Fuente: lanuevaradio.com.ar
Hace unos días atrás interpretó a Sergio Dalma, Franco De
Vita, Sergio Denis y otros cantantes para diversión de todos los que estaban
compartiendo un momento recreativo en la colonia de vacaciones de los Adultos
Mayores.
Cuando todavía no estaba en funcionamiento el Comedor
Espíritu Santo Tito Kraser llevaba a los chicos que veía con necesidades
alimentarias a comer a su casa. A través del Club San Martín los buscaba para
que realicen actividades deportivas, como una forma de alejarlos de flagelos
que están muy presentes para las nuevas generaciones.
En definitiva, tiene una esencia amistosa y solidaria que
derrama en los lugares que recorre.
Explica que tiene 50 años, no tiene hijos propios y tal vez
ésta sea una manera de incrementar su familia. De hecho sus sobrinos, que bien
lo conocen, más de una vez lo llaman para recordarle que está por expirar el
día de su cumpleaños y todavía el tío no se ha hecho presente, aunque sea a
través del teléfono para saludarlos. Lo conocen y saben que suele olvidarse de
las fechas, lo que no mengua la bondad que lo caracteriza.
“Le tengo que agradecer a mis padres que me daban rienda
libre para hacer todo lo que quisiera, aunque más de una vez me reprochaban que
llegaba del fútbol a las 7 de la tarde y a las 7:30 hs. salía para dar la
charla de bautismo. Me gusta servir a la comunidad, lo hago para ayudar.
Agradezco que vean esos valores en mí. Tengo esta naturaleza de ser. Por ahí
pierdo en lo económico o en lo afectivo. No hago tantas cosas por mis sobrinos
como lo hago por chicos ajenos a mi familia. Por eso les pido disculpas a los
míos porque me olvido de fechas. El otro día una sobrina me llama doce menos
diez de la noche y me dice ‘tenes 5 minutos para acordarte de mi cumpleaños’. En
ocasiones a muchos chicos los ayudé, los llevé a dormir a mi casa porque no
tenía compromiso con otra persona ni con una pareja, son cosas naturales que me
salen”.
Todo se incrementó con la crisis de Gatic: “en el primer lío,
cuando quedamos mucha gente sin trabajo, gracias a la colaboración de Darío
Gomez, llegamos a juntar muchos chicos del Barrio Los Manantiales. A través del
club proponía que formemos nuevas divisiones para darle lugar a que pudieran
jugar todos los chicos. Ese fue un inicio muy bueno, porque a través del
deporte sumábamos a muchos chicos que si no estaban en la calle o permanecían
muchas horas solos en sus casas, sin la presencia de sus padres que estaban
trabajando”.
Tito Kraser, con una acción comunitaria silenciosa, sostenida
en el tiempo y realizada con mucha convicción.
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