Es la hora,
estoy en el andén,
el tren aguarda;
la vida no espera.
Reina la melancolía.
Me despiden seres queridos.
Me abrazan. Me estrechan.
Me dicen adiós.
Subo y me siento.
Abro la ventanilla.
La locomotora avanza.
El tren empieza a partir.
Y me voy yendo
como quien no se va,
dejando recuerdos,
encendiendo llantos.
muy hermosas palabras yo presicamente hoy me voy de mi hogar lo hago para crecer con mi esposa pero me deja una gran pena partir y me reflejan tus palabras....
ResponderEliminargracias ...
Gracias por tu comentario. Espero que tengas mucha suerte en el camino que inicias. Toda partida es dolorosa; pero, a la vez, necesaria, para continuar creciendo como persona.
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