La cultura
está en las manos de mi madre
arropando mi cuna,
canturreando una canción,
en su sonrisa pura,
su sabiduría,
el sol de sus ojos
mirando al mañana,
construyendo,
siempre construyendo
mi futuro.
está en las manos de mi madre
arropando mi cuna,
canturreando una canción,
en su sonrisa pura,
su sabiduría,
el sol de sus ojos
mirando al mañana,
construyendo,
siempre construyendo
mi futuro.
La cultura
está en las manos de mi padre
trabajando la tierra,
sembrando esperanza,
cosechando sueños
(en el trigo dorado;
en la cosecha);
en su andar lento
enseñando,
siempre enseñando;
y en el cantar de su voz
de melodías alemanas.
está en las manos de mi padre
trabajando la tierra,
sembrando esperanza,
cosechando sueños
(en el trigo dorado;
en la cosecha);
en su andar lento
enseñando,
siempre enseñando;
y en el cantar de su voz
de melodías alemanas.
La cultura está en el pueblo,
en la voz colectiva
de la memoria de los abuelos,
en las calles de tierra,
las casitas de adobe,
las tradiciones,
las costumbres,
el recuerdo
del pasado añorado
y de las horas que marcan
el ayer olvidado.
en la voz colectiva
de la memoria de los abuelos,
en las calles de tierra,
las casitas de adobe,
las tradiciones,
las costumbres,
el recuerdo
del pasado añorado
y de las horas que marcan
el ayer olvidado.
Autor: Julio César Melchior
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