Rev. P. Juan Zielinski, un sacerdote que dejó una huella indeleble en la comunidad de Pueblo Santa María. |
“Los sacerdotes de la
Congregación del Verbo Divino, enviados por el Papa León XIII, se hicieron
cargo de las parroquias de las colonias alemanas del Volga de la Argentina en
1895. Ellos mantuvieron vigente no sólo la fe en Dios sino también la lengua
alemana, al predicar los sermones en este idioma”.
Los Padres
del Verbo Divino
“Es curioso
observar al escribir o leer la historia de las colonias alemanas del Volga,
que al igual que la Historia del pueblo elegido, lleva tan íntimamente
mezclados los acontecimientos naturales y los sobrenaturales, que su historia
civil es una historia religiosa”, sostiene el Padre José Brendel.
Y agrega que
“por eso, cuando a través de las colonias establecidas en la Argentina, nos
llegan las crónicas de fiestas y el alborozado júbilo envuelto en banderas nacionales,
siempre hay un recuerdo para la benemérita acción de los Padres del Verbo
Divino, cuyos miembros son enumerados escrupulosamente, y rodeados del nimbo
que presta el afecto y el reconocimiento popular, pues forman parte integral de
las poblaciones.
“En cuanto se
establecieron las primeras colonias, y apenas llegados al país los Padres de la
Sociedad, éstos se hicieron encontradizos con aquellas, como un envío
providencial.
“No sé qué
hay de especial en el alma de los alemanes de Volga que los inclina hacia esos
sacerdotes, y qué en ellos que los mantiene ligados estrechamente al
desenvolvimiento y al afecto de las colonias.
“Si bien es
cierto que en ocasiones aisladas, han intervenido en la población miembros de
otros institutos religiosos, lo real es, que las colonias fueron y son la obra
de los Padres del Verbo Divino, como allá en el Volga lo fueron de los
jesuitas alemanes.
“Los primeros
nombres de sacerdotes que cuando niños aprendimos a venerar a través de la
conversación de nuestros padres, fueron los de sus recuerdos; y sin haberlos
conocido personalmente, los niños repetían los nombres de aquellos queridos
Padres que ahora escapan a mi memoria
“La acción de
aquellos sacerdotes había penetrado tan hondamente en el corazón de sus
feligreses, que se habían entronizado en su recuerdo, dormían en él, y revivían
con él, como un homenaje constante. Y bien se sabe, que cuando alguien ha
conseguido apoderarse del alma de esta manera, es porque ha sido paladín de la
noble causa, haciendo honor a su nombre de conquistador de almas, que es el
lema y la misión suprema del Verbo Divino. Cuando se ha conseguido eso, huelgan
los nombres y los lugares, próximos o distantes, y todos los laureles se posan
sobre una cabeza: 1a Congregación del Santo Padre Janssen.
“Ellos pasan
por el mundo y por nuestras colonias irradiando su luz que es la del Verbo, en
la lengua de Goethe y de Schiller. A su lema han jugado los dados de su vida,
sin mirar atrás, sin recordar siquiera que habían abandonado a su querida
Alemania con sus montañas y llanuras a las que cantara Heine, y a las que quizá
nunca volverían a ver, para encontrar humilde sepultura en medio de un pueblo
que los comprende y los ama, dejando sobre su huesa un ramillete de flores
silvestres, tejido con oraciones en alemán.
“No sólo
fueron apóstoles, sino que llenaron todas las exigencias de la vida, como
ingenieros, artistas, pintores y arquitectos envolviendo en su sotana también
el progreso material de las poblaciones, como lo atestiguan los templos
levantados sobre sus p1anos, y bajo su ejecución profesional.
“Pero tampoco
quedaron satisfechos con abarcar todas las actividades en favor de los suyos,
porque había algo que el fundador les había encomendado especialmente, como
medio seguro de penetración moderna en el mundo, al indicarles con visión
profética el apostolado de la buena prensa, que estoy cierto habría sido el
arma preferida de San Pablo, si hubiera vivido en nuestros tiempos. El
periodismo en su doble faz: constructiva y represiva.
“De allí, que
desde su arribo al país, los Padres del Verbo Divino prestaron especial
atención a la palabra escrita. Desde la primitiva imprenta que funcionaba en
los sótanos de la Casa Madre en la Argentina (Mansilla), hasta los modernos
Talleres Gráficos de Rafael Calzada, mantuvieron vivo el lema de su Fundador, a
través de numerosas publicaciones en castellano y alemán, bajo el sello de
Editorial Guadalupe.
“No pretendo
penetrar en lo complejo de esa organización, sino sólo referirme a su contacto
con esta Historia.
“Y puestos en
ese terreno, puedo afirmar” –manifiesta el Padre José Brendel-, “que cuanto leían
en alemán los colonos alemanes del Volga, provenía íntegramente de las
Ediciones del Verbo Divino. Ellos supieron conservar y reeditar los viejos y
tradicionales devocionarios que tanto ama el pueblo. Desde el primer libro de
devoción que regalaban los padres a sus hijos el día de su Primera Comunión
(‘Jesús meine Liebe’) en el que se forjaron tantas intimidades entre el alma
infantil y Dios, hasta aquellos de grandes letras que leían con fruición las
abuelas con sus cansados ojos, todo era la contribución del Verbo Divino a la
santificación de las almas.
“La
información general del mundo, del país y de otras colonias, llegaban en el
querido ‘Argentinischer Volksfreund’, sufriendo sus mismos dolores y viviendo
sus mismas alegrías.
“Podrá ser
verdad, que haya otros lectores de raza germánica que lean el ‘Volksfreund’,
pero basta abrirlo, para comprobar que está dirigido a la colectividad de los
alemanes del Volga.
“En los
tiempos arcaicos de la colonia, llegaba el correo, cuando los caminos estaban buenos
y no llovía. Largas colas esperaban frente a la estafeta, la humilde llegada
del carro que traía las bolsas de correspondencia. Muchos esperaban cartas,
pero los más, tan sólo el ‘Volksfreund’, al que se llamaba el ‘periódico’ por
excelencia y por exclusión de todos los demás: Die Zeitung.
“En el
camino, la gente ya comenzaba a leer, y al llegar a la casa, la madre levantaba
sus ojos de la labor y preguntaba:
—¿Ha muerto
algún conocido?
Y ahí estaba
la lista de anuncios de otras colonias...
“El padre
abría la página de la política, o de la guerra, terminando por la cotización
de precios del cereal, para ir a comentar la novedad con algún vecino.
“Los
muchachos se solazaban con los chistes de la página humorística, y las niñas
suspiraban con las novelas por entregas, y con las narraciones, o reían con las
ocurrencias festivas del Reimmichel.
“Puede
decirse, que dentro de la natural monotonía de la vida conventual de las
colonias, la única novedad de la semana la constituía la llegada del
‘Volksfreund’, el que prestaba toda la información necesaria ... para vivir y
para morir cristianamente.
“Hasta los
hospedajes en Buenos Aires, cuando la necesidad de alguna enfermedad llevaba a
los colonos a la Capital, respondían a los anuncios del periódico, que recomendaba
las casas en que se hablaba alemán.
“Otra revista
muy estimada por el pueblo, fue ‘Stadt Gottes’, que a bien no estaba editada
específicamente para las colonias, sino que poseía un carácter más universal,
ampliaba el campo cultural y la curiosidad literaria de los hogares,
internándolos a la vez en un mundo nuevo y desconocido; el de las misiones.
“Tengo la
certeza, de que muchas vocaciones de misioneros, que hoy actúan eficazmente en
los diversos campos misionales de la Sociedad, ya en Nueva Guinea, Filipinas y
África, encontraron su primer llamado en las páginas de una ‘Stadt Gottes’.
“Puedo argumentar por experiencia” –afirma el Padre José Brendel- “la profunda
emoción que me causaba su lectura, y cómo me llenaba los sueños con negros y
misioneros vestidos de blanco. El niño, abría su corazón asombrado ante un
mundo de novela, como el de Julio Verne, en cuyo medio estaba el héroe: el
Misionero. Y Dios hacía lo demás.
“Por eso, la
colonia no duda en llamar a los Padres del Verbo Divino ‘sus padres’ por
excelencia, tributándoles su gratitud al mérito”.
Fuente??
ResponderEliminarParece que no leíste bien!!! La fuente figura varias veces: Padre José Brendel. Abrazo!!!
ResponderEliminarNo, no leì bien, gracias!!
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