Mamá siempre preparaba cosas ricas para la merienda, que generalmente acompañaba con mate cocido o té con leche o cascarilla. Nos esperaba, al regreso de la escuela, con Brotschnitze, Kreppel u otros manjares recién elaborados.
Mamá era puro amor. Mamá y las series de televisión de las cinco de la tarde, llenan nuestra memoria de recuerdos felices de la infancia.
Una infancia que sobrevive en dos libros: "La infancia de los alemanes del Volga" y "La gastronomía de los alemanes del Volga". Dos obras que todos debemos leer y atesorar en nuestras bibliotecas con amor.
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