Vive serenamente y disfruta tu vida. Por ir de prisa no solamente pierdes la
capacidad de mirar a tu alrededor. Pierdes también la capacidad de saber con
exactitud hacia dónde vas y por qué, y no des por vencidos tus sueños, porque
si los sueños mueren en ti, la vida es como un pájaro de alas rotas que no
puede volar.