Fuente: lanuevaradio.com.ar
El escritor del Pueblo Santa María tiene 48 años de edad y en
el año 1993 comenzó a publicar, consolidó lo que es ahora una parte fundamental
de su vida, la expresión a través de las letras.
Siempre fueron historias relacionadas con los alemanes del
Volga, basándose en muchas ocasiones en entrevistas, por lo que su historia es
única, original, porque tiene que ver con las vivencias individuales y
familiares de las personas.
Pero este libro es diferente. Hay mucho más de su propia
historia de vida; de sus dolores, tristezas, pasiones, alegrías, hacerse cargo,
reconocerse, superarse. Todo esto se puede encontrar en cada una de las
reflexiones que las fue escribiendo a lo largo de los años y que hace tres años
retomó bajo el aliento de su novia, sumó nuevas reflexiones y finalmente
decidió publicar.
La presentación de este libro, el número 8 de su autoría,
tiene lugar este sábado a partir de las 19:30 horas en la Sala Bicentenario del
Mercado de las Artes.
“Aprender a vivir, Reflexiones para el alma” está dividido en
varios capítulos, donde su autor espera el momento de la presentación “con
mucha ansiedad, porque sale fuera del contexto de lo que es mi literatura
habitual” dice ante la consulta, refiriéndose que todos los otros “han tenido
que ver con investigaciones sobre toda la parte histórica de los alemanes del
Volga. Y si bien uno le vuelca su alma y su pensamiento, no es tan personal
como este libro, que tiene que ver con la vida intima de uno”.
El libro consta de reflexiones cortas que tienen que ver con
distintas etapas de cada uno, por ejemplo, “la superación, el creer en uno
mismo, el amor, el superar los obstáculos. Hay también algunas sorpresas, que
no menciono ahora, sino que me las reservo para cuando salga a la luz el
libro”, dice el autor.
Consultado en torno a sus tristezas, alegrías, sus
sentimientos, sobre si se ha sentido amado, Julio César responde que “he estado
pensando y hacía este análisis: uno muchas veces cree que no tiene nada, pero
sin embargo no se da cuenta que lo tiene todo o tiene lo suficiente como para
salir adelante y desarrollarse como persona”.
Entonces reflexiona: “a mí me pasó eso, en algún momento
sentí que no tenía nada y no tenía a nadie. No me daba cuenta que tenía a mi
hermana Claudia, a mis padres, que me ayudaron siempre mucho. En cuanto al
sufrimiento tuve una etapa muy complicada. Con algún acontecimiento que me
hicieron vivir algunas otras personas, pero lo enfoco más desde el lado que yo
permití que eso sucediera. La sociedad tiene ciertos paradigmas, ciertos
tópicos, muchos prejuicios, pero también está en uno el enfrentarlos y
sobreponerse. A mí me costó mucho aprender eso, y la literatura fue un camino
para lograrlo. He aprendido que si uno mismo no cree en sí ¿cómo los demás van
a creer en uno?”.
Reflexiones de quien ha vivido, como todos, alegrías y
tristezas y ha aprendido que no se puede dar lo que interiormente no se es, por
lo que llevó adelante un laborioso proceso de construcción de sí mismo.
La presentación del 8vo libro de Julio César Melchior en la
Sala Bicentenario este sábado a las 19:30 horas, con entrada libre y gratuita.
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