Rescata

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viernes, 26 de mayo de 2023

¿Se acuerdan de las pepitas de girasol de la abuela?

 Cuando íbamos de visita a la casa de abuela, ella se tomaba tiempo para tostar semillas de girasol. Llenaba hasta desbordar una enorme fuente y la introducía al horno de la cocina a leña. Luego de unos minutos la casa se impregnaba del olor característico del tostado de las semillas. De vez en cuando sacaba la fuente, revolvía su contenido, probaba alguna que otra semilla para comprobar si estaban crocantes y listas para ser comidas.
Una vez tostadas, abuela se sentaba a la mesa, junto a nosotros, sus nietos, que éramos aún muy pequeños para abrir las semillas de girasol con los dientes como hacían las personas mayores, y las pelaba una a una, con suma paciencia, sacando la pepita con los dedos.
Nosotros la mirábamos “trabajar” con ternura, esperando con ansias que el montón de pepitas creciera y abuela dijera: “Bueno… ¡Ahora se las pueden comer!” ¡Y vaya si las comíamos! ¡¡¡Las espolvoreábamos con mucha azúcar, revolvíamos el montón y a comer!!! Para revivir anécdotas como ésta y muchas otras, no dejen de consultar mi libro “Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga”. Para más información comunicarse por mensaje privado o al 01122977044.

En nuestra niñez no había golosinas pero sí ricas comidas tradicionales

 En nuestra niñez no había confites, ni chocolates ni alfajores ni caramelos ni chupetines ni turrones, pero siempre teníamos sobre la mesa fuentes llenas de Kreppel, de Dünne Kuche, de Strudel, que preparaba mamá, para mimarnos el alma y el estómago. Cuánta delicia en esas tortas amasadas por las manos tiernas de nuestras madres en las madrugadas de verano, luego de ordeñar las vacas. Esas manos dulces llenas de callos de tanto trabajar en el campo, ayudando a papá en la huerta, en la cocina haciendo mil y una tareas.
En nuestra niñez no sobraba la plata para ir a un kiosco y comprar golosinas, es cierto, pero eso no importaba, porque mamá suplía todas esas carencias, que no eran tales, con exquisitas comidas, tortas, dulces, mucha ternura y mucho amor. ¿No es cierto?
El mismo amor de mamá quedó plasmado en las recetas que nos preparaba. Esas recetas están en el libro "La gastronomía de los alemanes del Volga" que tiene un valor de $3800 y lo envío a domicilio por Correo Argentino con un costo de $900. Lo pueden abonar por depósito, transferencia o Mercado Pago. No se lo pierdan! Mas info al 01122977044.

jueves, 25 de mayo de 2023

El escritor Julio César Melchior presentó un nuevo libro de poesía

Los invitamos a ingresar a este enlace Video Presentación libro "La Profecía" para revivir la presentación. Para ver el video también pueden cliquear sobre la fotografía.

La lectura de poemas estuvo a cargo de los periodistas Nancy Augusto y Pablo Barizone.
La presentación de Marcelo Castorina, Director de Gestión Cultural de la Municipalidad de Coronel Suárez y la música de Ángel "Tuti" Schamberger.

sábado, 6 de mayo de 2023

Nuestras madres eran mujeres sabias

 Mi madre me dijo que recordara el lugar de dónde vengo, la casa de adobe, la comida humilde, las reuniones familiares, las calles de tierra, las gentes sencillas, honradas y sinceras. Las personas buenas y trabajadoras. Los domingos de fiesta. Los días felices. También los días tristes. Para tener presente durante toda la vida que nada es para siempre y que después de cada tormenta siempre sale el sol y que aún en la noche más oscura, las estrellas nunca dejan de brillar y Dios nunca deja de protegernos.
Mi madre era una mujer sin estudios académicos pero tenía la sabiduría de la vida, esa sabiduría que no se enseña en la escuela ni en las universidades, esa sabiduría que solamente tienen ellas, las madres alemanas del Volga. 
Para conocer profundamente a las mujeres alemanas del Volga no dejen de leer el libro "La vida privada de la mujer alemana del Volga" de mi autoría.