Rescata

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miércoles, 28 de febrero de 2024

La aldea siempre fue nuestra patria cotidiana

Pueblo Santa María, Partido de Coronel Suárez, Provincia de Buenos Aires
 La aldea era la patria de nuestra infancia, con sus casas típicas, sus costumbres, su lengua y sus familias integradas por personas de bien, de palabra, que mantenían el compromiso asumido durante toda la vida.
Por eso los almacenes vendían su mercancía a crédito, anotando lo que el cliente se llevaba en una libreta, deuda que recién se cancelaba a fin de mes, cuando el papá cobraba su sueldo en el campo.
Se cocinaba todos los días y varias veces al día, usando productos caseros de la huerta, y amasando los propios fideos. Y se compartía la mesa con los padres, tíos y abuelos, y la comida que sobraba se reservaba para los vecinos, porque el barrio y la aldea eran una gran familia.
Los juegos de los niños en verano eran a la tardecita, cuando los mayores se sentaban en la vereda a tomar fresco. Se jugaba a la rayuela, a la escondida, a la mancha, a la farolera, a los Kosser, a la payana.
La vida en la aldea era sencilla pero hermosa, donde todos se conocían, los familiares y amigos se visitaban después de cenar, comían girasoles, conversaban sobre los trabajos que se realizaban en los campos, los niños que nacían, proyectaban el futuro para sus hijos y, en definitiva, eran felices. 

sábado, 24 de febrero de 2024

Se viene la 9° edición de la Strudelfest

Una fiesta con grandes y populares eventos que se llevará a cabo en Pueblo Santa María, Partido de Coronel Suárez, Provincia de Buenos Aires, durante el primer fin de semana de marzo, sobre la Avenida 11 de Mayo y en La Casa del Fundador".




Programa de “La Casa del Fundador”

Sábado 2 de marzo:
 Visita a Casa Museo: durante todo el día las puertas abiertas de la primera casa de la colonia mostrando como vivían nuestros abuelos y recordando historias de antaño.
 En el patio: Poder recorrer nuestro amplio patio y disfrutar de una merienda bajo la sombra de nuestro parque forestado escuchando toda la música típica.
Juegos típicos: distintos atractivos para los chicos y grandes con juegos tradicionales.
 Por la tarde 17 hs.: se encienden nuestros hornos de barro (Backhouffen), siendo un show único en su tipo para cocinar la más exquisitas comidas típicas.
Por la noche 21.30 hs:
 Cena en nuestros salones comedor. Menú: típico de carne y papas al horno de barro, ensalada, Füllsen, vinos, gaseosas, agua, cerveza artesanal Fundador, postre Strudel Gedehendes . la mejor música alemana a cargo del profesor Carlos Polak y videos históricos en pantalla. Previa reserva.
Reservas al 414425
 Cena en nuestro patio cervecero. Menú: carne tiernizada y papas al horno. Bebidas varias acompañadas por la mejor música típica en un predio totalmente iluminado.

Domingo 3 de marzo:
 8 hs.: se encienden nuestros hornos de barro (Backhouffen), siendo un show único en su tipo para cocinar la más exquisitas comidas típicas.
 Visita a Casa Museo: durante todo el día las puertas abiertas de la primera casa de la colonia mostrando como vivían nuestros abuelos y recordando historias de antaño.
 Estacionamiento gratuito dentro de nuestro predio para poder estar más cerca de los espectáculos y escenarios de la StrudelFest.
 En el patio: Poder recorrer nuestro amplio patio y disfrutar de una merienda bajo la sombra de nuestro parque forestado escuchando toda la música típica.
 Juegos típicos: distintos atractivos para los chicos y grandes con juegos tradicionales, inflables para chicos y no tan chicos además de otros juegos.
 Almuerzo en nuestros salones comedor. Menú: Menú típico de carne y papas al horno de barro, Füllsen, vinos, gaseosas, agua, cerveza artesanal Fundador, postre Strudel Gedehendes . la mejor música del acordeón de Carlos Polack y videos históricos en pantalla. Reservas al 414425
 Mediodía Patio, comidas tradicionales: carne tiernizada al horno y papas al horno.
 Bebidas: cerveza varias, cerveza artesanal “Fundador” alemana, agua, gaseosas.
 Por la tarde:
• Venta de Kreppel, Füllsen y Strudel Gedehende.
• Inflables, toro mecánico y demás atractivos para los más chicos.
Espectacular fin de semana para que toda la familia disfrute de una jornada como el equipo de “La Casa del Fundador” te sabe brindar.

martes, 13 de febrero de 2024

La infancia de los Alemanes del Volga

 Una latita de sardinas oxidada encontrada revolviendo la basura de la familia pudiente de la
aldea, era el autito, en realidad un camión, como el que tenía dl vecino de la otra cuadra de mi casa y que trabajaba en una empresa constructora.
Imitaba el sonido del camión y al tarrito lo cargaba con tierra para construir los caminos y puentes que surgían de mi imaginación. También transportaba agua para afirmar la tierra y piedritas para dar forma a las rotondas.
Otras veces, la latita se transformaba en carro y la enganchaba a dos Koser, que imaginaba dos potentes caballos que arrastraban los cereales que cargaba. Podían ser arvejas o porotos que a hurtadillas sacaba de la alacena de la cocina, bien ocultos, en los bolsillos. Semillas que después olvidaba y al mes nacían plantas de porotos por doquiera.

sábado, 10 de febrero de 2024

La huerta familiar, un clásico del verano

La familia alemana del Volga, como la de todos los inmigrantes que hicieron grande a este país, eran expertos en huertas, en generar sus propios alimentos, en comprar lo menos posible en los almacenes de ramos generales. Las aldeas se autoabastecían completamente. No solo eso, sino que aprovisionaban productos de verano para pasar los largos y crudos inviernos.
Las huertas tenían canteros de todo tipo de vegetales, hortalizas y verduras, que se mantenían limpios de yuyos, para lo que se usaba la pala, la azada y el rastrillo, producción que era regada a la mañana temprano y a la tardecita, con la colaboración de todos los integrantes de la familia, con la regadera y enormes baldes, generalmente sacando agua de un tambor que se llenaba con la bomba o con el molino, para que adquiera temperatura ambiente.
En el centro de la huerta se colocaba un espantapájaros, usualmente confeccionado con un saco y un sombrero viejo, y sobre algunos canteros, como los de la lechuga y de la remolacha, por ejemplo, se colocaban rectángulos de alambre tejido o hilos con tiras de cintas de colores, para que los pájaros no se vayan comiendo las plantitas mientras nacían. Asimismo, la huerta estaba cercada con alambre, para evitar que las vacas, las ovejas o cualquier otro animal doméstico ingresara para hacerse un festín, con tanta variedad de plantas y tonos de verdes.
De la producción que sobraba, luego del consumo familiar y de compartir con parientes, amigos y vecinos, se cosechaban y se trabajaba para llenar grandes barriles con Sauerkraut (chucrut) y Sauerkumer (pepinos en conserva), además de hacer otras variedades de conservas y encurtidos, cuyas recetas y secretos llegaron hasta nuestros días.

jueves, 8 de febrero de 2024

Die Blater (la bosta de vaca)

 Juan descargaba los Blater (bosta de vaca) del carro tirado por dos caballos sobre la carretilla, después la conducía al interior del Schepie (galponcito de chapa), donde, con meticulosa paciencia, los estibaba. Después regresaba con la carretilla vacía rumbo al carro para repetir la operación una y otra vez, hasta vaciar el carro.
Tarea que le llevaría toda la tarde, como le sucedió ayer. A la mañana salía al campo de un chacarero conocido en compañía de toda la familia, esposa y los hijos, hasta los más pequeños, a juntar y cargar la bosta al carro, almorzar un poco de pan con chorizo seco, algo de carne, unos mates, y emprender el regreso para volver a descargar y estibar en el Schepie.
Así, día tras día, durante una semana entera. En pleno mes de enero, en la época de más calor. Era menester aprovechar el tiempo seco y los días libres en el campo. Todos terminaban con las manos callosas y llenas de espinas.
La idea, como la de la mayoría de los colonos de la aldea, era acopiar suficientes Blater para pasar el frío invierno. Era necesario mucha cantidad de Blater para alimentar la cocina a leña durante toda una jornada, para cocinar varias veces al día y mantener el ambiente caliente.

Más tradiciones, costumbres y recuerdos en mi libro "Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga".