Fuente: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/ |
Soledad Kaul, una mamá
que aprendió a disfrutar de su hijo especial y a permitirle un crecimiento sin
techos. Un ejemplo admirable. “Siempre tomamos lo positivo, lo que servía,
lo que le hacía bien y lo seguimos haciendo”.
Soledad Kaul es una joven mamá de Pueblo Santa María.
Fuente: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/ |
Tenía bastantes menos, apenas 20, cuando se enteró en el momento del parto que el hijo que estaba por tener en sus brazos tenía Síndrome de Down.
Hoy Nicolás Schwab tiene 14 años y está a punto de egresar del nivel primario de la Escuela Parroquial Santa María y dice contento a quien quiera escucharlo que pasó al secundario.
Hay que escuchar lo que
expresa esta madre para hacer un aprendizaje positivo sobre la vida: “Nació sin
que supiéramos que iba a tener un problema, nos enteramos en el momento del
parto. Fue bastante movilizador. Estuve todo un mes pensando que vivía un
sueño. Cuando tuvimos que viajar a Buenos Aires me encontré con muchas mamás de
chicos con este Síndrome. Desde ese momento cambió todo: yo jugaba mucho con
Nicolás, los dos aprendimos jugando y siempre para adelante. Mi hijo para mí es
uno más, no tiene diferencias. No le perdono nada, jamás se me ocurrió decirle
o pensar “pobrecito, el no va a poder”. Cuando pronunciaba mal una palabra nos
reíamos y le decíamos “gordo te equivocaste”. Su primer pasito se lo festejamos
mucho y así cada cosa. Estamos acostumbrados que él vaya avanzando, nunca permitimos
cerrarle o que le cerraran ninguna puerta. Si alguien ponía dudas si podía
llegar nosotros apostamos a nuestro hijo y fuimos hacia adelante. Hoy se
escucha más información de otros lugares como Córdoba, Chile, España, donde
están más avanzados en la integración, pero por nuestra parte estamos
tranquilos”.
“Siempre tomamos lo
positivo, lo que servía, lo que le hacía bien y lo seguimos haciendo. La
Escuela (Parroquial Santa María) lo recibió muy bien y Nico, que va para
adelante siempre, con un ego muy alto, muy sociable, con una autoestima
increíble, hizo posible ir consiguiendo cada logro”.
Este fin de año, cuando
se entreguen los diplomas de egresados del nivel primario de la Escuela
Parroquial Santa María, Nicolás Schwab estará recibiendo el suyo, como
cualquier niño de 14 años de edad.