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jueves, 7 de abril de 2022

El pasado de la abuela Margarita

 Margarita tenía seis hijos, el mayor de trece años, y era viuda. Vivía en una casa humilde, construida de adobe, con solamente una habitación y cocina. Ella lavaba y planchaba para las familias pudientes de la comunidad. Los dos hijos más grandes, trabajaban en una chacra por la comida y una cama compartida en un galpón. Los otros cuatro niños colaboraban en distintos hogares, en quehaceres tan disímiles como ordeñar, regar la huerta, limpiar gallineros, barrer patios o cuidar vacas mientras pastaban. Ninguno de los hijos de Margarita tuvo tiempo de ir a la escuela. Apenas sí para aprender lo básico de catecismo para tomar la primera comunión y la confirmación.
Margarita no tenía padres que la ayudaran y los hermanos, bueno, cada uno estaba en lo suyo, lejos de la colonia, de donde habían partido en busca de trabajo. Por lo que, a pesar de tanto sacrificio y esfuerzo, no todas las noches ella y los niños se iban a dormir con la panza llena. La cena habitual era té negro y un poco de pan. Los vecinos no siempre podían colaborar con algo. Todos eran igual de pobres que ella y todos, al igual que ella, tenían varios hijos. Entre cinco y quince era lo factible.
Margarita salió adelante. Los hijos crecieron. Empezaron a formar sus propios hogares. Llegaron los nietos. La humilde casa de adobe fue modificada y modernizada. Las penurias quedaron en el pasado. En la memoria y en las nobles arrugas de un rostro y sus manos.

Descubramos juntos la vida silenciosa, oculta, reprimida y bajo qué dictámenes sociales, religiosos y culturales vivían las mujeres en las aldeas y colonias. Un mundo totalmente desconocido. Un análisis psicológico, social, familiar, único en su estilo en el libro "La vida privada de la mujer alemana del Volga". Información: WhatsApp: 011-22977044. Correo electrónico juliomelchior@hotmail.com.

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