Por Vanesa Melchior
Hay que aprender que en
esta vida nada es tuyo, que todo lo que tienes a tu alrededor es prestado, tu
vida, tu familia, tus amores, tus hijos en fin todo lo que te rodea. No puedes
aferrarte a nada porque al final nada se irá contigo.
Hay que aprender a
disfrutar y valorar todo aquello que se presenta en tu vida, y gozar cada
momento que vives.
Hay veces que te
sientes impotente de no poder alcanzar lo que deseas, pero no tienes porque frústrate pues todo
tiene una razón y quizás no era lo que en verdad te haría feliz…
Aprende a desprenderte
a cada momento de tu vida de aquello que se tiene que marchar, deseándole lo
mejor y verás que te sentirás feliz contigo mismo de saber de aquello bien o
mal te perteneció en el momento preciso. Cuando un amor muy importante se va es
porque cumplió su ciclo y ya no puede seguir a tu lado porque tiene que seguir
su camino y tú tendrás nuevas cosas que aprender…
No te aferres déjalo
volar con el mismo amor que sentirías si siguiera tu lado y dile adiós
deseándole buena suerte, sonriendo y dándole gracias a Dios por haberlo puesto
en tu camino.
Aprende a dejar ir
todas las cosas hermosas que has conocido a lo largo de tu vida, para que al
final sólo puedas decir que sí aprendiste y no fue en vano tu paso por aquí.
Todo tiene un por qué,
pero hay veces que no queremos entender y queremos que todo dure para siempre,
pero si así fuera no tendría mucho sentido nuestra vida, no podemos ser eternos
y tenemos que conocer todo lo bello que tenemos. Lo malo es también parte de
nuestro aprendizaje por el camino que pasamos.