
En mi alma de niño todavía la veo a mi madre parada junto a la mesa, en la cocina, cortando rebanadas de pan recién horneadas para su marido y sus hijos; conservo en mi memoria el aroma a café con leche impregnando la casa; y el sol asomando en el horizonte, allá lejos, donde mora Dios. (Investigación y reconstrucción histórica: Julio César Melchior). (Para más historias, consultar mi libros "Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga" o "La vida privada de la privada alemana del Volga")
No lo viví en forma directa, pero cuando iba a la casa de mis Tíos en vacaciones, tanto an R. Calzada (Bs.As.) como ocasionalmente en Valle María (E.R.) esas secuencias están muy presentes. Además de los relatos que hacía mi Padre nos trasladaban (por lo menos a mí) allí.... Será quizás por ello que lo tengo tan propio....
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