Rescata

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lunes, 31 de octubre de 2011

Este sábado gran Fiesta de la Cerveza en Pueblo Santa María

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 Sábado 5 de noviembre. Se ultiman los detalles. Entrevista a Juan Hippener. 



La Asociación Descendiente Alemanes del Volga prepara para este sábado 5 de noviembre la gran Fiesta de la Cerveza que por primera vez se llevará a cabo en el Gimnasio Polideportivo del Club El Progreso del Pueblo Santa Maria.
En esta oportunidad será amenizada por la orquesta Santa Anita de Entre Ríos, con la voz de Avelino Riedel.
En dialogo con la Radio el Presidente de la Comisión Directiva de la Asociación, Juan Hippener, indicó que los preparativos marchan muy bien, las tarjetas se venden a buen ritmo y se estima que alrededor de 800 personas participarán de este encuentro tradicional y familiar.
“Este año es un nuevo desafío, ya que tuvimos que trasladar todo nuestro equipo de trabajo a Pueblo Santa María, pero estaríamos cumpliendo con el objetivo de hacer una fiesta en cada Colonia, es decir, la Fiesta de la Salchicha en Santa Trinidad, la de la Carneada en Pueblo San José y la Fiesta de la Cerveza en Pueblo Santa María”.
En otra parte de la entrevista remarcó que el gran sueño sigue siendo el mismo para el futuro: “la fiesta popular para 10 mil personas”.
Sobre el particular Hippener indicó que “seguimos pensando en que esto se puede hacer realidad, depende de muchos factores, sobre todo del apoyo oficial, ya que las instituciones de los Pueblos Alemanes están dispuestas a trabajar en conjunto, el espacio físico ya lo tendríamos, los colaboradores para toda la fiesta también, además de donaciones y colaboraciones, el valor de la carpa, en síntesis, todo estaría dado para llevarla adelante el año próximo, pero todavía falta algo para que se pueda concretar”.
En el final volvió a invitar a toda la comunidad para la Fiesta de la Cerveza este sábado 5 de noviembre, donde se servirá una muy buena cena, gran baile y cerveza y chopp con canilla libre toda la noche.

domingo, 30 de octubre de 2011

Fotografías de los pueblos alemanes

Las compañías teatrales de don Salvador Schneider recorrían la provincia. Él y sus artistas cosechaban aplausos en cada pueblo o ciudad donde se presentaban, llenando salas y recibiendo vítores y aplausos que aún resuenan en los oídos de quienes compartieron aquellas inolvidables noches. He aquí una de las tantas compañías teatrales de don Salvador que hizo historia: Luis Schneider (h), Jerónimo Sieben, José Streitenberger, Juan Streitenberger, Laureano Streitenberger, Salvador Schneider, Ernesto Lambrecht, Agustín Streitenberger, Alejandro Streitenberger, Juan Carlos Graff, Marcelo Schroh, Agustín Meier, Pedro Meier, Alejandro Minnig y Gaspar Schwerdt
Una postal inédita de Pueblo San José: La imagen rememora el momento en que se estaba erigiendo el ahora ex internado de Pueblo San José. Cuánta nostalgia y cuánta historia nos viene a la mente al observar esta fotografía. Un tiempo que se fue para siempre y que ya no volverá. Por los años que se marcharon nada podemos hacer, pues es pasado y el pasado no retorna jamás. Pero sí podemos rescatarlo de la memoria y perpetuarlo en el recuerdo a través de archivos o de trabajos literarios como el que está desarrollando Periódico Cultural Hilando recuerdos y legarlo a las generaciones futuras para que tengan presente el sacrificio que alguna vez realizaron sus antepasados para construir la patria que tenemos

Remembranzas de un festejo que quedó perpetuado en el recuerdo esta fotografía. Las caras sonrientes, la dicha y mil sentimientos quedan reflejados en esta “ventana” de historia rescatada del olvido. Ellos son: Ángel y Marcelo Berg, Alfredo Roth, Margarita de Berg, Gregorio y Nelly Berg, Jorge Sánchez, Águeda Berg, Agustín Heinrich, Omar Berg, Carlos Gebel, Bárbara de Heinrich y “Calucho” Berg.



sábado, 29 de octubre de 2011

Elizabeth Minig: De Pueblo Santa María a los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011

Elizabeth Minig junto al Intendente
Municipal de Coronel Suárez.

Elizabeth Minig, de Pueblo Santa María, la exitosa arquera de la selección argentina de fútbol femenino se mostró muy contenta con la participación e informó acerca de sus futuros planes y proyectos con la selección mayor y con Boca Juniors, de Capital Federal.

La arquera del seleccionado de fútbol femenino argentino junto al Director de Deportes José Lomartiro, brindaron una conferencia de prensa para dar a conocer los detalles sobre la participación de la suarense en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011.
Lomartiro agradeció profundamente a la jugadora por su destacada representación de Coronel Suárez, tanto a nivel nacional como internacional. “He hablado con muchas personas de la comunidad y muy pocos conocían que la arquera titular del seleccionado de fútbol femenino es oriunda de nuestra ciudad”. Más precisamente de Pueblo Santa María.
Elizabeth expresó que “Guadalajara fue una experiencia imperdible, lamentablemente nos tocó una zona muy difícil pero igualmente hicimos todo lo posible a pesar de que nos faltó estar más finas en la definición y en nuestra preparación física”, pero resaltó sentirse muy bien y muy respaldada por el técnico y por sus compañeras.
De cara al futuro, la jugadora explicó que después de una semana de descanso viajará nuevamente a Buenos Aires para comenzar los entrenamientos en el Club Boca Juniors y de ahí, el día 9 de noviembre, viajará a Brasil a jugar la Copa América.
En la ocasión, Elizabeh fue recibida por el Intendente Municipal en el despacho mayor del Palacio Municipal y allí Ricardo Moccero le entregó un presente a la jugadora y le agradeció la gran representación de Coronel Suárez y del país.
Todo un orgullo para los pueblos.

viernes, 28 de octubre de 2011

La música de los alemanes del Volga


“Las tradicionales canciones de los alemanes del Volga tienen un origen remoto que se diluye en la Edad Media, cuando la música, al igual que el resto de las artes, tiene básicamente un carácter religioso, puesto que los músicos y muchos otros artistas trabajaban para la Iglesia Católica. La música profana continuaba vigente fuera de las iglesias gracias a los juglares, únicos transmisores de la música popular, pero perseguidos por la Iglesia debido a la vinculación de su oficio con el antiguo paganismo romano. De clase social más alta eran los trovadores, surgidos en el sur de Francia, que generalmente componían y cantaban sus propias obras, también alejadas de los temas religiosos. En Alemania realizaban una labor similar los minnesänger. En España, una colección muy importante de melodías semejantes son las Cantigas de Santa María, compiladas (y algunas de ellas compuestas) por el rey Alfonso X el Sabio (1221-1284). Sólo al final del periodo medieval hubo una mayor atención a la música profana, desarrollándose las llamadas «chansons» («canciones»), composiciones a dos o tres voces que seguían las pautas de los avances melódicos”.

Libro de Historia Alemana

 La música fue la luz del alma de los inmigrantes alemanes del Volga; con ella iluminaron las oscuras noches de insomnio esperando que naciera el sol de un mañana mejor; alabaron al Señor con himnos milenarios; cantaron al momento de nacer sus hijos, de bautizarlos, de impartirles la Primera Comunión, de confirmarlos en la fe, de casarlos y también cantaron llorando, tristes himnos de adiós al sepultar a sus muertos.
Cantaron  en casamientos, en reuniones de amigos y cientos de fiestas más. La música los acompañó en el trabajo. Glorificaron a Dios y a la nueva patria con letras de gratitud. Cantando oficiaron misas en acción de gracias.
Sus voces, sus melodías, sus canciones y sus sentimientos, sobreviven al tiempo y al olvido. Versos y música rememoran el desgarrador exilio de Alemania, la forzada despedida de la aldea volguense; el difícil afincamiento en la República Argentina; y la miseria y el sufrimiento de mil infortunios, guerras, hambrunas, epidemias y esperanzas inciertas esperando, siempre esperando el mañana mejor.
Un mañana mejor que hallaron aquí en la Argentina, en esta tierra bendita que los recibió con los brazos abiertos, donde fundaron aldeas, colonias y pueblos; donde volvieron a cantar con alegría y donde volvieron a resurgir los clásicos instrumentos y las voces melodiosas de los descendientes de los inmigrantes del mítico y lejano Volga. Y volvieron a cantar en coros las nostálgicas y románticas canciones de amor, de dolor, de angustia, de fe en Dios... pero esta vez también cantaron de felicidad, una felicidad plena y total.

Bajo la luna de plata


Diadema blanca
la nívea margarita,
que moja el rocío
bajo la luna de plata:

Lágrimas mías,
de agua y sal,
que llora el alma
en amargas porfías.

martes, 25 de octubre de 2011

Llegaron de Rusia con los bolsillos llenos de semillas de girasol

Los historiadores agropecuarios argentinos cuentan que la introducción de la semilla de girasol a nuestro país proviene del este europeo y fue protagonizada por los Alemanes del Volga. Los aspectos socioculturales involucrados con la salida de esta comunidad de sus lugares de asentamiento son una parte de la historia. Desde el punto de vista agronómico, esta oleada inmigratoria se vincula a la introducción del cultivo de girasol en América El material introducido en la Argentina era muy heterogéneo en ciclo, sanidad, altura y frecuentemente ramificado. De poblaciones denominadas Gigante de Rusia o Mamouth de Rusia, se derivaron las primeras variedades nacionales. La ciencia rusa del siglo XIX tuvo una alta valoración de los recursos genéticos. En forma concomitante a la adopción del girasol en la Argentina, a finales de ese siglo, también comenzó allí la mejora científica del cultivo con bases genéticas. Se destaca la liderada por Pustovoit, quien diseñó un método con el que rápidamente alcanzó cerca del 50% de materia grasa en los granos.  Krasnodar, localizada sobre el margen boreal del río Kuban, fue la sede del programa de mejora de girasol liderado por Pustovoit, a principios del siglo pasado. Al igual que Rostov. Estas localidades están ubicadas en la banda de tierras fértiles que existe entre los mares Negro y Caspio, limitando al sur con el Cáucaso.  Algo más al noreste, sobre la margen occidental del Volga, el río más largo de Europa, se ubica Saratov. Esta ciudad se encuentra en la margen occidental del Volga, frente a Engels, que en el siglo pasado fuera la capital de la República de los Alemanes del Volga. Los institutos de estas tres ciudades tienen especial significación con la mejora moderna del girasol. Y si bien fueron Rusia, a nivel mundial, y los alemanes del Volga, en la Argentina, los difusores de esta oleaginosa, la planta de girasol tiene su historia particular que vale la pena conocer.

Recuerdo de infancia: Las pepitas de girasol que nos hacía abuela

Cuando íbamos de visita a la casa de abuela, ella se tomaba tiempo para tostar semillas de girasol. Llenaba hasta desbordarla una enorme fuente y la introducía al horno de la cocina a leña. Luego de unos minutos la casa se impregnaba del olor característico del tostado de las semillas. De vez en cuando sacaba la fuente, revolvía su contenido, probaba alguna que otra semilla para comprobar si estaban crocantes y listas para ser comidas.
Una vez tostadas, abuela se sentaba a la mesa, junto a nosotros, sus nietos, que éramos aún muy pequeños para abrir las semillas de girasol con los dientes como hacían las personas mayores, y las pelaba una a una, con suma paciencia, sacando la pepita con los dedos.
Nosotros la mirábamos “trabajar” con ternura, esperando con ansias que el montón de pepitas creciera y abuela dijera: “Bueno… ¡Ahora se las pueden comer!” ¡Y vaya si las comíamos! ¡¡¡Las espolvoreábamos con mucha azúcar, revolvíamos el montón y a comer!!!

Costumbres y tradiciones: Semillas de girasol e insultos

Los alemanes del Volga trajeron consigo la tradición de comer semillas de girasol tostadas al horno de la cocina a leña. Esta costumbre, tan arraigada en la vida cotidiana de las colonias sirvió, sin embargo, de pretexto para abofetearnos el rostro con estigmas muy dolorosos, algunos de los cuales todavía perduran y suelen escucharse en las tribunas cuando se juega algún partido de fútbol dónde hay puntos importantes en juego y la pasión desborda todo rasgo de educación y respeto. Y así, nos tildan, como tildaron a nuestros abuelos, de rusos come-girasoles, loros y otros epítetos aún más duros que no vale la pena repetir por vergüenza ajena. ¡Fue tan fácil apostrofar lo desconocido y ensañarse con hombres que llegaron pacíficamente de las aldeas del Volga con la única intención de trabajar, poniendo al servicio de la nueva patria esfuerzo, sacrificio, tesón…! Tanto aportaron a la grandeza Argentina y a la riqueza del país que hasta los que los insultaron se vieron beneficiados de su labor y las suculentas ganancias que ésta produjo. ¡Algo que jamás les agradecieron estos maleducados!

Experiencia de vida de los alemanes del Volga

Llegó el momento –murmura el sacerdote, con voz acongojada.
Las palabras resuenan en las paredes de la habitación, yendo a morir dentro del ataúd.
Retumba el eco de la tapa del féretro, mientras los hombres sacan a las mujeres a la fuerza.
En la habitación permanecen el sacerdote y dos hombres que comienzan a clavar la tapa.
El cura se desahoga. Ahora se permite llorar desconsoladamente. Es difícil ser Ministro de Dios, y decir “Es la voluntad del Señor”, cuando la que está en la caja es “mi hermana de quince años”.
Cerrado el féretro, el sacerdote se persigna. Los dos hombres abren la puerta y los familiares de la difunta la llevan a la iglesia, donde se oficiará la misa de cuerpo presente.
El sacerdote vuelve a calzarse el traje de cura y marcha al frente, escondiendo su dolor.

domingo, 23 de octubre de 2011

Aunque sea un día malo, no dejes de sembrar


Aunque tú creas que es un día malo, no dejes de sembrar. Porque aún en el dolor más profundo, siempre terminarás cosechando lo que siembras hoy. Por eso siembra buenas acciones, con alegría y felicidad, y mañana terminarás levantando una buena cosecha.

Fotografías de descendientes de alemanes del Volga

Olga, Graciela y Nancy Holzmann 
Pío Dukart (padre), Susana Berta Dukart (hija) y María Berta Hipperdinger (madre).
Celebración de las Bodas de Oro de los esposos Matilde Bahl y Miguel Frank. Compartieron tan trascendente acontecimiento sus nietos: Juan Carlos, Daniel, Eduardo, Edgardo, Gonzalo y Eugenia Frank. Alejandra y Diego Schmidt. Marisol Llioret 



viernes, 21 de octubre de 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

El tañido de las campanas de la iglesia era la voz de la salvación para los alemanes del Volga

Por Víctor P. Popp – Nicolás Dening

“Como la Fe regia su vida las campanas les indicaban los momen­tos del día que debían ser dedicados a Dios; cuando una aldea podía instalar un juego de tres campanas de distintos tamaños se acostum­braba establecer un código para anunciar el fallecimiento de los fe­ligreses. Se tocaba la campana mayor cuando el extinto era persona madura; cuando el muerto era un joven que había tomado la primera comunión y aún se mantenía soltero —menor de 18 anos— se utilizaba la campana mediana y cuando se trataba de un menor, el triste anun­cio correspondía a la campana más pequeña. En nuestro país se si­gue esa costumbre hasta hoy en día en los casos de fallecimientos”.

En la mentalidad sencilla de las colonias, el tañido de las campanas de la iglesia significaban algo similar a la voz de los ángeles que llamaban a la oración o a concurrir al servicio religioso; también su voz sonora podía anunciar el fallecimiento de algún vecino que había partido de este mundo hacia la eternidad. No sólo comunicaba en su timbre musical los acontecimientos de la vida religiosa de la aldea, sino que su sonido característico proporcionaba la orientación necesaria y segura a los viajeros extraviados durante las noches de tormenta y de nieve, práctica muy usual esa de lanzar las campanas al viento en esas noches aciagas y que se hacía en forma continua,
Era la "voz de la salvación" en todos los casos; se acudía a las campanas para reunir al vecindario a fin de anunciar un aconteci­miento importante, y también se las tocaba con extremada energía en los casos de incendio cuando se necesitaba la ayuda de todo el pueblo para apagarlo. En las aldeas Católicas tocaban las campanas a hora fija tres veces al día para recordar a los vecinos que debían elevar su mente a Cristo y a su Madre con el rezo del Angelus Domini.
Como la Fe regia su vida las campanas les indicaban los momen­tos del día que debían ser dedicados a Dios; cuando una aldea podía instalar un juego de tres campanas de distintos tamaños se acostum­braba establecer un código para anunciar el fallecimiento de los fe­ligreses. Se tocaba la campana mayor cuando el extinto era persona madura; cuando el muerto era un joven que había tomado la primera comunión y aún se mantenía soltero —menor de 18 anos— se utilizaba la campana mediana y cuando se trataba de un menor, el triste anun­cio correspondía a la campana más pequeña. En nuestro país se si­gue esa costumbre hasta hoy en día en los casos de fallecimientos.
Los servicios fúnebres fueron siempre una demostración de gran pesar tanto en los velorios como los entierros; toda la población de la aldea acompañaba a los deudos del fallecido, formándose largos cortejos que eleva­ban sus plegarias a Dios con cánticos y rezos, apropiados para esa cir­cunstancia. Eran momentos solemnes que llamaban a la oración y a la reflexión sobre lo trascendente; entre los Evangélicos, en cada cere­monia fúnebre los fieles eran exhortados al arrepentimiento y los Católicos acostumbraban rezar el rosario, salmos penitenciales y al ser colocado el difunto en su fosa, se entonaba el vehemente y sugestivo Schiksal que movía las fibras más íntimas de todos los acompañantes.
El intenso frío de Rusia durante el largo invierno permitía prolon­gar el velorio hasta tres días; durante ese período sucedíanse las prác­ticas religiosas y en especial, la reunión de las Hermandades que ha­llaban así ocasión propicia para fortalecer su fe.
Los ataúdes eran fabricados en la misma aldea y las fosas eran cavadas por cuatro hombres designados al efecto, quienes portaban también en hombros el féretro hasta el cementerio; se acostumbraba sepultar a los muertos en tierra para facilitar el cumplimiento de la sentencia bíblica: "eres polvo y en polvo te convertirás".
En general, los colonos alcanzaban una edad avanzada, que a ve­ces superaba los cien años, aunque la mortalidad infantil era elevada; se acostumbraba visitar a los enfermos, quienes también eran asisti­dos por los clérigos. Permanecer con el enfermo en su lecho de muerte era una demostración de afecto y un deber moral para el vecino; los alemanes del Volga no temían la muerte y se preparaban espiritual­mente para recibirla en paz. El moribundo, al notar su estado, solici­taba la presencia de sus enemigos para reconciliarse con ellos en el mejor estilo cristiano; eran momentos solemnes y conmovedores. "Mi propio padre, al notar que sus días se limitaban sobre la tierra, exterio­rizaba una extraña y sublime alegría al elevar su pensamiento a Dios y preparar su alma para ir al encuentro del Señor; durante una sema­na exhortó a parientes y amigos que lo visitaban al arrepentimiento y perdón de los pecados y acercarse a Dios, alejándose de los placeres de este mundo" (VP. Popp).
Asi terminaron sus dias muchos de los alemanes del Volga en Ru­sia; en todos los casos la asistencia espiritual del sacerdote o del pas­tor, siempre se hacía correctamente, para conferir los consuelos de la religión.
Fallecida la persona, su cadáver era aseado, vestido y bien peina­do; siempre los vecinos prestaban el mayor auxilio a los familiares en desgracia. Si las debilidades humanas habían introducido discordias y rencores entre parientes y vecinos, los momentos supremos de una existencia que se extinguía, eran propicios para el perdón, el olvido de las injurias y el abrazo del retorno a la amistad y reconciliación.
La intransigencia germana ha debido soportar un siglo de duras pruebas y constantes sacrificios, que formaron un nuevo tipo de in­dividuo: más dúctil y obediente a las obligaciones espirituales de la vida, más serio e introvertido y con más confianza en su pueblo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

El paraíso está en ti

El paraíso está en ti y allí donde estás. No en otro lugar. No en otra circunstancia. Si no lo encuentras ahora y allí donde estás, no lo encontrarás nunca aunque busques y busques.

martes, 18 de octubre de 2011

Mi casa tenía (Por Sergio Denis - Héctor Hoffmann)


Una bella letra de una hermosa canción de Sergio Denis, que describe su infancia y con ella la niñez de muchos niños descendientes de alemanes del Volga, al igual que él.

Mi casa tenía un lugar donde me escondía 
ni me imaginaba que mi madre lo sabia
un aromo un cerco un cantero con margaritas 
esa era la selva jugando a la tardecita

Tenia una espada de lata y un triciclo viejo 
tenia una cinco de cuero cocida con tiento
Guardaba en una caja vieja piedras y bolitas 
y el álbum que nunca llenaba y las repetidas

Mi casa tenia una verja que separaba, 
lo que se podía de aquello que se soñaba, 
una mesa grande una foto de casamiento 
un baúl con cartas, postales, libros de cuentos

Yo andaba en un fuentón gastado recorriendo el mundo 
jugando con los bucaneros en el mar profundo 
montado en una escoba vieja cabalgaba el patio 
para llegar a la cocina y encender la radio

En mi casa oían todos los radioteatros 
entonces los buenos vencían a los malvados 
yo era el muchachito que hacia de poncho negro 
salvaba a mi novia adentro de los roperos

Mi casa tenia una verja que separaba 
lo que se podía de aquello que se soñaba

lunes, 17 de octubre de 2011

Fotografías de ceremonias religiosas tradicionales de los alemanes del Volga

Recuerdo de un tiempo lejano de Pueblo Santa María, en que los fieles salieron en procesión con la imagen de la Virgen para realizar un recorrido casa por casa, donde la dejaban unos días, para rezarle (tal como se observa en esta antigua fotografía) y a la vez efectuar una colecta para construir la Gruta de Fátima.
Enlace matrimonial de los esposos Isabel Ofelia Roth y Juan Eugenio Frank. Padrinos: Nelly Frank y Jorge Schwab 


domingo, 16 de octubre de 2011

Homenaje para todas las madres alemanes del Volga


Mamá ya era muy viejecita y todavía se preocupaba por el bienestar de sus hijos. Lástima que nosotros pensábamos tan poco en ella. Vivía sola, en una vivienda que le quedó grande, muy grande, cuando papá murió y uno a uno los hijos nos fuimos casando y la fuimos dejando sola en la casa inmensa, donde pasaba los días añorando los años felices y lamentando el tiempo ido.
Sus ojos dulces y tiernos se le llenaban de lágrimas cada vez que recordaba el ayer. Extrañaba a su marido, fallecido hacía unos años, y a sus hijos que veía muy de vez en cuando. Comer sentada en soledad en la mesa enorme de la cocina, en las largas noches de invierno, debieron haber sido un suplicio para ella, acostumbrada a tener la casa llena de hijos.
Pero, sin embargo, nunca se lamentó de su destino. Sabía y comprendía que los hijos habían formado sus propias familias. No quería molestar ni ser un estorbo en la vida de nadie. Por eso, y pese a la soledad y al profundo dolor que sentía, prefería vivir sola, rodeada de sus recuerdos.
Mamá era bien alemana. De espíritu fuerte y alma noble, envejeció y enfermó calladamente, sin incomodar a nadie. La internamos en el hospital y enseguida entregó su alma a Dios. Se quedó dormida soñando el sueño de los justos, dejando que los vivos continuaran con su vida diaria sin problemas. Hasta último momento preguntó por sus hijos y deseaba saber qué hacían. Se sentía orgullosa de ellos. Sus hijos eran el fruto que dejaba sobre la tierra, la descendencia que iba a perpetuar su recuerdo.
Y nosotros nos quedamos solos, sintiéndonos desprotegidos. Recién en ese instante doloroso tomamos conciencia de que mamá podía irse para siempre de nuestro lado. Y nos dimos cuenta tarde, muy tarde, que apenas conocíamos algunos hechos aislados de su pasado. Ella muy pocas veces había contado cosas de su niñez y nosotros muy pocas veces nos habíamos tomado el tiempo necesario para preguntarle. Claro, mamá parecía eterna. Nunca se nos cruzó por la cabeza que mamá podía faltarnos un día. Estábamos tan acostumbrados a sus consejos, a su comprensión, a sus brazos abiertos en los que cobijaba nuestro dolor y disfrutaba nuestra dicha, que se nos fue la vida sin apenas pensar en ella y llenarla de besos y gratitud mientras la tuvimos cerca y viva.
Era imposible no verla en la casa donde nacimos y crecimos, cocinando, lavando ropa, cuidando el jardín o regando la quinta, mientras, con una sonrisa en los labios, tarareaba una canción.
Pero mamá un día se fue. Se marchó en silencio y sin molestar. Y la casa donde nacimos en la colonia quedó vacía. Sin papá y sobre todo, sin mamá, nada era igual en ese lugar. Las habitaciones, los muebles, y los recuerdos, seguían allí, es cierto, pero los recuerdos no alcanzan para revivir a un ser querido. Y el  paso del tiempo no es suficiente para llenar el vacío, como tampoco son suficientes los años para mitigar el dolor que provoca una muerte.

sábado, 15 de octubre de 2011

Fotografía antigua de los descendientes de alemanes del Volga

6º grado año 1968 - Docente: Antonia Pin
Algunos alumnos que aparecen en la foto: Alberto Beier, Ruben Urban, Noemi Guajardo, Silvia Kaul, Elida Schwindt, Nancy Graff, Mirta Schwerdt, Zulma Schwab, Graciela Schneider, Angel Schwerdt, Graciela Schat, Alberto Sauer, Omar Fhur

El chef Ariel Rodríguez Palacios cocinó en Weinmannhaus, de Javier Graff, en Pueblo Santa María

El programa televisivo de Canal 9, de Capital Federal, Con Sabor Argentino, revolucionó Pueblo Santa María. Su presencia se logró mediante la coordinación de Turismo de la Municipalidad de Coronel Suárez. El futuro restaurante de Javier Graff fue el ambiente ideal para instalar el set televisivo.
La casona de Javier Graff es emblemática, su proceso de restauración es admirable porque conserva todas las líneas tradicionales de los alemanes del Volga con una inmensa cocina y el patio guarda la reminiscencia de aquellos espacios destinados a la contemplación y la reunión de las grandes familias, lo que seguramente ofrecerá una escenografía natural única.
Hay que estar atentos porque en un tiempo breve se verá por las pantallas de Canal 9 de Buenos Aires la filmación del programa Sabor Argentino en Coronel Suárez.

Javier Graff, propietario de Weimannhaus, el chef Ariel Rodríguez Palacios, y Marta Rack.
Javier Graff y Marta Rack, en plena filmación preparando tradicionales planos alemanes del Volga.
El chef Ariel Rodríguez Palacios junto a Marta Rack que le transmitió las recetas tradicionales de las colonias.
Ariel Rodríguez Palacios probando una exquisitez culinaria de los alemanes del Volga
Vista panorámica que muestra toda la belleza arquitectónica de Weimannhaus.


viernes, 14 de octubre de 2011

Volver


Transitar las calles del regreso,
desandando los senderos del adiós:
ver pasar las horas vacías
y conservar en el alma un sueño.

Caminar bajo el silencio
del atardecer gris de otoño,
mientras en algún lugar del alma
aún florece el retoño de la esperanza.

Retornar al antiguo hogar
buscando seres que un día nos amaron
y encontrar la casa deshabitada,
marchitas de tanto esperar nuestro regreso.

Descubrir que ya nada es igual:
que los amigos crecieron,
que el pueblo cambió
y que nuestros padres murieron.

Y al preguntar la dirección
de la mujer que un día nos amó,
descubrir con tristeza
que nos guía a una tumba.

Y comprender, desolados,
que ya no hay sitio para nosotros,
que un día nos hicimos al camino
buscando nuestro destino,

sin saber que al partir,
comenzábamos a transitar
los senderos del adiós,
por las calles del olvido.

La historia se hace haciendo y viviendo sin hipocrecías

La historia se hace haciendo. No existe otra manera de forjar un destino. Tampoco existe otro modo de ser feliz que intentar concretar los sueños que soñamos. A pesar de las dudas, las incertidumbres, las angustias y los temores; a pesar de las críticas; a pesar de algunos obstáculos que nos pongan en el camino; a pesar de todo eso: nunca renunciemos a intentar llevar a cabo nuestros ideales. De esa lucha, a veces diaria y silenciosa, siempre llena de sacrificios, esfuerzos y mucho trabajo, depende no sólo la satisfacción personal del deber cumplido sino la alegría de todos aquellos que confían en nosotros. No los defraudemos. Y lo más importante: no nos defraudemos a nosotros mismos.

Historia de un labrador


El labrador escucha las campanas de la torre de la iglesia, allá lejos, en el horizonte, entre la bruma de la neblina, en el centro de la colonia, que llaman a rezar el Ángelus del atardecer.
El labrador deja su labor y ora. La cabeza baja, las manos unidas, el alma en diálogo con Dios.
Después desata el caballo del arado mancera. En silencio. En paz consigo mismo.
Las estrellas surguen, una a una, en el cristalino cielo invernal.
Camina lento rumbo al pueblo, silbando contento.
El caballo relincha.
Sopla una brisa fresca.
El labrador sube el cuello de su saco. Sudoroso. Cansado. Sucio.
¡Vuelve a la colonia luego de un arduo día de trabajo!

jueves, 13 de octubre de 2011

Se viene la gran Fiesta de la Cerveza de la Asociación Descendientes de Alemanes del Volga

(http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)
 Sábado 5 de noviembre en el Polideportivo de Club El Progreso. Tarjetas en venta a $ 120. Ameniza Santa Anita de Entre Ríos con la voz de Avelino Riedel.

El próximo 5 de noviembre, y por primera vez en el Pueblo Santa María, se llevará a cabo una nueva edición de la gran Fiesta de la Cerveza que organiza la Asociación Descendientes de Alemanes del Volga que preside Juan Hippener.
(http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)
El menú típico con carne con papas, chorizos, ensaladas, bebidas, postre y para después de la cena canilla libre con chopp durante toda la noche.
Las tarjetas, a un precio de $ 120, se encuentran a la venta en La Frutilla de Verdecchia, Mitre esquina San Martín, en el Buffet El Progreso, Lavadero de Autos San Jorge en calle Mitre o ante Juan Hippener, Ezequiel Duckwen, Ariel Wagner y demas colaboradores.
La oportunidad será propicia también para el debut en Pueblo Santa Maria de la gran orquesta, con ritmos alemanes y populares, Santa Anita de Entre Ríos, bajo la dirección artística de Avelino Riedel.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Fotografías del recuerdo de los alemanes del Volga de las colonias

Año 1966. Recuerdo de un baile de antaño, en el que reinaron la camaradería y las circunstancias plenas de alegría, del cual participaron: Zulema Millenperier, Delia Heinrich, Mora Belendir, Lidia Berg y Irma Peratz.
Año 1959. Amistad y camaradería resumida en este flash fotográfico que sobrevive en la memoria impresa: Armando Schwab, Santiago Roth, Luis Diser, Cristóbal Gotte, Guillermo Hech, Benito Wesner, Juan Schwab, Mario Ziegelmann y “Negro” Strevensky.

Filmación del programa "Sabor Argentina", de Canal 9 de Buenos Aires, en los pueblos alemanes


Estará presente este viernes el reconocido Chef Ariel Rodríguez Palacios. Por la mañana en Pueblo Santa María y por la tarde en San José y Santa Trinidad. El programa se emitirá por Canal 9 de Buenos Aires en sábados posteriores. (http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)
El Área de Turismo de la Municipalidad de Coronel Suárez prepara la llegada a nuestro medio para este viernes del equipo que desarrollará en los Pueblos Alemanes la filmación del programa "Sabor Argentina", a cargo del Chef Ariel Rodríguez Palacios.Elaborará comidas típicas alemanas, las cuales se llevarán a cabo en Pueblo Santa María y luego una serie de entrevistas a gente de la comunidad, así como tomas de los rincones tradicionales de los tres Pueblos Alemanes. Se invita a toda la comunidad a participar de dicho evento, cuyas filmaciones están previstas por la mañana en Santa María, en el futuro restaurante de Javier Graff, ubicado en la Avenida 11 de mayo, donde se instalará el set de grabación, y por la tarde en San José y Santa Trinidad. 
El programa se emitirá por Canal 9 de Buenos Aires en sábados posteriores.

martes, 11 de octubre de 2011

La moda de los alemanes del Volga y su forma tradicional de vestir

Gentileza de Otto Brost

Por Víctor P. Popp – Nicolás Dening


“Las damas de edad vestían vestidos de colo­res oscuros y llevaban la ca­beza cubierta con un pañuelo amplio doblado en triangulo anudado bajo su barbilla. El chal o pañue­lo de hombros era muy empleado entre las señoras, dependiendo el valor de su confección de la riqueza del marido. Nunca utilizaron abrigos o tapados, hallando la protección del frío en la vestimenta muy abriga­da: medias de lana, boti­nes de abrigo o botas de fieltro y amplios pañue­los de lana con los cuales se cubrían hombros y espalda. La iglesia o las bodas matrimonia­les era el lugar en donde se lu­cían las mejo­res prendas”.


Las familias que emigraron al Volga en 1763, prove­nían de distintas partes de Alemania; en consecuen­cia, su modo de vestir no era uniforme. En el transcurso de un siglo y por las exigencias del clima y la difícil provi­sión de materia prima para la confección de la ropa, desarrollaron una "moda propia" del Volga –evocan Popp y Dennig.
Una de las prendas indispensables adopta­das en Rusia fueron los abrigos de pieles, espe­cialmente el vellón de oveja (Schafpelz); su uso se extendió a causa del frió extremo. No eran menos importantes las botas de fieltro (Filzstifel) y las gorras de cuero de ovejas. La camisa de los hombres se utilizaba abotonada y sin cuellos. El uso del sombrero y la corbata eran desconocidos.
La ropa masculina te­nía sentido práctico; la vestimenta femenina se mantenía aferrada a la tradición procedente de Alemania. No obstante su sencillez  y practicidad, exhibían mayor elegancia y se adornaban más que los hombres.
Las damas de edad vestían vestidos de colo­res oscuros o grises y siempre llevaban la ca­beza cubierta con un pañuelo amplio doblado en triangulo anudado bajo su barbilla. Las jóvenes casadas vestían elegan­temente y usaban pa­ñuelos bordados con adornos y flecos. Las se­ñoritas lucían trenzas; también el chal o pañue­lo de hombros era muy empleado entre las se­ñoras, dependiendo el valor de su confección de la riqueza del marido. Nunca utilizaron abrigos o tapados, hallando la protección del frío en la vestimenta muy abriga­da: medias de lana, boti­nes de abrigo o botas de fieltro y amplios pañue­los de lana con los cuales se cubrían hombros y espalda. La iglesia o las bodas matrimonia­les era el lugar en donde se lu­cían las mejo­res prendas.
Durante el primer siglo, cada familia producía en su telar el gé­nero necesa­rio para la vestimenta de la misma, estando la "moda" suje­ta a su propia industria textil casera y su inven­tiva; los colonos dispo­nían de poco tiempo para dedicarlo a velar por la elegancia en el vestir porque la vida en el bajo Volga era demasiado exigente.
En general las damas de las aldeas gustaban vestir en forma sobria y con recato, pero también con calidad. La vesti­menta dependía un tan­to de las exigencias de la iglesia. Puede decirse que era un pueblo que no quería llamar la aten­ción con su indumentaria y prefería ser moderado y adaptar­se al medio.
Al inmigrar a América y con el correr de los años poco a poco fueron adop­tando la indumentaria de los nativos. Aunque las mujeres continuaron conservando los vestidos so­brios, largos y de colores oscuros, como así se­guían utilizando los delantales y los pañuelos en la cabeza. En general las mujeres fueron las más conservadoras. En tanto que los hombres de campo o de las colonias optaron rápidamente por la ropa práctica que les facilitara la tarea rural. Por lo que la indumentaria puede ser calificada como de ciudad y de campo. Sien­do la segunda el desecho de la primera.
La mayor parte de la ropa –finalizan Popp y Denning- se confeccionaba en casa: una esposa, ade­más de saber cocinar y hacer pan, debía estar capacitada para confec­cionar la ropa de toda la familia y ese conocimien­to se trasladaba luego a sus hijas. La filosofía de los colonos fue siempre de autoabastecerse a sí mismos en todo lo posi­ble.

domingo, 9 de octubre de 2011

Fotografía del recuerdo de los alemanes del Volga

Año 1950. Federico Kraser, José Kraser y Rau de Kraser

La vida es una oportunidad, aprovéchala


La vida es una oportunidad, aprovéchala. La vida es un sueño, hazlo realidad. La vida es un reto, afróntalo. La vida es un deber, cúmplelo. La vida es un juego, juégalo. La vida es preciosa, cuídala. La vida es riqueza, consérvala. La vida es amor, gózala. La vida es un misterio, devélalo. La vida es promesa, cúmplela. La vida es tristeza, supérala. La vida es un himno, cántalo. La vida es felicidad, merécela. 

Presentación de dos libros sobre los alemanes del Volga


El CACW organiza la presentación en simultáneo de dos libros escritos por autores con amplio reconocimiento dentro de la colectividad.
El primero de ellos es "Los senderos del Wolga", salido de la pluma del profesor Horacio A. Walter.  El otro es "La dignidad no se negocia", escrito por el doctor René Krüger.  Será el miércoles 16 de noviembre, en el Club Alemán, Avda. Corrientes 327 piso 21, Buenos Aires. Hay cupos limitados. Por reservas e informes, dirigirse al (011) 4311 0716 ó info@clubaleman.com.ar.

sábado, 8 de octubre de 2011

Fotografías: inauguración de la Oficina de Turismo de la Municipalidad de Coronel Suárez





Tiempo de trilla (Sergio Denis)


Recuerdo de mi infancia
las manos de mi abuelo,
eran manos honestas 
y el era un hombre bueno

Recuerdo de mi infancia
el campo amaneciendo,
el agua del arroyo,
y el sonido del viento

Las voces a lo lejos,
las tardes en la estiba,
el olor a lavanda
y el té de manzanilla

La luz de los faroles,
mi abuela en la cocina,
el banco de madera
y la leña encendida

Recuerdo de mi infancia
el tanque y el molino
él carro, los caballos,
el monte y el camino

El galpón, los aperos,
la parva, la casilla,
el frío del invierno 
y el tiempo de la esquila

El alero de chapa,
el sol en el tinglado,
el olor de la lluvia
sobre el pasto mojado

Las noches infinitas,
las lunas dibujadas,
los paisajes plateados
y el lucero del alba

Recuerdo de mi infancia
el miedo a las tormentas,
una casa muy frágil 
y el temor de perderla

La lucha por la vida,
el amor a la tierra
y la angustia interminable 
de esperar las cosechas

Y el momento en que estallan 
de espigas los sembrados,
y se inundan los campos
de trigales dorados

Y comienza la fiesta,
y vuelve la alegría,
y renacen los sueños
porque es tiempo de trilla

Fotografía para guardar en el corazón

80 años de Rosa Amalia Treser. Muchas felicidades de la familia Melchior.

viernes, 7 de octubre de 2011

Gute Nacht

gute Nacht
süße Träume
Sonnenaufgang
Schöner Tag
Freude und Glück

Folleto de promoción turística de Pueblo Santa María en el marco Pueblos Turísticos

Imágenes del folleto elaborado para promocionar y difundir a Pueblo Santa María e insertar la comunidad en los circuitos turísticos nacionales e internacionales. ¡No deje de visitar Pueblo Santa María! Su comunidad lo espera con los brazos y el corazón abiertos.

Portada del folleto, con la imagen de la Iglesia Natividad de María Santísima de Pueblo Santa María.
Imágenes de eventos desarrollados en Pueblo Santa María y monumentos.
Plano catastral de Pueblo Santa María. Para imprimir y consultar al visitar Pueblo Santa María.

Medallas de oro para Coronel Suárez y las colonias en los Juegos Buenos Aires La Provincia



Nueve medallas para la delegación de Coronel Suárez. Cinco de oro, tres de plata, una de bronce y una mención especial. Más de 200 suarenses participaron y disfrutaron de “La feliz”.

Culminó la participación de la delegación suarense en la ciudad de Mar del Plata de los Juegos Buenos Aires 2011.
En el año numero 20 de estos Juegos nuestros representantes obtuvieron nueve medallas en las diferentes disciplinas deportivas y culturares en juveniles y abuelos respectivamente.
Cinco de ellas fueron de oro, tres de plata, una de bronce, una mención especial, además de varios cuartos y quintos puestos, lo que indica la muy buena performance de nuestra representación.
Ayer jueves la actividad fue muy intensa y culminó con la participación de Romina Rodríguez de Huanguelen en 100 metros velocidad especial, donde se terminó llevando la medalla de oro, una mas en su larga colección, ya que esta joven hace varios años que participa en diferentes especialidades y prácticamente siempre se ve galardonada con alguna presea.
En el último día de competencias también obtuvieron medallas Juan Carlos Wagón y Néstor Olagaray en mus abuelos, en este caso medalla de oro; mientras que también ganó una similar la jovencita Sofía Schwerdt, que en patín menores logró el primer puesto.
La señora Angélica Casado en artes plásticas tridimensional se llevó la medalla de plata, mientras que otros concursantes que recién ayer culminaron con sus competencias no obtuvieron premios, este es el caso del grupo de gimnasia de Huanguelen, pesca con Francisco Teves, domino con Mirta Span, Juan Carlos Zeki en solista canto abuelos y dos atletas especiales, Facundo Montero y Sofía Figueroa.
A las medallas ya apuntadas hay que sumarle las obtenidas por Ernesto Haak en natación abuelos, Karen Wesner y Rocío Roth en natación cadetes, la posta de atletismo cuatro por cien y la medalla de plata del grupo de pintura especial.
También recordemos que la niña Victoria Messina obtuvo una mención especial en canto juvenil.
En definitiva, ha sido una muy satisfactoria semana para toda la delegación, para aquellos que son mas habitúes a este tipo de competencias y no es la primera vez que participan y también para los otros, quienes llegaron como una primera experiencia y comprobar las características y proyección de estos juegos.
Hubo buena predisposición, cada uno en sus respectivos hoteles; la delegación de cultura y abuelos en un hotel y los deportistas jóvenes en otro, disfrutando todos jugaron, pasearon, ganaron, perdieron, pero lo importante es vivir esta experiencia donde se reúnen anualmente alrededor de 30 mil personas para desarrollar esta actividad en la ciudad de Mar del Plata.
Resumen de las medallas.
Cinco de oro.
Karen Wesner en natación, posta cuatro por cien en atletismo, Juan Carlos Wagón y Néstor Olagaray en mus, Romina Rodríguez en atletismo especial y Sofía Schwerdt en patín.
Tres de plata:
Rocío Roth en natación, Angélica Casado en plástica tridimensional y pintura especial juvenil.
Una de bronce:
Ernesto Haak en natación y una mención especial para Victoria Messina en solista canto juvenil.