayendo consigo hijos alemanes.

Venían del Volga con muy poca carga
y muchas esperanzas
que en suelo argentino la paz encontraran
y sus habitantes tan solo les dieran
un puñado de tierra para trabajarla.

Sabían que en ella,
que es crisol de razas,
a nadie se niega
amparo y amor.

Y aquí se quedaron,
cien años ya hace,
araron la tierra
y la cultivaron,
y de sol a sol su fruto segaron.

Sus hijos nacieron
en tierra de gauchos
y bailan la polka
y cantan la zamba
porque ya tiene algo de criollo
su sangre germana.

Buscaban amigos
y aquí los hallaron
y en esta dulce tierra
raíces echaron

a nuestra Bandera.
 siempre respetaron
porque entre sus pliegues
la paz encontraron.

Y como el trigo
con que se hace panes
cuando está dorado,
así se confunde entre los sembrados
las rubias cabezas de los alemanes.

Un día vinieron,
cien años ya hace,
vinieron del Volga estos alemanes.
Es gente que lucha, que siembra y trabaja
para devolverle a esta patria grande
el amor, la paz y el trabajo
y porque para ellos ya somos hermanos
Un día vinieron…y aquí se quedaron.

Julio César Melchior disertó en Luján

El escritor Julio César Melchior disertó en el primer Encuentro Regional de los Alemanes del Volga que se desarrolló el sábado próximo pasado en la ciudad de Luján. El evento estuvo declarado de Interés Municipal y el escritor fue declarado Visitante Ilustre por la Municipalidad de Luján.

El encuentro cultural y artístico tuvo lugar en el Parque Ameghino, con diferentes espectáculos musicales y danzas típicas, a cargo de los ballet Campo Verde, de Aldea Brasilera, Entre Ríos, y Cielo Alemán, Aldea Salto, Entre Ríos, y en el Espacio Turístico y Cultural La Cúpula, donde, con la presencia de una importante cantidad de público disertó el escritor Julio César Melchior.
También disertó el escritor José Gareis, de Entre Ríos, y se llevó a cabo una muestra fotográfica, perteneciente a José Luis Barreña, con imágenes de templos y capillas construidas por los alemanes del Volga en la Argentina.
Como cierre del evento se realizó una Oración Ecuménica en la Basílica Nacional y la actuación del Coro Polifónico de la Universidad Nacional de Luján.
Fue una jornada inolvidable, en la que el escritor Julio César Melchior cosechó la admiración y el afecto de sus lectores, que se dieron cita para escucharlo.

ENCUENTRO DE LOS ALEMANES DEL VOLGA EN LUJAN


Por Jorgelina Fischer
Disculpen el atrevimiento, pero no es sencillo hacer un resumen sobre ambas disertaciones. Para mí, primeriza en estos encuentros, fueron muy agradables e ilustrativas. Tanto Julio César Melchior como José Ceferino Gareis hicieron un muy ajustado relato desde la historia más remota de nuestros ancestros, cuando fueron convocados por Catalina La Grande, hasta su arribo al puerto de Buenos Aires y su instalación en el interior del país fundando las colonias que hoy se conservan, la última creada en 1923 en la provincia de Entre Ríos.

Cada uno con su estilo, intimista Julio César y con aires diplomáticos José Ceferino, los dos cautivaron la audiencia. Pero el tema más llamativo fue la apertura al público que inició J. C. Melchior y a su tiempo, continuó J. C. Gareis. La convocatoria nos motivó y pronto surgieron las preguntas y las ganas de compartir historias de vida, como la de una descendiente (lamentablemente no tomé su nombre) que comentó el casamiento de sus padres. Él vivía en una de las colonias de Coronel Suárez y decidió seguir el llamado del amor, casándose con una joven de origen mapuche… En aquel tiempo la decisión provocó un sisma y fue expulsado de la familia y de la comunidad, a la que nunca retornó. 
Esta señora –la hija de aquel matrimonio- que nos regaló sus vivencias; explicó que años más tarde fue a ver a los abuelos que al fin comprendieron la situación, se disculparon y cultivaron su amor en esa niña ávida de conocer sus raíces. Sin embargo, el dolor sufrido por su mamá aborigen nunca pudo ser reparado y ella jamás aceptó la expulsión.
El relato fue esclarecedor y nos movilizó para comprender cuán difícil era la vida por aquellos años… Julio César Melchior nos ubicó en la época, cuando los alemanes del Volga sufrían la discriminación del resto de la sociedad y en la actitud de autodefensa, se recluían en el propio ámbito de las comunidades.
No quiero olvidarme de felicitar al fotógrafo José Luis Barreña, quien exhibió su inventario en imágenes de las Iglesias existentes en las colonias de los Alemanes del Volga. ¡Una belleza sus registros! Y con sus palabras nos informamos sobre las experiencias de visitar los distintos pueblos, empeñado en fotografiar los templos… Ojalá que este documento visual pueda editarse próximamente en un libro, creo que valdría la pena por su riqueza arquitectónica y su valor testimonial.
Ah, y nos perdimos la Oración Ecuménica en la Basílica Nuestra Señora de Luján y el cierre del encuentro con el Coro Polifónico. Teníamos que retornar a nuestra casa y luego de una rica cerveza partimos hacia la ruta… Llevábamos una buena cantidad de números del periódico que edita Julio César Melchior –“Hilando Recuerdos”-; muchas historias escritas para deleitarnos con la vida de nuestros abuelos.

El escritor Julio César Melchior disertó en el Primer Encuentro Regional de los alemanes del Volga que se desarrolló el sábado pasado en la ciudad de Luján

 El evento fue declarado de Interés Municipal y el escritor fue declarado Visitante Ilustre por la Municipalidad de Luján.

El encuentro cultural y artístico tuvo lugar en el Parque Ameghino con diferentes espectáculos musicales y danzas típicas a cargo de los ballet Campo Verde, de Aldea Brasilera, Entre Ríos, y Cielo Alemán, Aldea Salto, Entre Ríos, y en el Espacio Turístico y Cultural La Cúpula, donde, con la presencia de una importante cantidad de público, disertó el escritor Julio César Melchior.
También disertó el escritor José Gareis, de Entre Ríos, y se llevó a cabo una muestra fotográfica perteneciente a José Luis Barreña, con imágenes de templos y capillas construidas por los alemanes del Volga en la Argentina.
Como cierre del evento se realizó una Oración Ecuménica en la Basílica Nacional y la actuación del Coro Polifónico de la Universidad Nacional de Luján.
Fue una jornada inolvidable, en la que el escritor Julio César Melchior cosechó la admiración y el afecto de sus lectores, que se dieron cita para escucharlo.

Néstor Duckwen y su museo de radios antiguas

Néstor Duckwen, de Pueblo San José, es un hombre apasionado por muchas cosas, pero especialmente con todo lo que tenga que ver con la cultura y las tradiciones de los Pueblos Alemanes. También con lo que es la historia, teniendo un amplio respeto por todos los objetos que son parte de la historia general y su historia particular.

Una de sus pasiones ha sido la electrónica. Su actividad principal fue la de técnico electrónico. Así reparó muchas radios y también otros equipos. 
Un día, recorriendo su casa, empezó a notar que tenía muchas radios antiguas. La más vieja del año 1940 a transistores y que todavía funciona de manera perfecta, por supuesto que todas en estaciones AM. 
En esa tarea de empezar a ver lo que tenía guardado se encontró con una radio que él había armado de cero, lo que entonces fue su orgullo y ahora ha dado motivo para la emoción cada vez que la ve y recuerda la satisfacción que le produjo este logro.
Todo comenzó siendo apenas un niño, cuando se preguntaba cuál era el hecho milagroso que permitía que las voces de los locutores se escucharan a través de esos aparatos. 
Las primeras respuestas las encontró en un libro que le acercó una persona que reparaba radios a domicilio y fue quien le terminó de sembrar la inquietud por desglosar este misterio y hacerse de las herramientas técnicas y prácticas para entender la electrónica.
Con todas las radios que tenía en su casa, algunos micrófonos muy antiguos y equipos de amplificación que tienen muchos años, abrió un museo en su casa, el que está abierto para quienes quieran visitarlo y conocer sobre el particular.

martes, 13 de mayo de 2014

Fotografías del Primer Encuentro Regional de Alemanes del Volga, en Luján

La propuesta cultural y artística tuvo lugar en el Espacio Turístico y Cultural "La Cúpula" y luego se trasladó a la Basílica Nacional. Fue declarado de Interés Cultural Municipal y los escritores Julio César Melchior y José Gareis y el Prof. José Luis Barreña Visitantes Ilustres por la Municipalidad. Hubo espectáculos musicales, danzas típicas en el Parque Ameghino, muestras fotográficas y todo culminó con una Oración Ecuménica. También participaron los ballets Campo Verde, de Aldea Brasilera, y Cielo Alemán, de Aldea Salto, ambos de Entre Ríos. 
Disertaron los escritores Julio César Melchior y José Gareis. Se inauguró la muestra fotográfica del Prof. José Luis Barreña. Organizó la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Luján.













lunes, 12 de mayo de 2014

Gran cena, baile y entrega de reconocimientos en Pueblo Santa María


Organizó la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial. Un menú tradicional, el clima festivo y la hospitalidad habitual. Mesas ocupadas para caras conocidas, familias enteras que empezaron a festejar el 127 aniversario de la localidad. Un beneficio anual que cuenta siempre con la más amplia colaboración de la comunidad. Gran baile con “Los Herederos del Ritmo” de Alpachiri.

El sábado pasado el Polideportivo de Club El Progreso, el amplio salón de los grandes eventos, congregó a familias enteras, junto a autoridades e invitados especiales con motivo de una gran cena y baile que como todos los años organiza la Unión Padres de Familia que Preside José Luis Denk e integrado por un comprometido grupo de colaboradores que trabajan de manera sostenida en beneficio de las necesidades que tiene la Escuela Parroquial que conduce la docente Lujan Streitenberger.
Como siempre todo se había organizado con gran dedicación, grandes mesas extendidas, salón especialmente ornamentado, una hermosa torta alegórica que formó parte del brindis que refiere el profundo significado de los 127 años que el domingo pasado 11 de Mayo cumplió Pueblo Santa María.
Impecable el servicio, la atención de las mesas, la calidad de la cena, con un menú típico que tiene el sabor incomparable de la gastronomía que caracteriza a nuestros Pueblos Alemanes, carne asada, filsen, abundante, en su justa temperatura, donde cada uno de los concurrentes recibe la más esmerada atención.
Diversos planos fotográficos van registrando las mesas ocupadas por caras conocidas y queridas de Santa María, mientras el Párroco Antonio Vedellini como siempre fue el encargado de la bendición de los alimentos, la paz en las familias y la fortaleza para seguir afrontando las responsabilidades personales y de las eficientes organizaciones institucionales que tiene Santa María.
Se entregaron dos merecidos reconocimientos, hablaron las autoridades presentes quienes compartieron la mesa con el Delegado Municipal Jorge Gregorio Streitenberger, vimos una legión de colaboradores que pusieron manos a la obra, en la cocina, el momento de la distribución de la comida, la rapidez y celeridad con que se mueven para que todo llegue al plato en las mejores condiciones y después de las emociones con las distinciones, llegó el momento del gran baile.

La bienvenida al grupo “Los Herederos del Ritmo” que provenientes de Alpachiri, Provincia de La Pampa, le pusieron todas las ganas haciendo sonar los instrumentos para que todos los temas de su repertorio generaran un buen clima que rápidamente hizo bailar al público que asistió el sábado a la convocatoria de la Escuela Parroquial por lo cual rápidamente la pista se colmó de parejas que fueron dibujando sus corografías al compás de polkas, valses, cumbias y otros motivos populares bailables hasta altas horas de la madrugada, mientras el servicio de cantina seguía trabajando a total beneficio de la Unión Padres de Familia y en consecuencia para el establecimiento.

Entrega de distinciones 

El Dr. Fernando Migliavaca, 10 años de permanencia en la localidad. Luis Omar Baumgertner, 25 años como locutor de los grandes acontecimientos de la tercera colonia alemana. Emociones y merecidas distinciones.

Es habitual que en cada noche de fiesta que organiza la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial de Pueblo Santa Maria se entreguen reconocimientos para figuras apreciadas y reconocidas por la comunidad y en esta oportunidad fueron el Dr. Fernando Migliavaca quien hace 10 años atrás con su esposa Sonia y familia se instalaron permanentemente en la colonia lo que represento para la población un avance muy importante para los vecinos de contar con un profesional para la atención en consultorio y las emergencia.
El Dr. Migliavaca no solo ha demostrado en estos años sus cualidades profesionales, sino también sus condiciones personales y humanas, que además de un médico excelente, es un profesional cordial, siempre predispuesto a la atención de la gente, contener frente a la emergencia, integrar a su familia en las actividades comunitarias razón por la cual recibió el reconocimiento.
En cuanto a Luis Omar Baumgertner, fue reconocido por su predisposición para las presentaciones oficiales de todos los acontecimientos que se destacan en el Pueblo Santa Maria, durante los últimos 25 años, por lo cual emocionado junto a su esposa recibió la cálida adhesión de los organizadores, en un momento muy sensible para su familia, ya que se están reponiendo de las consecuencia de un reciente accidente automovilístico del cual sufrieron afortunadamente lesiones leves.
Al momento de proclamar los dos reconocimientos se señaló que hace algunos años, por gestiones del entonces concejal Gustavo Di Battista, llegó a Pueblo Santa María con su saber y ciencia para cubrir una necesidad prioritaria en la vida de una comunidad.
Se instaló entre nuestra gente con su familia y muy pronto se ganó el afecto y el reconocimiento de los vecinos, transformándose en médico residente en la localidad.
No sabemos si él alcanza a dimensionar cuanto bien hizo al tomar, alguna vez, la decisión de vivir en una comunidad pequeña donde su labor era absolutamente necesaria.
Esto todos nosotros lo tenemos muy presente.
Sin embargo, y más allá de su trabajo profesional queremos reconocer su talento solidario, humildad, don de gente, su capacidad de ponerse al servicio de los demás desde su ciencia.
Las instituciones educativas y deportivas lo sabemos muy bien porque muchas veces recurrimos a su servicio y encontramos a un profesional prontamente dispuesto, amable y desinteresado.
Estas cosas no se aprenden en los libros ni en las universidades. Son talentos que usted, Dr. Migliavaca, le agrega y que nosotros hoy como comunidad queremos resaltar y reconocer.
Por todo ellos este año la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial Santa María quiere otorgar la distinción “Al servicio comunitario” al Doctor Fernando Migliavaca.
Al momento de recibir la distinción el Dr. Migliavaca contó que “recordaba que en diciembre se cumplirán diez años de estar en esta comunidad. En estos diez años tengo que hacer cuatro agradecimientos: en primer lugar a la comunidad toda; en segundo lugar al Colegio Parroquial; en tercer lugar a quien hizo posible que yo esté acá, Gustavo Di Battista, un gran amigo; por último debo agradecer a quienes subieron al barco de la aventura cuando decidí venirme a Santa María, mi familia” finalizó el médico de Santa María, Fernando Migliavaca.
Además la Unión Padres de Familia quiso distinguir a otra de las personas que empezó a realizar su tarea hace muchos años. No sabemos bien si por vocación, hobby o por pedido de los demás pero siempre que alguna institución lo llama él está dispuesto y hace su tarea con profesionalismo, calidez y seguridad, poniéndole su impronta y sobre todo su voz…
Hoy queremos decirle ¡gracias! Por tantos años de acompañarnos en cada evento que la comunidad organiza, siendo ya un sello y porque no “la voz de pueblo Santa María y su gente”.
Reconocemos la labor de Luis Omar Baumgertner…
Luis Omar al momento de las palabras aseguró que “es difícil estar del otro lado, sentado con el público pero no podíamos dejar de estar presentes porque viene este reconocimiento de una institución muy especial de la que hemos sido alumno, padre, abuelo, colaborador y esto de la labor comunitaria se lo debemos agradecer a la formación recibida en la misma Escuela Parroquial, no solo en lo pedagógico sino en lo humano”.
“Hoy quiero recordar a alguien que nos enseñó con sus actitudes como actuar en la vida, me refiero a la Hermana Joela que realmente enseño lo que es la labor comunitaria”.
“Debo agradecer también a mi familia a la que uno le resta tantas horas por esto de colaborar con las instituciones de Pueblo Santa María”.
“Hace 25 años que comencé con esto del micrófono, se celebraban los 25 años del Jardín de Infantes que este año cumple sus 50” finalizó Luis Omar Baumgertner.