Rescata

Para más información pueden comunicarse al WhatsApp: 2926 461373 o al Correo electrónico juliomelchior@hotmail.com

lunes, 31 de marzo de 2025

1 de abril: día de bromas en las colonias de antaño

 El primero de abril de cada año se celebraba el día de las bromas en las colonias de antaño, una jornada en la que los pícaros que adherían a este festejo se aprovechaban de la ingenuidad o confianza de las personas poniendo a prueba su credulidad con engaños divertidos sin mala intención, bajo el argumento (expresado en el dialecto que se habla en las colonias) de “der erste April schickt man die Narren, wo mer will”, que se traduce como el 1º de abril se manda a los tontos donde se quiere.

Como todas las costumbres de los habitantes de las colonias, esta también tiene sus raíces en antiguas tradiciones que se remontan a la Edad Media, incluso más allá. Tanto, que llegar a sus orígenes es una empresa harto difícil. Porque es tarea casi imposible separar el mito y la leyenda de los hechos históricos que, tanto en las fuentes orales como escritas, se entremezclan permanentemente.
Sin embargo, muchos historiadores coinciden en que las pruebas históricas más convincentes sugieren que estas bromas propias de cada primero de abril tuvieron su origen a principios del siglo XVI, cuando en Francia aún se celebraba el día de Año Nuevo el 25 de marzo. Celebraciones que duraban una semana y que concluían con intercambios de regalos, banquetes y fiestas, y se prolongaban hasta el 1 de abril. Hasta que, en el año 1564, con la adopción del calendario gregoriano, reformado y más exacto, el rey Carlos IX, proclamó que el día de Año Nuevo se trasladaba al 1º de enero, pero muchos franceses opuestos a este cambio, y otros que meramente lo olvidaron, siguieron con sus festejos y sus intercambios de obsequios durante la semana que concluía el 1 de abril, Los bromistas ridiculizaron este apego de los más conservadores empeñados en mantener la antigua fecha del Año Nuevo, enviándoles obsequios absurdos e invitaciones a fiestas inexistentes, naciendo así el festejo que, con el transcurso de los años, se convirtió en una tradición. 
Otras fuentes, aunque sin demasiado respaldo histórico, asocian la costumbre a la Dieta de Augsburgo, de 1530, en la que especuladores perdieron el 1 de abril mucho dinero, siendo todos objetos de burlas, pasando esa fecha a llamarse “el día de los engañados”. Lo mismo que otras fuentes, sostienen que el primero de abril tiene raíces en antiguas festividades paganas, lo que probablemente tenga en algún punto una base de veracidad, como sucede con muchas tradiciones y costumbres de la cultura occidental.
Sea como fuere, esta celebración se extendió por toda Europa, adaptándose a cada región del Sacro Imperio Romano Germánico, de donde se la llevaron consigo los germanos que emigraron al Imperio Ruso, respondiendo al llamado colonizador de Catalina II La Grande,  y un poco más de 100 después, al dejar atrás sus aldeas erigidas en las cercanías del río Volga, la trajeron consigo a la Argentina, y la conservaron hasta no hace muchos años en las colonias fundadas aquí, en que una persona incauta aún podía el 1 de abril ser sorprendida con una broma y al exigir una explicación recibir como toda respuesta “der erste April schickt man die Narren, wo mer will”.
 
Julio César Melchior
Lleva más de 30 años dedicados a rescatar, revalorizar y difundir la historia y cultura de los alemanes del Volga. En la actualidad tiene disponibles tres títulos sobre los alemanes del Volga: “Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga”, en el que rescata la historia y las antiguas tradiciones y costumbres de los pueblos alemanes, “La infancia de los alemanes del Volga”, en el que reconstruye cómo era la niñez en las colonias, y “La gastronomía de los alemanes del Volga”, en el que rescata más de 150 recetas tradicionales. Para adquirir los libros  pueden comunicarse a juliomelchior@hotmail.com o al WhatsApp 2926 461373. También pueden visitar su blog: www.hilandorecuerdos.blogspot.com 

domingo, 30 de marzo de 2025

Los inolvidables carros de los alemanes del Volga

 Los carros tirados por caballos fueron un medio de transporte esencial para los inmigrantes que llegaron a Argentina a finales del siglo XIX. En una época en que los ferrocarriles eran escasos, porque recién comenzaban a conquistar territorio, y los caminos, en muchos casos, inexistentes, los carros tirados por caballos se convirtieron en la principal forma de transportar personas, mercancías a través de las vastas llanuras y la producción del país.

Los carros tirados por caballos permitieron a los inmigrantes transportar sus pertenencias desde los puertos hasta sus nuevos hogares, a menudo ubicados en zonas rurales remotas. Además, estos carros se utilizaron para transportar productos agrícolas y ganaderos desde las zonas de producción hasta los centros de distribución y consumo.
También fueron importantes para el desarrollo de las aldeas. Se utilizaron para transportar materiales de construcción, como ladrillos, piedras y arena, que se utilizaron para construir viviendas. Como asimismo se usaron para transportar pertenencias personales, para realizar todo tipo de trabajos para uso personal de las familias. Fueron un símbolo de la vida rural y de la vida en la aldea.
En resumen, los carros tirados por caballos fueron un medio de transporte esencial para los inmigrantes que llegaron a Argentina a finales del siglo XIX. Permitieron el transporte de personas y mercancías, contribuyeron al desarrollo de las aldeas y se convirtieron en un símbolo de la cultura popular argentina.

Las antiguas tradiciones y costumbres de los alemanes del Volga las encuentran en mi libro "Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga". Para más información pueden escribirme al correo electrónico juliomelchior@hotmail.com o al WhatsApp 2926 461373.

domingo, 9 de marzo de 2025

Masitas de amoniaco de la abuela

Ingredientes:
1 kg harina
250 g de azúcar
4 huevos
2 cucharadas de amoniaco
300 g de grasa
1 taza de leche
 
Elaboración:
Colocar la harina en un recipiente en el centro agregar los huevos, azúcar, y la grasa derretida
Aparte entibiar la leche y agregarle las 2 cucharadas de amoniaco, revolver e incorporarla a la preparación anterior.
Amasar hasta formar una masa suave, pero con cuerpo. 
Cortar de la forma deseada y cocinar a fuego máximo por 15 o 20 minutos en horno.

Más recetas más de comidas típicas, postres, licores, quesos, panes, en el libro “La gastronomía de los alemanes del Volga”, de Julio César Melchior. Lo pueden adquirir escribiendo a juliomelchior@hotmail.com o por WhatsApp al 2926-461373.

lunes, 3 de marzo de 2025

Ni la lluvia pudo frenar la 10° edición de la Strudel Fest

 La fiesta del tradicional postre alemán se realizó con gran éxito, adelantando su horario por la amenaza de lluvias. El evento contó con la presencia del intendente Ricardo Moccero, autoridades municipales y el reconocido cocinero Juan Ferrara, además de la música en vivo de la Zillertal Orchester. Y se llevó a cabo en la localidad de Pueblo Santa María, en el Partido de Coronel Suárez, en la Provincia de Buenos.

Durante este domingo, la décima edición de la Strudel Fest volvió a reunir a la comunidad en una celebración cargada de tradición, música y el sabor inconfundible del tradicional postre alemán. Este año, además, la fiesta tuvo un significado especial, ya que por primera vez fue declarada Fiesta Provincial, un reconocimiento que destaca su importancia dentro del calendario cultural de la región.
Tuvo como atractivo y desafío llegar a los 100 metros, algo que superó con los 100,50 mts que fueron celebrados con gran algarabía por todos los presentes.
Durante la jornada, vecinos, integrantes de distintas instituciones y autoridades municipales trabajaron en conjunto para elaborar el strudel gigante, una de las atracciones principales del evento. Debido al pronóstico del tiempo que anunciaba lluvias para el mediodía, la celebración tuvo que adelantarse, y efectivamente, la lluvia llegó cerca de las 11 de la mañana, cuando ya se había disfrutado gran parte de la festividad.
El intendente municipal Ricardo Moccero, acompañado por parte de su gabinete y concejales tanto del oficialismo como de la oposición, estuvo presente en la fiesta, destacando el valor de la identidad cultural y el trabajo en comunidad.
También se contó con la presencia del reconocido cocinero Juan Ferrara, quien sumó su experiencia gastronómica a esta edición especial. La preparación del strudel fue un momento de unión, con la participación activa de voluntarios que ayudaron a extender la masa, distribuir el relleno y dar forma a esta delicia que caracteriza a la colectividad alemana.
La música, infaltable en esta celebración, estuvo a cargo de la Zillertal Orchester, agrupación proveniente de la provincia de Santa Fe, que deleitó a los presentes con un repertorio típico que hizo bailar y cantar a todos los asistentes. La combinación de buena gastronomía y entretenimiento generó un ambiente festivo que reafirma la importancia de esta festividad dentro del calendario de eventos de la región.
Con un marco de público que disfrutó de cada propuesta, la Strudel Fest en su décima edición reafirmó su lugar como una de las fiestas más esperadas del año, manteniendo vivas las raíces culturales y fortaleciendo el sentido de pertenencia de la comunidad.

Texto y fotografías extraídos de La Nueva Radio Suarez. (No dejen de visitar la página digital de La Nueva Radio Suárez y ver todas las fotografías y videos de una cobertura excelente de la 10º Strudel Fest: https://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/ )

La receta de este sabroso Strudel y 150 recetas más de comidas típicas, postres, licores, quesos, panes, en el libro “La gastronomía de los alemanes del Volga” de Julio César Melchior. Lo pueden adquirir escribiendo a juliomelchior@hotmail.com o por WhatsApp al 2926-461373.











sábado, 1 de marzo de 2025

El valor de la cocina como espacio de encuentro familiar

 La cocina era el corazón del hogar, donde la familia se reunía para compartir comidas, conversar y pasar tiempo juntos. Era un espacio de encuentro y convivencia, donde se fortalecían los lazos familiares y se transmitían las tradiciones de generación en generación.
La cocina también era un espacio de producción donde se transformaban los productos del campo en alimentos para la familia. Era el lugar donde se transmitían los conocimientos culinarios de madres a hijas, de abuelas a nietas, donde se compartían recetas, técnicas de cocina y secretos culinarios, manteniendo viva la tradición gastronómica de la comunidad. Era un símbolo de identidad y pertenencia.
Los sabores y aromas de los platos tradicionales evocaban recuerdos de la tierra natal y de las costumbres de sus antepasados. Por eso también era el lugar donde se reafirmaba la identidad cultural y se fortalecían los lazos con la comunidad.
En ocasiones especiales, como bodas, bautizos y fiestas religiosas, la cocina se llenaba de actividad y aromas, con la preparación de platos tradicionales que se compartían con familiares, parientes y amigos. La cocina era un lugar de encuentro y celebración, donde se compartía la alegría y también los momentos difíciles.
La cocina era un lugar de encuentro familiar, de trabajo y producción, de aprendizaje y transmisión de conocimientos, de reafirmación de la identidad cultural y de celebración de la vida en comunidad. La cocina era el corazón del hogar y un elemento fundamental del patrimonio cultural de los alemanes del Volga.