el calor de la cocina a
leña,
el sabor entrañable de
los Kreppel,
los chorizos caseros de
la carneada,
el amor inconmensurable
de mamá,
la sabiduría infalible
del abuelo,
los amigos de la
infancia,
los patios inmensos con
huertas,
vacas lecheras para
ordeñar,
el Nuschnick, allá lejos,
en el fondo,
bien lejos de la casa…
y la colonia, la hermosa
colonia,
y su gente, su bella
gente,
el dialecto alemán,
las tradiciones,
las costumbres,
la fe en Dios…
y la familia,
siempre la familia,
el sostén de nuestra existencia.
¡Todo esto en este libro!
“Lo que el tiempo se
llevó de los alemanes del Volga”.
¡No se lo pierda!
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