Rescata

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sábado, 5 de diciembre de 2020

Los dulces caseros de la abuela

 
-Mi abuela hacía un dulce de higos que nunca voy a olvidar -recordó Raúl. Me acuerdo de ir a su casa, a la tarde, después de la escuela, a tomar mate cocido con pan casero untado con manteca y dulce de higos. También me acuerdo que en verano hacía un dulce de tomates especialmente para el abuelo, porque le gustaba muchísimo. A veces, lo comía con la cucharita, de tanto que le gustaba. También le hacía un dulce de zapallo, con esos zapallos grandes, de antes, con cáscara dura, tan dura, que abuela andaba a los hachazos con el cuchillo para poder partirlo. Y lo que le costaba pelarlo.
-Te acordás del dulce de ciruelas coloradas que cocinaba sobre la cocina a leña? -preguntó su hermano Rafael. Tenían dos árboles que daban tantas ciruelas que se pasaba días y días cocinando el dulce, llenando frascos, para guardarlos para el invierno. Te acordás? Se levantaba a las seis de la mañana, para cocinarlo con la fresca. Le regalaba ciruelas a los vecinos y dulce a todos los familiares y amigos.
-Sí -respondió Raúl. Cómo me voy a olvidar? Si la abuela cocinaba dulces de con cuánta fruta madura encontraba, de manzanas, peras, guindas. Aparte los abuelos tenían un patio grande, con una huerta y varios árboles frutales.
-Me hiciste acordar -agregó Rafael entusiasmado, del dulce de membrillo que cocinaba. Te acordás?
-Sí, cómo me voy a olvidar! -exclamó sonriendo Raúl. Te acordás que, cuando los membrillos producían a pleno, era tal la cantidad que daban, que también lo sentaba al abuelo a pelar membrillos? Cómo rezongaba el abuelo jaja. Horas y horas pelando membrillos para hacer dulce, compota y no sé qué otras cosas más. La cáscara era dura. No solamente le estropeaba las manos sino que se las teñía de un color raro. Qué tiempos aquellos!
-Sí -reconoció su hermano Rafael. La abuela tenía alacenas y alacenas llenas de frascos con dulces de todos los colores. Y eran tan ricos!
-Es imposible -acotó Raúl, olvidarse de sus dulces, su pan casero y el mate cocido después de la siesta, en verano. (Autor: Julio César Melchior). (Las recetas de los dulces caseros de la abuela, están en mi libro "La gastronomía de los alemanes del Volga"). Para mas información comunicarse por privado o al 01122977044. O en Librería Lázaro, Coronel Suárez.

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