Rescata

Para más información pueden comunicarse al WhatsApp: 2926 461373 o al Correo electrónico historiadorjuliomelchior@gmail.com

jueves, 22 de agosto de 2024

La rueca de la abuela

 En las largas y frías tares de invierno, abuela hilaba lana en la rueca, sentada junto a la ventana, mientras fuera caía una lluvia suave y monótona. Hilando recordaba su aldea natal, ese terruño junto al Volga, la casa donde había nacido, el patio donde transcurrió su infancia, los amigos de la escuela, sus hermanos y sus padres, que la vieron marchar, agitando los pañuelos, los ojos llenos de lágrimas.
El viaje en barco, la travesía cruzando el océano junto a su marido, recién casados, solitos, rodeados de extraños, de personas que conversaban en un idioma que no comprendían. Mirando la inmensidad del mar, el horizonte infinito, tan inmenso e infinito como sus miedos y sus ilusiones, su esperanza en un mañana mejor, allá, en la Argentina, en una aldea recién fundada, con todo por hacer.
El desembarco en el puerto de Buenos Aires, la ciudad cosmopolita, familias que llegaban de todas las regiones del mundo, migrantes que hablaban desde italiano, español, polaco, ruso, turco y decenas de idiomas más, todos convergiendo aquí, en esta tierra que los recibía con los brazos abiertos.
Llegar a la aldea, la alegría de los que ya estaban arraigados aquí, pero aun esperando novedades de los que habían quedado allá, en la remota aldea, cerca al lejano Volga.
Descargar del carro los baúles, los enseres y la rueca, la mítica rueca que los acompañó en el desarraigo, que enjugó el llanto que en solitario lloró abuela durante los primeros meses, mientras hilaba en silencio, confeccionando lana para tejer pulóveres, guantes y bufandas.
Esa misma rueca que la acompaña ahora, en su vejez, hilando lana para tejer prendas para sus nietos, esos nietos que le iluminaban los días, cuando llena de nostalgia y melancolía, recordaba su aldea natal, esa que un día de hace mucho tiempo, se vio obligada a abandonar para buscar un futuro mejor para sus hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario