usar alpargatas llenas de agujeritos,
pantalones cortos en verano e invierno,
asistir a la escuela pisando escarcha,
salpicando el guardapolvo blanco,
llegar a clase con los pies helados
y estudiar toda la mañana sin calefacción,
tiritando de frío, repitiendo la lección,
mientras el maestro esgrimía el puntero
que, a veces, descargaba sobre nuestros deditos,
y nos íbamos a casa llorando,
donde papá, en vez de consolarnos,
nos infringía otra tremenda tunda,
mientras repetía, una y otra vez,
el maestro siempre tiene razón.
pantalones cortos en verano e invierno,
asistir a la escuela pisando escarcha,
salpicando el guardapolvo blanco,
llegar a clase con los pies helados
y estudiar toda la mañana sin calefacción,
tiritando de frío, repitiendo la lección,
mientras el maestro esgrimía el puntero
que, a veces, descargaba sobre nuestros deditos,
y nos íbamos a casa llorando,
donde papá, en vez de consolarnos,
nos infringía otra tremenda tunda,
mientras repetía, una y otra vez,
el maestro siempre tiene razón.
La infancia, aquella época en donde los niños que se hicieron mayores y de los cuales descendemos, se formaron, educaron, asimilaron costumbres y tradiciones de sus mayores, moldearon su carácter, sus creencias y valores, toda esa época que vivieron, la rescaté y plasmé en mi libro "La infancia de los alemanes del Volga" junto al idioma que, lentamente, se va perdiendo. Para que toda esa esencia sobreviva y no se diluya con el paso del tiempo, recopilé cada juego, cada canción, cada etapa de la infancia. Vale la pena hojear las páginas y volver el tiempo atrás. "La infancia de los alemanes del Volga" el libro bilingüe que rescata la época más tierna y añorada. WhatsApp: 011-22977044. Correo electrónico juliomelchior@hotmail.com.