Rescata

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martes, 31 de mayo de 2011

La felicidad

La felicidad existe para aquellos que lloran, aquellos que les duele, aquellos que han buscado, aquellos que han tropezado; porque solamente ellos pueden apreciar la importancia de las vivencias que han tocado sus vidas.

lunes, 30 de mayo de 2011

Crónica de un amor infiel

Se sentó al lado del arado. Se sentía exhausto. No tanto de caminar siguiendo el surco que el arado mancera abría en la tierra sino por el agobio de la soledad que pesaba en su alma. Miró hacia la distancia sin ver la realidad, con los ojos vagando en la estepa estéril de su espíritu. Suspiró hondo y la cadencia del suspiro llenó el silencio de la tarde que moría con el sol.
Se puso de pie, se sacudió la tierra con el sombrero y azuzó el caballo que volvió a arrastrar el arado. Dos o tres gaviotas lo acompañaban en lo alto del firmamento lanzándose en picada de vez en cuando para recoger un gusano o algún otro bicho que la labor dejaba al descubierto sobre la tierra labrada.
Caminó unos pasos y otra vez se detuvo. Consultó el reloj de bolsillo y meneó la cabeza. Aún era temprano. Para él, que le sobraba tiempo, siempre era temprano. Agitó las riendas y el caballo nuevamente se puso en marcha, lanzando un relincho de fastidio, aburrido de la obligación de tener que detenerse a cada momento.
El colono caminaba absorto en sus pensamientos. De vez en cuando tropezaba con un cascote que el arado no lograba deshacer y una blasfemia escapaba de su boca reseca y sedienta. Pero a pesar de todo, seguía andando, indiferente y ajeno a la tarea que desarrollaba y a la realidad que lo circundaba. Su cuerpo estaba allí pero su alma no, su alma vagaba en algún punto lejano del recuerdo.
Al anochecer desenganchó el caballo y montándolo se dirigió rumbo a la casa que se divisaba a unos dos mil metros del lugar donde trabajaba. El animal marchó con paso ligero, presuroso de llegar al bebedero junto al molino para mitigar la sed. Bestia y hombre calmaron la sed en el mismo sitio y con el mismo entusiasmo. El caballo se vio libre y el hombre colgó las riendas en el alero del galpón. Luego encaminó sus pasos hacia la vivienda.
Las estrellas principiaban a emerger en el cielo y una luna llena comenzaba a brillar amortajando de contrastes grises la casa que aún permanecía a oscuras. El hombre ingresó a ella y a tientas encendió una lámpara a kerosén. La lumbre, débil y pálida, iluminó una habitación humilde, con una cocina a leña, una mesa, un banco colocado contra la pared, unas sillas dispersas y un enorme reloj de pared colgado en uno de los rincones.
Con paciencia monacal encendió el fuego de la cocina a leña y puso a calentar una sartén con aceite; cuando de súbito entró corriendo un perro que se abalanzó sobre él, seguramente dichoso de que su amo le diera vida a la casa luego de toda una tarde de silencio.
Una hora después, bañado y pulcramente vestido, el colono cenaba huevos fritos y chorizo casero bebiendo abundante vino. Comía como realizaba todos los actos de su existencia: reconcentrado en sus propios pensamientos, mirando hacia la nada. Los ojos nunca parecían ver lo que tenían delante. Eran indiferentes a las cosas y a los hombres: expresaban una infinita desolación.
Cenó y bebió en cantidad. Aturdido y embotado, se fue a dormir. Su sueño era tan extraño como lo era su forma de vida: acongojado y un permanente martirio. Gemía, murmuraba el nombre de una mujer, sudaba en exceso y a veces despertaba desesperado. Y de madrugada era común que desvelado esperara el día mirando el techo sin verlo, con las manos crispadas, el cuerpo sudoroso y los ojos inundados por el llanto.
La razón chapoteaba en el fango de la evocación de un recuerdo amargo próxima a la locura. El alma era presa de una flagelación permanente. Cada imagen que surgía en su atribulada mente convergía invariablemente hacia el instante en que su esposa le dijo adiós para ir a reunirse con el amante. La escena y las palabras profundizaban la angustia y lastimaban aún más su vanidad de hombre humillado pero no podía dejar de rememorar ese momento terrible.
Tenía treinta años, un hijo de cinco que estaba al cuidado de la abuela, una mujer que a esa hora dormía abrazado a otro, y una ilusión despedazada por un amigo que enamoró a su esposa mientras él, feliz y orgulloso de la familia que poseía, araba la tierra bosquejando planes para hacer crecer y prosperar la chacra pensando con ello obtener mayores beneficios económicos con los que brindarle a su amada un matrimonio basado no solamente en la dicha espiritual sino también en el bienestar material. Proyecto que no pudo cumplir porque el destino trastocó la obra que estaba representando: de comedia la transformó en tragedia con un solo actor como protagonista, él mismo, y un solo sentimiento impregnando el libreto, su propio sufrimiento.

Sabiduría interior

Un sabio cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar.
La gente no dio mucha importancia a su presencia, y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población.
Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas y burlas de los habitantes de la ciudad.
Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo.
En vez de fingir que los ignoraba, el sabio se acercó a ellos y los bendijo.
Uno de los hombres comentó:
¿Es posible que además, sea usted sordo?
¡Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras!
- "Cada uno de nosotros solo puede ofrecer lo que tiene".
Fue la respuesta del sabio.

Uno crece cuando...

¡Uno crece cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores! ¡Y de encenderse con residuos de amor!

Fotografías recientes de los pueblos alemanes





domingo, 29 de mayo de 2011

Mi corazón vivirá por ti

Aunque enmudezcan sus trinos
los pájaros en el amanecer
y dejen de amarse en el lago
los cisnes en la aurora.

Aunque el sol nuble su luz
tras las sombrías huestes del invierno
y el cielo pinte de oscuridad
el horizonte de mi destino.

Aunque la vida sea un exilio
en la tierra de la desesperanza,
cantando tristes endechas
bajo las sombras del ayer.

Aunque la luz de mis ojos se apague
en el sufrimiento de mi alma,
mientras mi ser se consume
en el fuego de los sueños truncos.

¡Mi corazón vivirá por ti!

Aún destrozado en el llanto,
aún en la soledad más absoluta,
aún sabiendo que nunca llegarás
a amarme como yo te amo a ti.

¡Mi corazón vivirá por ti!

Y aunque no conozca la felicidad
de compartir mi amor contigo,
me conformaré con la dicha
que el destino te prodigue.

Y seré feliz,
sabiéndote feliz.

Geraldine Schwindt expuso en ARTEBA 2011

Excelentes criticas de su obra “Cobra”.

(Fuente: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/ )


El Rotary Club de Coronel Suárez desea hacer conocer a la comunidad que el pasado 21 de mayo expuso sus pinturas en ARTEBA 2011 la joven Geraldine Schwindt, con un éxito resonante aunque no inesperado por la calidad de sus obras.
Recibió críticas muy elogiosas de varios exponentes famosos de las bellas artes de nuestro país y sus trabajos fueron vendidos al final del evento, alcanzando valores muy importantes.
“Nuestro Club se complace enormemente por el éxito alcanzado por Geraldine, quien fuera estudiante de intercambio internacional de jóvenes de Rotary en Europa, representado a nuestra ciudad durante un año”.
Para la joven artista suarense no resulta inesperada la presentación por cuanto ha iniciado una carrera con grandes satisfacciones a partir de su talento innato, expresando en cada una de sus obras una inmensa cuota de sensibilidad, que pone de manifiesto en cada creación.
Para representar la trascendencia de su ultima presentación debemos señalar que ArteBA, Feria de Arte Contemporáneo, es el evento cultural más concurrido de la ciudad de Buenos Aires y el más importante de Latinoamérica, condensa esta energía y se convierte en un polo turístico y centro de negocios.
Por ArteBA transitan los más destacados coleccionistas y personalidades de la cultura, ávidos por descubrir propuestas diferentes, por inspirar nuevos aires y no simplemente más de lo mismo.
Es este el momento en que las galerías exhiben sus mejores obras de arte latinoamericano, ofreciendo al público su encuentro con piezas de colección, como así también el momento donde los nuevos espacios de la región presentan los artistas más jóvenes enmarcados en las últimas tendencias, aquellos que no es posible hallar en otras ferias.

Fotografías del recuerdo reciente de los pueblos alemanes







Sé fiel a tus principios y a tus sueños...

Sé fiel a tus principios y a tus sueños. Nunca te avergüences de ellos. Ni en la pobreza ni en la abundancia; ni en la amistad ni en la soledad; ni en el amor ni en la orfandad. Porque ellos conforman tu identidad, tu personalidad, tu carácter, y le dan sentido a tu existencia. Sin ellos no eres nadie. Simplemente serás un barrilete que el viento del deseo de los demás llevará a volar a su antojo, sin rumbo ni horizonte. Terminarás extraviado, desorientado y desolado. Y en la vejez mirarás hacia atrás y no verás más que los pasos de una sombra que deambuló por la vida sin dejar más huella que el olvido de una tumba que el tiempo borrará para siempre ni bien cierres los ojos.

Sprichwörter (Refranes de los alemanes del Volga)

Wo die Arbeit zieht ins Haus,
läuft die Armut bald hinaus.

Fang deine Arbeit munter an,
dann ist si auch schon halb getan.

Was du heute kannst besorgen,
das verschiebe nicht auf morgen.

“Morgen, morgen, nur nicht heute!”
sprechen alle faulen Leute.

Auf einen Hieb fällt kein Baum.

Hans Gutgenug, der faule Knecht,
macht seine Sach’ nur halb und schlecht.

..................................................................................

Refranes…

Lo que la gente dice del trabajo

En la casa donde ingresa el trabajo,
la pobreza pronto se marcha.

Comienza tu trabajo con alegría,
y ya estará la mitad de la tarea concluida.

Lo que puedas realizar hoy,
no lo dejes para mañana.

“Mañana, mañana, no hoy,”
expresan todos los haraganes.

Un árbol nunca cae de un sólo golpe.

Juan Todo-Está-Bien, el peón perezoso,
hace sus cosas solamente a medias y mal.

sábado, 28 de mayo de 2011

El error más grande lo cometes cuando...

El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.
Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre o mujer es buscarse a sí mismo cada día. Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.

Esta noche 5º Fiesta del Acordeón en Pueblo Santa María

El Polideportivo de El Progreso recibirá un marco imponente de público y músicos de toda la zona, en un encuentro que lleva 5 ediciones consecutivas y sigue creciendo. Organiza Rotary Club Las Colonias

Habrá en total 45 acordeonistas que desplegarán lo suyo desde las 20:30 horas, cuando comenzará el espectáculo.
La cita es en el Club El Progreso de Pueblo Santa María, donde estimativamente habrá alrededor de 700 personas que disfrutarán de entre 5 y 6 horas de pura música, con los más diversos exponentes de este instrumento musical que está muy arraigado en la historia de los alemanes del Volga.
Así lo comentaron en La Nueva Radio Suárez Marcelo Fuhr, “Cholo” Rack y Marcelo Castorina, integrantes del Rotary Las Colonias, dando cuenta de esta propuesta, que surgió hace 5 años atrás y que cada vez se ha ido transformando en un encuentro más grande, más importante y de incumbencia regional.
Se recomienda a todos los que adquirieron tarjetas que concurran tempranamente, porque se estima que una vez comience el espectáculo se cerrarán las puertas del salón, porque para entonces tendrá colmada su capacidad.

jueves, 26 de mayo de 2011

Antiguas fotografías de los alemanes del Volga






Vive serenamente y disfruta tu vida

Vive serenamente y disfruta tu vida. Por ir de prisa no solamente pierdes la capacidad de mirar a tu alrededor. Pierdes también la capacidad de saber con exactitud hacia dónde vas y por qué, y no des por vencidos tus sueños, porque si los sueños mueren en ti, la vida es como un pájaro de alas rotas que no puede volar.

martes, 24 de mayo de 2011

Recuerdos de familia

El abuelo era comprensivo y noble y nos llenaba el alma de historias. Sentado sobre su falda aprendimos que existe un río lejano y misterioso llamado Volga y una aldea de ensueño donde él nació. Nos enteramos que un día se hizo a la mar para venir a la Argentina. Supimos de su secreta tristeza y de su hondo dolor, porque allá, allende el mar, quedó sus familiares, que nunca volvió a ver. Y nos emocionamos escuchándolo cantar melancólicas canciones que hablaban de amores imposibles, de despedidas y adioses permanentes

Cuando el abuelo envejeció, la memoria se le llenó de recuerdos y la nostalgia anidó en su alma como un pájaro herido. Los ojos profundamente celestes se colmaron de melancolía y el rostro se le pobló de finísimas arrugas. El cuerpo cedió y se encorvó como un árbol centenario inclina su tronco al paso de los años. Sus manos temblaban y sus movimientos eran inseguros. De tan frágil que era, siempre había que velar por su salud. Demasiado frío, le hacía mal. Demasiado calor, también. De la comida, ni que hablar... nada de sal, poca carne, mucha verdura... y sin embargo, jamás se quejó. Aceptaba la realidad tal como era. Poseía una enorme fortaleza y un arraigado orgullo bien entendido. "Muss mer alles nehme wis kommt", decía. "Der Herr Gott wos wasser macht". (“Se debe tomar todo como viene” – “Dios sabe lo que hace”)
El abuelo era comprensivo y noble y nos llenaba el alma de historias. Sentado sobre su falda aprendimos que existe un río lejano y misterioso llamado Volga y una aldea de ensueño donde él nació. Nos enteramos que un día se hizo a la mar para venir a la Argentina. Supimos de su secreta tristeza y de su hondo dolor, porque allá, allende el mar, quedó sus parientes, que nunca volvió a ver. Y nos emocionamos escuchándolo cantar melancólicas canciones que hablaban de amores imposibles, de despedidas y adioses permanentes.
El abuelo era dulce y tierno. Sabía comprendernos y era nuestro compinche cuando había que guardar un secreto, sobre todo si cometíamos alguna diablura de la que no tenían que enterarse mamá ni papá. Compartía nuestros juegos, nos enseñaba juegos nuevos, y nos miraba hacer la tarea, satisfecho de que sus nietos pudiéramos estudiar y ser alguien en la vida. Ya que el pobre abuelo solamente había podido estudiar hasta segundo grado y por eso, apenas si sabía leer y escribir. Pero eso no nos importaba, sabíamos que él era un hombre bueno y que era el mejor abuelo del mundo. Con el tiempo aprendimos que el poseía el más sabio de los conocimientos, que es la sabiduría que da la vida.
Estábamos tan unidos al abuelo que nunca pensamos que un día tendríamos que separamos: aún éramos muy niños para saber que hay una ley de la vida que dice que toda existencia humana tiene un límite y que ese límite es la muerte.
Y un día nos despertamos con la noticia de que el abuelo había fallecido. El mundo mágico, ese universo de cristal y cuento de hadas, se deshizo de golpe, se rompió para siempre. Sentimos un gran vacío y una tristeza que parecía no tener consuelo. Ni siquiera en los brazos de mamá pudimos comprender por qué Dios se llevaba a nuestro abuelo.
Enojados con el destino, junto a la familia velamos su cuerpo y acompañamos sus restos al cementerio, llorando desconsoladamente.
Frente a su tumba, y antes de marchamos, prometimos ser todo lo que el abuelo esperaba de nosotros, para que pudiera sentirse orgulloso de sus nietos. También prometimos que nunca lo íbamos a olvidar. Promesa que cumplimos, al escribir este relato.

Foto: José Melchior

Fotografía: ¡Inolvidables fiestas de casamiento!

La imagen rememora la fiesta de casamiento de Juan Andes y Juana Bauer que, con el devenir de los años y la vida, conformaron una hermosa familia basada en los nobles valores del amor. Los acompañaron, entre muchas otras personas, en aquella imborrable celebración: Serafina Andes, Alicia Gottfriedt, Juan Jacob, Rosa Gottfriedt, Paulina Roth, Juan Gottfriedt, Pedro Bauer, Rosa Hergenreder, Magdalena Gottfriedt, Juan Gottfriedt; Juan Jorge Jacob, Pedro Ricardo Jacob, Andrés Gottfriedt, Juana Gottfriedt

domingo, 22 de mayo de 2011

Mi hija

Miró hacia la calle. La oscuridad de la noche apenas le permitió distinguir la bomba de agua que se erguía enhiesta frente al corredor de la casa. Nada parecía moverse. El perro dormía en un rincón, acurrucado sobre el cuero de oveja.
Apartó la vista de la ventana y la mirada tropezó con la imagen de la ancina, que murmuraba una plegaria mientras entre las manos temblorosas sostenía un rosario. Más allá, su hijo menor dormía recostado en dos sillas agrupadas junto a la pared una al lado de la otra.
La cocina estaba iluminada por la luz mortecina de una lámpara a kerosén que pendía del techo. La mesa puesta, los platos servidos con guiso de arroz... Las sillas desparramadas como al descuido, como si una trágica novedad hubiera alborotado a la familia que hasta hace apenas unos momentos cenaba.
Lentamente colocó cada silla en su lugar. Reunió los platos en una pila, vaciando el contenido en la fuente que estaba en el centro de la mesa; juntó los cubierto. Despacio. Como pensando cada gesto. Ni un suspiro, ni una palabra, ni un ruido: sólo el breve rumor de los cubiertos dejaba oír su eco como una agonía en el abismo del silencio nocturno y sepulcral.
La anciana comenzó a sollozar quedamente. Dejó de rezar, se cubrió el rostro y murmuró “mi hija, mi pobre hija”.
El hombre, abatido, se derrumbó sobre una silla. Sus pupilas brillaron. Una lágrima rodó por la mejilla. Suspiró hondo.
El reloj de pared señaló las diez. Cada eco retumbó en la sala como el golpe de un martillazo hundiendo los clavos de la tapa de un féretro.
Se levantó de la silla. Caminó hacia el cuarto; abrió la puerta y... no pudo contener el llanto que emergió de su alma como un torrente.
Sobre la cama matrimonial, su mujer, con la mirada desorbitada, presa de una histeria próxima a la locura, los pechos desnudos, intentaba porfiadamente, darle de mamar a un niño envuelto en sangre, que hacía casi una hora había nacido muerto.

sábado, 21 de mayo de 2011

Fotografías de descendientes de alemanes del Volga

Matrimonio de Jorge Jacob y Elisa Streitenberger. Don Jorge cimentó una rica historia familiar y social. Son recordadas sus anécdotas e historias y su amor por la música. Como asimismo dejó una amplia descendencia que venera su memoria.
Década del ’60: Los hermanos Roberto, Ruben y Hugo Haffner, jugando en un carro ruso.
5º Grado de la Escuela Nº5, año 1992: Roberto Weinbender, Hernán Schwab, Mariano Beratz, Vanesa Gaab, Erica Berg, Andrea Schwab, Yésica Alarcón, Lourdes Arce, Verónica Denk, Roxana Montedeoca, Marina Navarrete, Diego Burgos, Mauro Sosa, Emiliano Henrich, Mariano Werbag, Roberto Salvatierra, Juan Cruz Sauer, Martín Ravainera, Mario Ullmann, Walter Seit, Marcela Jungblut. Profesora Matilde de Beltrán.

viernes, 20 de mayo de 2011

Se viene la gran Fiesta Regional de los Acordeones

El sábado 28 de mayo puntualmente comenzará la Fiesta a partir de las 21 hs. y volverá a ser todo un suceso. Mesas y sillas agotadas. Se amplió la cantidad de lugares disponibles para el público. Organiza el Rotary Club Las Colonias en el Polideportivo de El Progreso. Se espera una impresionante movilización.

(Fuente: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)

Cuando falta muy poco para el Festival que en su décima edición contará con más de 40 acordeones de nuestra ciudad, la región de influencia, abarcando inclusive a otras Provincias como La Pampa, los organizadores ya tienen asegurado un éxito rotundo mientras siguen llegando confirmaciones sobre la presencia de otros exponentes a este característico instrumento.
Marcelo Fuhr, Coordinador General de la Fiesta Regional y el principal impulsor de la misma, ha señalado que sorprende la gran repercusión que el evento esta teniendo en toda la zona, razón por la cual se eligió el amplio Polideportivo del Pueblo Santa Maria por su espacio y comodidad, y al agotarse las mesas se dispondrán de mas sillas en otros sectores del gimnasio.
Además la institución progresista será la encargada de la atención de la cantina y se esta planificando la manera en que actuarán los acordeones, estimándose que a mitad de la noche se producirá el tradicional desfile de todos los músicos, a fin de llevar a cabo la ceremonia inaugural que siempre despierta tanta curiosidad, aprovechando la oportunidad para algún numero especial, como fue el año pasado la interpretación del Himno Nacional Argentino con un grupo de acordeones.
El sábado 28 de mayo puntualmente comenzará la Fiesta a partir de las 21 hs. y volverá a ser todo un suceso.

Ya era muy viejecita...

Por José Ángel Buesa

Ya era muy viejecita... Y un año y otro año
se fue quedando sola con su tiempo sin fin,
sola con su sonrisa de que nada hace daño,
sola como una hermana mayor de su jardín.

Se fue quedando sola con los brazos abiertos,
que es como crucifican los hijos que se van,
con su suave manera de cruzar los cubiertos
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.

Déjenme recordarla con su vals en el piano,
como yéndose un poco con lo que se le fue;
y con qué pesadumbre se miraba la mano
cuando le tintineaba su taza de café...

Se fue quedando sola, sola... Sola en su mesa,
en su casita blanca y en su lento sillón;
y si alguien no conoce qué soledad es ésa,
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.

Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,
en aquel “hasta pronto” que fue un adiós final,
aprendí que unas manos pueden ser mariposas
-dos mariposas tristes volando en su portal.

Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:
ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.

Hisotria de amor alemana del Volga: la oveja descarriada

-No importan las palabras, importan los sentimientos. Lo esencial es invisible a los ojos,” reflexionó el sacerdote en un tono paternalista mientras observaba al pobre colono que, taciturno y pensativo, parecía reconcentrado en sus propias cavilaciones buscando los vocablos adecuados para justificar la decisión que había tomado.
-Además- continuó- no le debés ningún tipo de explicaciones a nadie. La decisión es tuya. Sos el único responsable de tu vida y solamente vos tendrás que rendir cuentas frente a Dios el día de mañana cuando te presentes frente a él. No te angusties por lo que puedan decir los demás. Tampoco tengas en cuenta los estúpidos prejuicios que la mayoría de la colonia parece esgrimir en contra de tu resolución, que para mí es loable... –discurría el sacerdote sin demasiado convencimiento. Como ministro de la iglesia católica estaba obligado a estar de acuerdo con lo que pretendía hacer el colono; pero como hombre, nadie le podía negar la posibilidad de la duda y confesarse a sí mismo que él nunca se casaría con esa mujer. Es difícil rehabilitar a una pecadora y vivir con ella de cara a la sociedad. Nunca le perdonarán su pasado y por lo tanto, jamás le permitirán integrarse plenamente a la comunidad. Y lo que es peor aún, el estigma de su pasado manchará el destino de sus futuros hijos.
-Los que te critican en secreto –prosiguió expresando el cura- mofándose de ti, y los que se oponen a tu determinación, no saben lo que hacen- esa frase bíblica pronunciada en tono elocuente le parecía de una retórica discursiva brillante-. No saben lo que hacen –repitió asumiendo una actitud demasiada solemne y dramática aunque acorde a la trascendencia del momento histórico de su vida. Se sentía juez, tenía en sus manos el veredicto final. Sus fallos eran inapelables entre los colonos. Y lo sabía muy bien porque en más de una ocasión había utilizado ese poder inmiscuyéndose en cuestiones privadas o sociales en los que la parroquia nada tenía que ver imponiendo sus propias opiniones. La idiosincrasia y las costumbres del pueblo se lo permitían.
El colono escuchaba en silencio. En la profundidad de su mirada se veía el brillo esperanzador de las estrellas: tenía la certeza de que el párroco le infundía la fuerza espiritual necesaria para llevar a cabo lo que tanto deseaba y que tantas pero tantas dudas desencadenaba en su mente.
-Vas a encarrilar en el buen camino a una oveja descarriada ¡y eso es bueno! ¡muy bueno!, exclamó levantando los brazos al cielo-. Asimismo, casarse es una bendición. Una maravillosa bendición. Vas a cumplir con el mandato de Dios: ¡Id y multiplicaos! ¡Sí Señor!
Mientras el sacerdote llenaba el ambiente de la casa parroquial con palabras en las que él mismo no creía, envolviéndolos a ambos en un nimbo de misticismo falso, el colono suspiró aliviado agradeciéndole la comprensión y la paz interior que empezaba a nacer en su corazón, aplacando el martirio de la incertidumbre.
El cura hablaba y hablaba... su prédica se extendía hacia la diversidad de bienaventuranzas divinas y la plenitud espiritual que alcanza el alma humana que acata los mandamientos de la ley de Dios.
-¡Y tú eres un ejemplo para todos! –casi gritó señalándolo-. Vas a casarte con una mujer que esconde un espíritu y una nobleza interior que ni te imaginas... es un diamante en bruto. Y te será entregado a ti. Vos deberás pulirlo y transformarlo a los ojos de Dios. Es un alma... -hizo una pausa, tragó saliva para hallar en su imaginación delirante las palabras y las metáforas adecuadas, para luego agregar que- vos quedate con su alma, con esa imagen perfectible y digna de redención y que los demás se queden con la imagen imperfecta de la carne corrompida.
El colono se agitó incómodo.
-A pesar de todo eso... vas ser feliz-, vaticinó el sacerdote sintiéndose profeta.
El hombre incorporó esa profecía en su mente transformándola en convicción. Ya no tenía ninguna duda. El padre sabía lo que decía. Nunca se equivocaba. Por qué iba a equivocarse justamente con él.
Una semana después, el colono se casó con la mujer que amaba, persuadido que estaba salvando de las llamas del infierno a una pecadora. Se sentía en paz consigo mismo, con Dios y con la sociedad pese a que ésta, luego, le recordaría permanentemente el pasado de su mujer mediante actitudes discriminatorias. Y hasta el mismo cura le haría conocer sus prejuicios evitando su compañía con comportamientos muy poco ortodoxos para un sacerdote pero acordes con el sentimiento y las normas de la sociedad en la que vivían que no veía con buenos ojos a una madre soltera.
Con los años la pareja tuvo cinco hijos. Los hijos tuvieron sus propios hijos y hoy los bisnietos de aquel hombre y aquella mujer escuchan este relato de boca de una anciana muy anciana que, sin embargo, olvidó los nombres de los protagonistas de esta historia que sucedió en las colonias hace mucho pero mucho tiempo.

Historia del más tradicional de los dulces argentinos...

Pese a las controversias sobre su origen, la historia oficial cuenta que el dulce de leche nació en la Argentina un 17 de julio de 1829. He aquí la historia de uno de los dulces más tradicionales de la República Argentina. Degustado e incorporado a la dieta diaria de los descendientes de alemanes del Volga desde los orígenes mismos de las colonias, pasó a ser, junto con el mate, un símbolo de la unidad de las dos culturas

Los hechos nos conducen a 1829 en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, durante un encuentro entre el General Lavalle y Juan Manuel de Rosas. Ambos habían firmado el 24 de junio el Tratado de Cañuelas con el fin de concluir las hostilidades y llamar a elecciones para integrar la Junta de Representantes. El 17 de julio, Lavalle llegó al campamento de Rosas muy cansado de cabalgar y pidió verlo para tratar asuntos pendientes. Como éste tardaba, no resistió la tentación de echarse una siestita en un catre de campaña que había a la mano, pero quedó profundamente dormido.
Una mulata que preparaba la "lechada" (leche caliente con azúcar) para el mate, al ver al "enemigo" acostado en el camastro de Rosas, indignada, fue a buscar ayuda para sacarlo de allí. En su premura, olvidó la leche sobre las brasas y ésta quedó hirviendo lentamente. Cuando volvió con refuerzos lo hizo al mismo tiempo que Don Juan Manuel, quien ordenó no interrumpir el sueño de su "hermano de leche" (los había amamantado la misma nodriza). Lavalle recién despertó al día siguiente, mas al retornar la mulata junto al fogón encontró la "lechada" convertida en una especie de jalea color marrón claro. Ella misma o algún soldado goloso probó aquel dulce y en su entusiasmo convidó a los que estaban alrededor: había nacido el dulce de leche.

Investigación y elaboración a cargo de Martín A. Cagliani, estudiante de Antropología Arqueológica e Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

jueves, 19 de mayo de 2011

No dejemos de vivir el ahora

Que ningún inconveniente nos quite el placer de vivir este segundo de vida a pleno. Puede ser el último. O quizás, también, puede ser que mañana nos arrepintamos de no haber aprovechado la oportunidad que ahora tenemos en la mano y no vemos por estar inmersos en el pasado o por soñar con el futuro por anticipado.

Fotografías de descendientes de alemanes del Volga

Año 1985. Primera Junta Vecinal de Pueblo Santa Trinidad. Carlos Crunger, Marcelo De Bernardi, Ángel Schwab, Juan Pino, Víctor Schwab, Ricardo Schwab, Agustín Perrig, Rubén Berg, Juan Kees y Héctor Haffner
Rufino Graff, Alberto Abete, Ofelia Weimann, Alicia Graff, Ana Scheffer, “Cacho” Graff, Rosa Graff y Gladys Graff
Año 1975. Fiesta de casamiento de los esposos Rosa Schneider y Luis Duckardt. Los acompañan: Luis Schwerdt, Juan Krieger y “Pocho” Graff

miércoles, 18 de mayo de 2011

Bichitos de luz

Bichitos de luz en un frasco
-farol de estrellas en el dormitorio-
sobre la mesita de luz,
junto a la Biblia y el crucifijo.

Luciérnagas iluminando la noche,
como los sueños el alma
de los niños pobres,
hijos de inmigrantes.

Los pasos iniciales que hicieron de la Argentina “el granero del mundo”

Por Orfilio Aguilar


Estas líneas, medio “sembradas al voleo”, llevan como único fin, recordar cosas que duermen, un poco, en el olvido, y que –en alguna forma- dieron los pasos iniciales para hacer de nuestra Patria “el granero del mundo”.
Trato de valorar el sacrificio, el espíritu de lucha, la fe que animaba la voluntad inquebrantable de aquellos hombres, que con los elementos más rudimentarios trazaron los primeros surcos, rompiendo esta tierra virgen que se entregaba, que recibía de aquellas manos callosas el grano de trigo, ese grano que –en un futuro que se hizo realidad- se convirtió en el pan de la humanidad.


Mi padre solía contar que -cuando joven- explotaba una chacra en la zona de Pigüé, explicándonos el sacrificio que se debía realizar para preparar la tierra en aquellos lejanos años.
En los primeros tiempos, se utilizaban los araditos de mancera. El rendimiento de los mismos no producía, al cabo del día, una tarea abundante pero sí muy sacrificada, pues la persona que lo conducía debía seguir paso a paso la marcha del caballo que lo tiraba, sin abandonar las manceras, para que el arado no saliera del surco.
Posteriormente, se introdujo el arado “Oliver Carro”, llamado así por tener lanza. Igual que los carros, se ponía un caballo de cada lado; la mencionada lanza servía de guía para que el arado no se desviara del surco. Este elemento de trabajo tenía una sola reja. Estaba equipado con asiento; ya el conductor no seguía de pie´.
Después, se fueron incorporando los arados de dos y tres rejas; pero, siempre, esta tarea fue un sacrificio, sobre todo en las mañanas crudas de invierno, ya que había que atar ocho caballos entre tronqueros y cadeneros. El hombre que lo conducía sufría los perjuicios del frío; la única forma de mejorar esta situación era tener buenos caballos surqueros; aprovechando esto, el hombre bajaba del arado y seguía caminando, hasta llegar a la vuelta de la amelga, y así sucesivamente.
Una vez terminada la tarea del día, ya al anochecer, se procedía al afilado de las rejas, trabajo fuerte, rudo, otro ejemplo del sacrificio que se debía realizar en aquellos tiempos.
Una vez roturada la tierra con tanto esfuerzo personal, se estaba ya en condiciones de iniciar la siembra.
Para entonces, ya se había realizado el curado de la semilla, con el fin de evitar –en lo posible- los estragos que ocasionaba el “Carbón Volador”. Esta tarea se efectuaba en forma muy rudimentaria. El producto empleado entonces fue el sulfato de cobre; este se disolvía en agua, más o menos al 10%; previamente, se enterraba hasta la mitad un barril, al que se le había quitado la parte de arriba; allí se preparaba el producto, con el líquido hasta un poco más de la mitad.
Una vez listo esto, el trigo se repartía en medias bolsas, estas una por vez; se introducían en el barril; a este se le colocaban cuatro clavos arriba, con el fin de colocar la bolsa abierta; el operador con un palo movía el cereal para que el remedio cubriera todos los granos.
Eso también se aprovechaba para hacer alguna limpieza del trigo, pues, al mover el cereal, los granos chuzos o pajas flotaba sobre el líquido; con una especie de colador, fabricado en la chacra, se sacaba todo quedando el trigo en mejores condiciones de limpieza.
Terminada esta tarea, la media bolsa se retiraba del líquido, colocándola en una chapa preparada en forma de canaleta; así, el líquido que escurría por la misma, se volvía al barril. Finalizado este trabajo, se realizaba el tendido sobre lonas para su secado final.
La siembra, según mi padre, en aquellos tiempos se hacía a “voleo”, es decir que un hombre a pie o en un caballo muy manso, sembraba trigo, cargando media bolsa del mismo. Al paso, sacaba un puñado de trigo, que arrojaba al aire, de manera que cubriera dos y medio a tres metros de ancho.
Detrás del sembrador, seguía la rastra, a efectos de cubrir la semilla y, así, evitar el daño de las aves. Estas rastras eran de madera y tenía dientes fijos; se tiraban a la cincha del caballo que montaba el rastreador y un ladero. En aquellos lejano años se conocían solamente dos variedades de trigo: “Barletta” y “Ruso”.
Para realizar la cosecha se utilizaba la máquina espigadora o atadora, porque se podía usar de las dos formas: la espigadora cortaba solamente las espigas, las que por medio de un tubo elevador, descargaba en el carro de catre; este era una especie de enrejado de madera; el carro seguía apareado a la máquina; una vez lleno, debía dejar el lugar al carro que marchaba detrás; el anterior debía llevar su carga hacia la parva.
La atadora hacía el corte abajo; tenía un aparato especial donde se formaba la gavilla; ataba con un hilo sisal, cortaba y arrojaba al costado.
Después empezaba la tarea de amontonar las gavillas; dos hombres más, según superficie de rastrojo, preparaban los montones; se paraban las gavillas en círculo y se cubrían con otras arriba para protección; pero si llovía con fuerza, se hacía necesario desparramar nuevamente los montones hasta su secado; amontonados de nuevo, se realizaba el transporte a la parva; para esto, debía tener colocado el catre mencionado anteriormente. El carro, además del conductor, tenía también el cargador; este recibía las gavillas que le alcanzaban los horquilleros que estaban en el rastrojo.
Estos carros transportaban el cereal al lugar donde se levantaría la parva para iniciar el trabajo. Esperaban allí tres ayudantes y el emparvador; este debía ser un profesional, a efectos de levantar una parva pareja, sin vacíos y bien firme. Él era el único responsable de la buena conservación del cereal allí depositado, hasta que llegara la trilladora, que podía demorar una semana o un mes o más, pues todo dependía de los compromisos contraídos en otras chacras.
Cuando llegaba la trilladora era una fiesta, pues en la misma venía una cantidad de personal que –junto a la máquina- se formaba una verdadera comunidad. Si no me falla la memoria, el personal estaba integrado así: una maquinista, un ayudante, un foguista, un aguatero, dos cosedores, un pisador de yugo, un yuguero, un aceitador, dos cortadores de hilo de las gavillas, al entrar al embocador, -un apuntador- el que debía llevar el control de bolsas trilladas y gastos, etc., un cocinero y cuatro horquilleros.
Una vez iniciado en el lugar la llamada estiba de trilladora; esta se confeccionaba así: se tendían dos filas de bolsas a lo largo, con la cantidad necesaria para el largo de la estiba; se colocaba una tercera fila al medio de las anteriores, para darle a la estiba la forma de pirámide (así debía terminar). En esa forma, si llovía, el cereal no se mojaba, porque el agua que caía se deslizaba por el tejido de las bolsas.

martes, 17 de mayo de 2011

Mi mundo es éste, mi vida es así… ¿Qué más puedo pedir?


Por Josefina Lindner


Tal vez no seré gran persona para el mundo, quizás no logre satisfacer lo que uno piensa de mí, solo soy así: AUTENTICA, como Dios me creó.
Sin rencores, sin medidas, voy transitando por la vida, donde en varias ocasiones ocultaré mi inocencia para convertirme en una mujer fuerte. Esconderte de todo mal que me pueda llegar a dañar no va con mi personalidad, sólo enfrento mi vida y mi destino sin bajar la mirada, sin dar un paso atrás. Mi pasado sólo lo llevo en una mochila sin utilidad, mi presente lo viviré a cada instante, sólo así sabré valorar lo que este mundo me da.
¿Y mi futuro? Mi futuro lo conquisto. Pero nunca sabré cuál será si no vivo el día de hoy, donde estoy rodeada de gente, de sentimientos que a mi corazón pueda sanar y así poder llegar a ser una persona especial para mí.
No comparen mis palabras con un mundo de fantasía, un mundo irreal, no pretendo ser importante para los demás, no deseo ser una alta persona para la sociedad. Solo quiero ser una más, hacerme valorar por lo que día a día ven en mí, y no llegar a ser una mujer artificial para ganarse tan sólo un poco de amor de los demás.
Quien me acepta tal cual soy, se lo devolveré con una sonrisa.
Quien rechaza mi personalidad, no daré a cambio desprecio.
Uno es quién es, no cambiarán algo en mí que estuvo desde que nací, por intentar ser aceptada, por llenar un hueco con una mirada cálida. Sólo quiero que me acepten como soy.
Si en este mundo hay personas que no lo ven así, sólo pegaré media vuelta y seguiré mi camino. Al fin, sólo soy así: autentica. No tengo doble fin.
Me siento especial, tengo una vida, una boca donde puedo expresar mis sentimientos más sinceros; tengo ojos donde puedo contemplar lo que rodea mi lugar.
Solo doy GRACIAS a Dios y a mis papas por darme la vida, una vida que la sabré vivir día a día, una vida con un principio y un final que nadie sabrá cual será:
Sólo lo sabe mi destino y Dios.
MI MUNDO ES ESTE, MI VIDA ES ASI… ¿QUE MAS PUEDO PEDIR?

Soledad

Por Giuliana Urban
Quién hubiera creído que se hallaba
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Es una lástima que no estés conmigo.
Hay días en que siento una desgana,
días en que abro el diario con el corazón en la boca
y resuelvo las palabras cruzadas.
Quién iba a imaginar cuando empezábamos,
sin pretextos,
sin las cosas que unen o separan,
que después del amor saldrá la noche
a inventar la verdad
como si el amor fuera solo una tentativa
de frío y de la sombra del tedio y el combate.

El escritor Julio César Melchior brindó una conferencia en la Escuela Nº5 de Pueblo Santa Trinidad

A instancias de una invitación cursada por la bibliotecaria Laura Beratz, el escritor Julio César Melchior brindó una conferencia sobre tradiciones y costumbres de los alemanes del Volga en la Escuela Primaria Nº5 “José Hernández” de Pueblo Santa Trinidad. La misma se realizó en instalaciones del establecimiento y participaron alumnos de primer año “A” y “B” y las docentes Nancy Maier, Gabriela Schwindt, Alejandra Barreneche, la bibliotecaria Laura Beratz y la vicedirectora Ángela Carmona.
Durante el transcurso de la charla, el escritor contó antiguas tradiciones, costumbres, vivencias, anécdotas y juegos que jugaban los alemanes del Volga en su niñez, allá lejos en el tiempo, cuando los pueblos alemanes comenzaban a nacer y cristalizaron su posterior identidad dentro del distrito de Coronel Suárez.
Fotos 1 y 2:
El escritor Julio César Melchior durante la conferencia, acompañado de su hermana María Claudia Melchior.

Fotos 3 y 4:
Alumnos jugando antiguos juegos tradicionales de los alemanes del Volga.

lunes, 16 de mayo de 2011

Entrega de distinciones en la gran cena y baile aniversario

Distinción para Lidia Beier de Schwab. Fiel y constante trabajadora por la educacion y formación profesional.
(Fuente http: http: http: www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)


Como sucede todos los años y durante la cena y baile que organiza la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial de Santa Maria, el acontecimiento social es propicio para la entrega de reconocimientos a personalidades destacadas de la comunidad.
Lidia Beier de Schwab, es integrante de una familia tradicional y nativa de Santa Maria que ha sobresalido durante mas de 30 años por su querida Escuela Parroquial, desde la época de la Escuela Técnica que había creado le recordada Hermana Joela habiendo comenzado a trabajar desde los 16 años.
Fue la inolvidable conductora del micro que con miles de anécdotas condujo llevando y trasladando a alumnos y profesores desde nuestra ciudad hasta Santa Maria y a partir de allí, un compromiso constante, no solo cumpliendo con su labor especifica, sino que la cooperación con la organización de eventos, beneficios con disposición y solidaridad fueron siempre un constante ejemplo que merecía este reconocimiento en la noche de fiesta para Pueblo santa Maria.
Lidia Beier, agradeció emocionada y recibió nada mas y nada manos, la recompensada a todo ese amor y afecta que ella ha desplegado en todos estos años de disposición solidaria y fue el cuerpo directivo de la Escuela Parroquial representado por Marta Holzman de Krieger, Myriam Cattini y Julia Salotti las encargadas de entregar el sincero galardón.

Reconocimiento a la Cooperativa Eléctrica en la cena y baile aniversario de Pueblo Santa María

La Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial Santa Maria resalto sus 50 años de trayectoria.
Recibió la distinción el Presidente del Consejo de Administración Nicolás Roth durante la gran fiesta del sábado en Pueblo Santa Maria.
(Fuente http: http: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)


Otros de los organismos destacados en la noche del festejo del 124 aniversario de Pueblo Santa Maria, fue la Cooperativa Eléctrica del Pueblo San José quien en el próximo mes de septiembre, conmemorara sus 50 años.
El conductor de la ceremonia protocolar Luis Omar Baugartner , brindo detalles referidos al accionar de la entidad, hoy presidida por el dirigente de Pueblo Santa Maria, Nicolás Roth secundado por hombres de las tres localidades que han asumido el compromiso de la administración y gestión de la Cooperativa..
Se hablo de su nacimiento un 9 de septiembre de 1961 bajo los principios de abastecer de energía eléctrica a los tres Pueblos Alemanes, pero con el tiempo sus servicios fueron mas allá, incluyendo telefonía fija, Internet por banda ancha, servicio social de sepelio, antena comunitaria, aportes a las escuelas, becas de transporte para alumnos, con una gran masa societaria superior a los 2500 socios y otros proyectos de trascendencia para la actualidad.
La Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial agradeció además por estos 50 años de vida creciendo junto a Los Pueblos Alemanes por su trabajo sostenido y colaboración hacia las instituciones de la comunidad.
Tras la recepción de la placa que acredita el reconocimiento al servicio comunitario, hablo el Presidente del Consejo de Administración Nicolás Roth agradeciendo el presente y el constante acompañamiento de la comunidad que ha permitido un desarrollo social e institucional meritorio.

Gran Cena, baile y entrega de reconocimientos en Pueblo Santa Maria.

Organizo la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial. Festejaron el aniversario de la localidad. El Intendente Moccero anuncio el otorgamiento de un subsidio de 200 mil pesos para la compra del predio lindante al estadio deportivo. Lidia Beier y Cooperativa Eléctrica, los distinguidos.
(Fuente http: http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/ )


El sábado pasada mas de 700 personas, se dieron cita en el Gimnasio Polideportivo de Club El Progreso para festejar los 124 años recientemente cumplidos de la fundación del Pueblo Santa Maria y que como todos los años organiza con toda dedicación y esmero la Unión padres de Familia de la Escuela Parroquia.
Por lo tanto, su directora interina Marta Holzman de Krieger dio la bienvenida a las mas de 700 personas que compartieron la excelente cena con un menú típico para estas ocasiones, un gran baile amenizado por Los Errantes con su repertorio bien bailable y la entrega de reconocimientos.
Los mensajes centrales, estuvieron a cargo del senador Provincial Gustavo Moccero y de su hermano el Intendente Municipal quien anuncio para sorpresa de los presentes, especialmente los dirigentes del Club El Progreso, que se ha dispuesto un subsidio de 200 mil pesos destinado a la compra de las tierras que lindan con el estadio para la construcción de un parque deportivo y recreativo que tiene proyectado la entidad de Santa Maria.
Además Ricardo Moccero, entrego un subsidio para la Unión Padres de Familia de la Escuela Parroquial reiterando en sus palabras el entrañable afecto que de toda la vida lo liga con Pueblo santa Maria, no solo por su actuación política sino por lazos de amistad que vienen de la época de su padre.
En un pasaje de la cena y con la presencia del Director de Cine que se encuentra visitando los Pueblos Alemanes, se filmo una escena de la cena representando la fiesta de casamiento y toda la celebración familiar y tradicional para ese acontecimiento social característico de los Alemanes del Volga.
Después vino el gran baile amenizado por Los Errantes, que inmediatamente convoco a ciento de parejas que comenzaron a danzar al ritmo de polkas, valses y temas tropicales que mantuvieron atrapada la atención de tanta gente hasta la madrugada.
El Intendente Moccero junto a sus comitiva fue recibida por el Delegado Municipal Jorge Gregorio Streitenberger y autoridades de la entidad organizadora, que volvió a demostrar la excelencia en la organización y atención de tanta gente.

domingo, 15 de mayo de 2011

Fotografías de descendientes de alemanes del Volga

Jardín de Infantes de la Escuela Parroquial Santa María: Nerina Schwab, Vanesa Haffner, “Beto” Bauer, Ana Krieger, Gisela Russmann, Cristian Hoff, Marina Stremel, Sandra Schneider, Eric Streitenberger, Diana Meier, Daiana Maier, Yanina Schwab, Dolores Minig, Laura Schaab, Erica Rolhaiser, Facundo Loos, Patricia Ullmann, Román Recofsky, Juan Pablo Grenz, Patricio Ullmann, Sergio Graff, Luciana Schaab, Yésica Baumgertner y Rolando Lambrecht. Docentes: Marta Alberdi y Silvia Mariani.



Celebración de los 70 años de Rosalina Ditzel de Walter. La acompañaron en tan feliz acontecimiento: Marcela, Etelvina, Nélida, Santiago, José, Fermín y Cristóbal Ditzel.

Año 1983. Fiesta en la que se celebró un momento trascendente: la Primera Comunión de Cecilia Werbag. Una joven que con el correr de los años forjó una vida plena, con una familia feliz, y un destino consagrado a la comunidad, dentro de cuyo marco se dedica a ser útil llevando a cabo obras humanitarias y en beneficio del crecimiento de su pueblo. La acompañaron en la fiesta de comunión: Sergio Roth, Belén y Rosana Lindner, Eugenia Pekerle, Gabriela Werbag, Miriam Paredes, Marisa De Bernardi, Gloria Merkel, Darío Pekerle, Cecilia Scheffer, Mariana Gimenez, Diego Schreiner y Natalia Werbag.

sábado, 14 de mayo de 2011

Uno crece cuando...

Uno crece asimilando lo que deja detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir. Crece cuando se supera, se valora, y sabe dar frutos.

Abuelo está triste

Abuelo está triste.
Sueña con la estepa,
la nieve en la vastedad
y el cielo infinito.

El Volga congelado.
La aldea natal.
Las casas con sus chimeneas
y el humo en el horizonte.

Y la madre, el padre
y los hermanos,
allá, en kamenka,
lejos para siempre.

Abuelo está triste
y yo sé por qué:
su alma quedó
en la ribera del Volga.

El parto

Parió a su hijo
en la vasta pampa,
gritando el nombre
de sus amados padres.

Resonó el eco
en la tierra argentina;
pero su voz no alcanzó
la aldea natal.

Y lloró de alegría
con llanto de nostalgia,
mientras la comadrona le decía:
tuviste un varón, María.

La parturienta

En este amanecer nublado y gris donde, de vez en cuando caen gotas de lluvia, la parturienta mira los cristales de la ventana y llora con lágrimas que se parecen a las perlas de agua que resbalan en el vidrio.
Se siente sola. Está lejos de su hogar. De su tierra natal. Sin sus padres. Sin sus hermanos. Totalmente sola en la Argentina. Tiene un esposo pero no es lo mismo. La soledad la desgarra. No tiene con quien compartir la alegría de haber dado a luz a su primer hijo.
A nadie parece importarle. Todos continúan con las tareas rurales: hay que apurarse a levantar la cosecha de trigo antes de que llegue el otoño. ¿Y el amor? ¿Y la felicidad? Ella imaginó que la situación iba a ser diferente cuando diera a luz y no que la dejarían tan sola con su hijo, después de ayudarla a parir.
Y ahí está, sola, en el cuarto, dándole de mamar a su bebé, mientras ve llover. Los hombres están fuera, en los galpones, arreglando cosechadoras, reparando hierros, para no perder ni un minuto de tiempo. Hasta sus cuñadas ayudan. La llegada de una nueva vida es algo tan cotidiano como el trabajo diario.

¿Cómo hacían los bebés los alemanes del Volga?

Una calandria… un hornero… un gorrión… Mariposas… Un trigal amarillo meciéndose al compás de las osadas caricias de la brisa… Árboles: eucaliptos, sauces… Un arroyito que pasa y se va… Unas nubes… Un atardecer de verano… Luces y sombras… Y una jovencita y un joven que se besan bajo el parral…
-¡No! ¡Basta! –lo aleja ella de un empujón. Voy a quedar embarazada. Y si eso sucede tendremos que casarnos.
-¿Embarazada? –pregunta el chico atónito. ¿De dónde sacaste eso?
-Me lo contó mi madre. Me dijo que no me dejara tocar por ningún hombre porque voy a quedar embarazada.
-¡Eso es mentira!
-¡Es verdad! Es más… En la colonia cuentan que a Alicia la besaron en un casamiento, en un descuido de la madre, y hora se tiene que casar. ¡Está embarazada! ¡Qué humillación! Es el comentario del pueblo. Todo el mundo la culpa. Ya no puede llevar una vida normal. Ni siquiera puede asomar la cara a la calle.
-¡Eso no puede ser! –exclama el chico, que tiene 16 años.
-¡Sí puede ser! –insiste ella, que tiene 15.
-¡Dame otro beso! Todo el mundo sabe que los bebés nacen de un repollo o que los trae el arroyo. A mi hermano lo encontraron en la quinta, entre los repollos. A mi primo, me dijo mi tía, lo trajo la corriente del arroyo.
-¿En serio?
-¡Te digo que sí! Es cierto. Me lo contó mi padre y mi padre no miente jamás. Es una persona honesta. Va todos los domingos a misa. Le teme demasiado al castigo de Dios como para mentirme.
Frente a estos sólidos argumentos la jovencita se deja besar y besa. Cada vez con más pasión. Se deja tocar y toca. Terminan teniendo sexo sin saber que están teniendo sexo.
Unas semanas después se enteran de que van a ser padres y de que se tienen que casar para solucionar el “problema” que engendraron. La familia escandalizada no les deja opción.
Ninguno de los dos sabe cómo hicieron para tener al bebé.

jueves, 12 de mayo de 2011

Recuerdos de infancia: Mis abuelos

Mis abuelos jugaban a la felicidad en tardes de otoño, sentados bajo las sombras del nogal de hojas amarilla, que caían a sus pies, llorando las historias de seres perdidos en la remota distancia de la juventud, que relataban tomados de la mano, como dos novios adolescentes.
Él le hablaba de cosechas lejanas, de carros y caballos, de esperanzas y sonrisas, de ilusiones y sueños concretados.
Ella le contaba de cuando los hijos eran pequeños y la mesa grande de la cocina quedaba chica y la comida que preparaba era abundante y sabrosa.
Los dos conversaban sin escucharse. Eran dos viejecitos recordando sus historias a la sombra del nogal, en las tardes de otoño, cuando yo era niño y ellos dos sombras que se iban yendo en el atardecer de la vida.

miércoles, 11 de mayo de 2011

PUEBLO SANTA MARÍA FESTEJÓ SU 124 ANIVERSARIO

Bajo la distinción Santa María “Honor al Mérito” fueron distinguidos por su trabajo en la comunidad, la Cooperativa Eléctrica “San José” y Juan Oscar Baumgertner.

Moccero llamó a seguir trabajando en las instituciones para que los jóvenes encuentren en Santa María lo mismo que en la ciudad cabecera.
Se dirigieron a los presentes Nicolás Roth, en representación de la Cooperativa Eléctrica San José, el vecino Juan Oscar Baumgertner, la Directora de la Escuela Media Nº 2 de Santa María, Patricia Maier de Schroh y el Intendente Municipal, Lic. Ricardo Moccero.
El Jefe Comunal, Lic. Ricardo Moccero expresó que es necesario trabajar mucho por las tres colonias y llamó a la comunidad de la tercer colonia alemana a seguir apostando y comprometiéndose con las instituciones del lugar.
Señaló que “hay que trabajar para que en el futuro las generaciones digan que entre todos construimos este Santa María que nos merecemos para vivir”.
El Delegado, Jorge Streitemberger junto al Intendente Ricardo Moccero y el Presidente del Club Social Deportivo y Cultural El Progreso, Claudio Hoffman fueron los encargados de izar los pabellones de las banderas argentina, bonaerense y alemana.
Participaron del aniversario las instituciones educativas, el Taller Protegido de la mencionada colonia alemana, el Centro de Jubilados, la Peña Cultural Don Gregorio, funcionarios del gabinete municipal y vecinos en general.

Para estar bien con nosotros mismos

Aprendamos a vivir en soledad y a disfrutar de ella para estar a solas con la persona que más debe importarnos en este mundo: nosotros mismos. Y esto no es ser egoístas, todo lo contrario, es ser conscientes de que para ayudar al prójimo, para amar y ser amados, ser feliz y hacer feliz, primero tenemos que estar bien con nosotros mismos.

martes, 10 de mayo de 2011

Durante 10 días se filmará una película teniendo como escenario principal los tres Pueblos Alemanes

Finalmente llegó el viernes a Pueblo Santa Trinidad el cineasta Daniel Burmeister y ya ha tomado contacto con los Delegados, ha recorrido los tres Pueblos Alemanes y seleccionado los actores principales para su film.
(Fuente:
http://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/)

En conferencia de prensa, acompañado de Néstor Carbini, Subsecretario Municipal, Gisella García, Coordinadora del área de Turismo, y los Delegados Fabián Maier y Daniel Schwindt de Santa Trinidad y San José respectivamente, el cineasta explicó los alcances que tendrá el largometraje que filmará a lo largo de los próximos 10 días.
La historia tendrá un accidente, un casamiento y el retrato de las costumbres y tradiciones de los Pueblos Alemanes. Está centrada en una abuela viuda que malcrió mucho a su hija mujer, quien tiene también que ocuparse de la crianza de sus nietos ante la incapacidad de ésta de poder hacerlo correctamente.
Hay un amor antiguo con el almacenero del lugar que reverdece en la tercera edad. El accidente graficará la caída en un viejo pozo de los que se hacían en el ferrocarril en busca de agua para las máquinas, por lo que intervendrán Bomberos, enfermeras y médicos de Coronel Suárez.
El casamiento será bien tradicional, con la novia llevada hasta la Iglesia de Pueblo San José por los representantes de las entidades tradicionalistas; y aquí será la oportunidad para que participen muchos vecinos de la comunidad en la ceremonia religiosa, la que será oficiada por alguno de los Sacerdotes de los Pueblos Alemanes.
En Santa Trinidad se filmarán todas las escenas que se hacen dentro de la casa de la abuela que se ocupa de la crianza de sus nietos. En Pueblo San José se filmará el casamiento y en Santa María la fiesta posterior; y en los terrenos del Ferrocarril, en Coronel Suárez, ubicados sobre la Avenida Casey, se filmará el accidente.
Los actores principales ya fueron seleccionados el día sábado pasado en un casting al que concurrieron 50 interesados y es gente de los Pueblos Alemanes; y los actores secundarios serán todos los que se quieran ir sumar a lo largo de los próximos días, más los representantes de las instituciones que se convoque desde los organismos municipales.
La presencia de este cineasta está posibilitada por el Banco Provincia y la Embajada Alemana en nuestro país.

Tienes una sola vida

Tienes una sola vida. Vívela lo mejor que te sea posible. No la destruyas con remordimientos ni sueños que ya no puedes realizar. El pasado ya no existe y el futuro no sabes si vendrá. Lo único real, concreto y tangible es este presente. Por lo tanto siente cada cosa que hagas, disfruta de cada acto que lleves a cabo, y haz solamente lo que amas para que mañana no haya motivo de remordimientos ni reproches.