Por José H.
Figueira
(Escrito en
1926)
Los esfuerzos
individuales, asociados, producen las grandes obras.
Para cumplir con
los deberes del hombre y del ciudadano, es necesario instruirse y educarse.
En la escuela el
joven desenvuelve sus aptitudes y deseos, y adquiere las habilidades y los
conocimientos más necesarios para la vida.
Por esto se ha
dicho que el porvenir depende, en primer término, de la educación de la
juventud.
Cada nueva
generación debe dar un paso más hacia el progreso, aumentando así la felicidad
individual y colectiva.
Si todos los
jóvenes fueran perezosos y dejaran de estudiar, la humanidad caería en la
barbarie.
El que en la
escuela no se aplica como debe, falta, pues, a sus deberes de ciudadano, y
demuestra que no ama a su patria ni a la humanidad.
Jóvenes:
estudiad, trabajad. No olvidéis que de vosotros depende vuestra dicha y el
porvenir de la República.
Ya lo dio
Danton, en 1793:
“Después del pan, la educación es la principal
necesidad del pueblo”.
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