El transcurrir del tiempo se llevó
invalorables tesoros de nuestra infancia. Sepultó en el pasado seres,
acontecimientos y cosas que nos formaron, marcaron y forjaron nuestra identidad
individual y colectiva. Se llevó a nuestros padres, que hoy descansan en el
cementerio, a nuestros abuelos, que también murieron hace muchos muchos años, a
vecinos, amigos y a un montón de parientes que en la infancia nos colmaron el
alma de dicha y buenos momentos. Se llevó tradiciones, costumbres, formas de
vida, de pensar, de afrontar la realidad cotidiana y de relacionarnos con los
demás. Todas cuestiones que hacen a nuestra identidad como personas únicas y
como colectividad. Para recuperar todo lo que perdimos, para volver a vivirlo,
para conservarlo de manera indeleble, es que nació el libro “Lo que el tiempo
se llevó de los alemanes del Volga”. Un libro que se puede adquirir desde
cualquier lugar del país, por correo, o personalmente en la ciudad de Buenos
Aires. En él está impreso el tesoro más valioso que tenemos: nuestro pasado,
nuestra identidad. ¡No se lo pierdan! (Comunicarse: juliomelchior@hotmail.com).
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