Una
bella letra de una hermosa canción de Héctor Hoffmann (Sergio Denis), que
describe su infancia y con ella la niñez de muchos niños descendientes de
alemanes del Volga, al igual que él.
Mi casa
tenía un lugar donde me escondía,
ni me
imaginaba que mi madre lo sabía.
Un
aromo, un cerco, un cantero con margaritas,
esa era
la selva jugando a la tardecita
Tenía
una espada de lata y un triciclo viejo .
tenía
una cinco de cuero cocida con tiento.
Guardaba
en una caja vieja piedras y bolitas
y el
álbum que nunca llenaba y las repetidas.
Mi casa
tenía una verja que separaba,
lo que
se podía de aquello que se soñaba;
una
mesa grande una foto de casamiento
un baúl
con cartas, postales, libros de cuentos.
Yo
andaba en un fuentón gastado recorriendo el mundo,
jugando
con los bucaneros en el mar profundo,
montado
en una escoba vieja cabalgaba el patio,
para
llegar a la cocina y encender la radio.
En mi
casa oían todos los radioteatros,
entonces
los buenos vencían a los malvados,
yo era
el muchachito que hacía de poncho negro:
salvaba
a mi novia adentro de los roperos.
Mi casa
tenía una verja que separaba,
lo que
se podía de aquello que se soñaba.
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