Por
Profesora Mariana
Jacob
1618 -1648 / 1756 – 1763: El comienzo de la gesta
emigratoria a la zona del río Volga se remonta a la segunda mitad del siglo
XVIII, en una Europa conflictuada por las rivalidades de las casas reinantes,
las profundas desavenencias religiosas y económicas. Las guerras habían
diezmado la voluntad de los pueblos germanos y la halagüeña invitación por
parte de Catalina II “La Grande”(de Rusia) hizo decidir a muchos europeos
occidentales a abandonar sus tierras y emigrar al bajo Volga.
1762 – 1763
Fue en esa época, cuando apareció
la talentosa y visionaria emperatriz, Catalina II de Rusia, con un claro
concepto de sus deberes de gobernante y de estadista, en un Imperio con grandes
extensiones semipobladas y con fértiles tierras sin cultivar; apenas en el
trono, produjo con fecha 4 de diciembre de 1762 un primer Manifiesto, llamando
a los colonos europeos a poblar las estepas rusas.
Ante la intensidad de la
corriente migratoria hacia Hungría, los gobiernos estatales alemanes lanzaron
una orden de prohibición en tal sentido, la cual coincidió con el "segundo
Manifiesto" de Catalina, fechado el 22 de julio de 1763, que obtuvo un
gran éxito; este Edicto de invitación es más amplio y preciso que el primero y
estaba dirigido, en especial a los colonos alemanes.
1763 – 1767
El manifiesto de Catalina II fue
respondido por polacos, holandeses, suecos, suizos, franceses y alemanes, estos
últimos constituyeron el núcleo fundamental, el 80 % de las 30.000 personas que
se dirigieron en ese primer contingente rumbo a Rusia.
Los caminos a través de la
inmensidad de Rusia, quedaron marcados con los despojos de los engañados
alemanes, que buscaban y añoraban crear un nuevo estilo de vida signado por la
paz, el trabajo y el progreso; pero el lugar llamado Oraniembaum (hoy Lomosovo)
debe ocupar más aún nuestra atención: allí la Corona Imperial Rusa hizo saber a
los inmigrantes que, a diferencia de lo prometido en el Edicto o Manifiesto de
1763, el cual aseguraba plena libertad para elegir la profesión u oficio
deseable en todo el territorio ruso y "que todos podían aplicar sus
conocimientos y especialidades, tanto un oficial de ejército como un herrero,
un agricultor, un comerciante, un deshollinador".... Mas, una vez impedidos
de retroceder, se les hizo saber, en forma amable, y persuasivamente que todos,
sin excepción, debían dedicarse a la colonización de las zonas del bajo Volga
como agricultores.Oranienbaum fue el primer desengaño, aunque faltaba otro
peor; a todos les fue tomado en dicho lugar un juramento de fidelidad a Su
Majestad Imperial, cumpliéndose la ceremonia en las iglesias y en ayunas. De
inmediato, todos los contingentes organizados, al mando de un oficial de la
Corona, salieron hacia sus destinos, en la estepa inmensa del bajo Volga.
Se crearon 104 aldeas o colonias
madres en la zona cercana a la rivera del río Volga. En el lado alto de la
Bergseite (lado derecho del Volga) se establecieron inicialmente los
colonizadores, en núcleos no mayores de mil familias, sobre los campos
extendidos en un perímetro circular de 70 km; cada grupo, convenientemente
delimitado, se consideraba como un distrito de colonización, dirigiéndose su
administración desde las ciudades cabeceras de Saratov y Samara. Por ello, la
parte occidental del Volga (Bergseite) fue la más antigua, ubicada a unos 40
kilómetros de Saratov, siendo Dobrinka, fundada el 29 de junio de 1764 —de
confesión evangélica—, la primera radicación de alemanes en Rusia. La zona este
del Volga (Wiesenseite) estaba ocupado por Quirquizios, Calmucos y Tártaros
mongólicos, quienes se consideraban dueños de la zona; por lo tanto al
establecer las colonias en la parte oeste del río, se estaba construyendo una
muralla viva, un bloqueo humano contra esos invasores.
1767-1877
Durante los primeros 50 años de
su permanencia en territorio ruso, los alemanes del Volga sufrieron diferentes
ataques por parte de los pueblos nómadas. Los más crueles fueron Quirquizios y
Bashkirios quienes secuestraban, violaban y comercializaban a chicos y mujeres
en Manchuria, China. Además de esos vejámenes, asaltaban, incendiaban las
viviendas y cosechas. Los Calmucos eran más inclinados al robo. Esta situación
generó que los alemanes del Volga hicieran de sus casas verdaderas fortalezas,
caracterizándose que los frentes de las viviendas no tenían puertas, solo
ventanas para facilitar su defensa.
Para los rusos el concepto de
"tiempos eternos" se limitaba a solo 100 años, por ende en el año
1863 el zar Alejandro I deroga los privilegios otorgados en el segundo edicto
de Catalina II. Los principales puntos que motivaron la salida del Volga
fueron:-la reducción de campos, propiedad de cada hombre-la posible imposición
de practicar la religión ortodoxa oficial de Rusia, tal como ya había sucedido
con católicos y protestantes de las costas del Mar Báltico-la eliminación de la
administración independiente de cada aldea-la implementación del cobro de
impuestos a los alemanes, por parte del gobierno-la obligación de cumplir el
servicio militar-los años de sequía y falta de cosechas en la década del 70 del
siglo XIX-el mantenimiento y traspaso de las escuelas parroquiales al gobierno
y la imposición del aprendizaje del idioma ruso.Si bien esta triste realidad
fue decepcionante para colonos y agricultores de clase baja y media, no ha sido
tan grave para profesores, ingenieros, comerciantes, médicos, y otros alemanes
de clase alta aristocrática, los cuales no emigraron del Volga.
La zona donde se instalaron era de suelos sumamente fértiles, tierras vírgenes
lo que beneficio a los alemanes del Volga con abundantes cosechas. El trigo fue
el cultivo dominante en las colonias de alemanes del Volga. Las aldeas se
formaron cada una representando un pueblo o una colonia rural de Alemania,
situación que ayudó a hacer menos doloroso el desarraigo. Sus profundas
convicciones religiosas ayudaron a superar las serias dificultades y el horror
a los que estuvieron expuestos los primeros 50 años. Duante todo este período
se llegaron a constituir 107 aldeas madres (mutterkolonien) y las aldeas hijas
o derivadas de aquellas (tochterkolonien).
En 1872 en la colonia de Balser
(calvinista), en la Bergseite, se nombró una comisión de tres personas para
viajar a EE.UU., en carácter de exploradores. Allí toman contacto con un señor
que les informó que Brasil, en Sud América, tenía también interés en captar
corrientes migratorias europeas para poblar su extenso territorio.
Se designó una comisión de
adelantados, que realizaron un viaje de reconocimiento a la Argentina. Llegaron
a Buenos Aires en Agosto de 1877. Paralelamente el presidente Avellaneda había
creado una "oficina de colonización" y el "comisario general de
Inmigración", presentaba un convenio entre aquellos y el gobierno. Los
conceptos que movieron la política colonizadora del presidente Nicolás
Avellaneda están sin duda en la ley 817 del 19 de octubre de 1876, denominada
de "Inmigración y de Colonización". Guiado por la política que
trasciende de la citada Ley, se esforzó por captar la corriente de emigrantes
de las colonias del Volga.
En 1876 llegaron a Norteamerica
las primeras 1600 personas, de una emigración de las colonias alemanas en
Rusia, que siguio registrando movimiento en años posteriores.
1877 – 1914
El primer grupo de inmigrantes
llego al Brasil presumiblemente en marzo de 1877, contando apenas 27 personas
que se asentaron en Guarauna y continuaron llegando hasta los comienzos de la
primera guerra mundial. Preferían Brasil ya que allí se habían asentado
inmigrantes desde Alemania en los años 1824 y 1825.
Enterados de la aprobación del
proyecto de Avellaneda, la comisión de los alemanes del Volga, volvió al
Brasil. Allí ya esperaban ocho familias y tres hombres jóvenes. Este grupo
llegó a Buenos Aires el 24 de diciembre de 1877 y de inmediato se lo envió por
tren hasta Azul. Aparentemente esta era la región que habían preferido, de
entre las que les fueron ofrecidas. Una vez allí recorrieron en carros tirados
por bueyes, 35 kilómetros hasta el arroyo Hinojo, donde llegaron el 5 de enero
de 1878, fundando de esta forma, lo que la colectividad considera su "colonia
Madre", Hinojo, en las afueras de Olavarría. En el momento en que esta
fundación tuvo lugar, hacía su arribo el conjunto de familias llegadas
directamente desde el Volga, que fueron orientadas hacia Entre Ríos.
Por un decreto del 29 de enero de
1878, el Poder Ejecutivo Nacional decidió la creación de Colonia General
Alvear, en el Departamento de Diamante, provincia de Entre Ríos. A tal efecto,
fue dictada el 4 de febrero de 1878 una ley de expropiación por la que se afectaban
20.000 hectáreas para el asentamiento de los nuevos colonos. En día que no ha
sido posible precisar, marcharon en dos navios Paraná arriba. Un barco llegó a
Diamante en los primeros días de enero de 1878. Otro se desvió hacia Santa Fe.
Más tarde muchos de éstos, vendrían a Entre Ríos. Fundaron al oriente del
arroyo Pelado, en el Departamento Diamante, la Colonia "Santafesina".
Las cifras no coinciden, pero si nos guiamos por el informe del Comisionado
Nacional, Samuel Navarro, habrían sido unas 865 personas.
El campo de la futura Colonia
Alvear, quedó así delimitado: Al Oeste el río Paraná; al Este una línea recta
desde el arroyo Pelado; al Sur el arroyo Otoño, al Norte afluente del arroyo
Salto; al Sur el arroyo Ensenada y al Norte el arroyo Salto. Todo en el
Distrito Palmar del Departamento Diamante. Se fundaron a partir de entonces las
siguientes aldeas: Vizcacheras, hoy Valle María (de origen Marienthal), esta
población fue fundada el 21 de julio de 1878; Aldea Campo María (Marienfeld),
hoy aldea Spatzenkutter,en los despuntes del arroyo Araña; Aldea
"Bergseite Hehler", hoy aldea Salto; aldea "La Araña", hoy
San Francisco sobre el arroyo Araña, Palmar o Peinero (1878); aldea Protestante
sobre el arroyo Perdices, y aldea brasilera, en campo expropiado a Balujera.
Debido al crecimiento en las
colonias instaladas en la Argentina y a la continua llegada de alemanes desde
Rusia, se fundaron otras colonias que se sumaron a las primeras, las colonias
son: En Buenos Aires: Colonia Nievas, Colonia San Miguel, Colonia 3 hoy pueblo
Santa Maria, Colonia 2 hoy San Jose, Colonia 1 hoy Santa Trinidad, todo en
cercania de Coronel Suarez. En el sur de Bahia Blanca se instalaron en Colonia
Colorada Chica, Darregueiras, Villa Iris y 17 de Agosto.En La Pampa se fundaron
nuevas colonias, Winifreda, Santa María y Santa Teresa, Guatraché, San Martin y
Alpachiri estas tres últimas evangelicas En Entre Rios: Aldea San José (a 1Km
de la estacion de ferrocarril Crespo), Aldea María Luisa, Santa María, San
Rafael, Santa Rosa, Eigenfeld, San Juan , San Miguel y Santa Anita, San Antonio
y Santa Celia, Colonia San Isidro. Los evangélicos procedentes de la Aldea
"Protestante" de la Colonia Gral. Alvear fundaron: Colonia Mereou,
Colonia Centenario(cerca de Viale), Colonia La Llave, Esperanza(cerca de Lucas
Gonzales) y la Aldea Jacobi. En la zona del este de Entre Rios se fundó la
actual ciudad de Urdinarrin (1879). En El Chaco se instalaron Presidencia Roque
Saenz Peña, Charata, General Pinedo y Juan Jose Castelli.
Canadá también se interesó por
los alemanes procedentes de Rusia. A ese país llegaron, principalmente, de la
zona de Ucrania, y pertenecían a grupos que profesaban la religión menonita. A
este país también llegaron contingentes menores del Mar Negro y del Volga.
Grupos católicos que habían elegido primeramente EE.UU. como punto principal de
su traslado, llegaron a Canadá a partir de 1890, como consecuencia que las
primeras condiciones favorables que beneficiaron a los primeros grupos estaban
desapareciendo y las tierras, por ejemplo, se ofrecían a valores excesivamente
altas.
1914 - hasta la
actualidad...
Para interpretar la importancia
de esta inmigración en el contexto nacional, podemos decir que en la provincia
de Buenos Aires, la Colonia Madre de Hinojo se extendió; en 1878 se fundó
Nievas; en 1881, San Miguel e invadieron el sur bonaerense y La Pampa; desde
allí llegaron al Chaco y también a Córdoba. Otros se afincaron aún más al sur,
en la zona del Valle del Río Negro y Neuquen; en La Pampa la llegada de los
alemanes del Volga puede identificarse fácilmente como desprendimiento de ambos
focos originales: los católicos del sur de Buenos Aires y los evangélicos
procedentes de Entre Ríos. Los primeros se establecieron en Santa María y Santa
Teresa y los segundos en Guatraché, San Martín y Alpachiri. Alemanes del Volga
hicieron crecer a Coronel Suárez, en Buenos Aires, a Colonia Winifreda, en La
Pampa, a Presidencia Roque Sáenz Peña, en el Chaco. De acuerdo a los más
ajustados cálculos realizados, se puede afirmar que cerca de un millón y medio
de descendientes de los alemanes del Volga se distribuyen así en el
país: 300.000 en Entre Ríos 350.000 en el Sur de la Pcia. de Bs. As. y La
Pampa 300.000 en el Gran Bs. As. y zonas vecinas 300.000 en el resto del país
(Chaco, Misiones, Formosa, Río Negro, etc.)
En la actualidad para que la historia de este pueblo se mantenga viva,
depende de todos nosotros, de sus descendientes. Hay mucho por conocer y
todavía queda mucho por contar!!!
En
Hilando Recuerdos encontrará más información sobre los alemanes del Volga,
su historia y cultura. Tres ejemplares de Hilando Recuerdos de regalo con la
compra de un libro Aprender a vivir. (Para adquirirlo comunicarse a e-mail:
juliomelchior@hotmail.com) Se envía a todo el país.
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