
Pasaron una hermosa tarde en ese bello lugar, lleno de recuerdos, nostalgia y amor por las raíces culturales e históricas de los descendientes de alemanes del Volga.
Pedro Schwerdt, propietario del lugar, los atendió de manera amable, les mostró las reliquias que atesora el museo, contó historias, relató hechos, anécdotas y mostró ser una persona que ama lo que hace y que trabaja por y para la cultura alemana del Volga.
En tanto, José Antonio Maibach, en el coqueto restaurant, sacó a relucir su sapiencia y sus conocimientos. Interpretó maravillosos temas musicales en el “Schnerorgllie”, instrumento musical típico de los alemanes del Volga, emocionando a los presentes, que coronaron cada tema con un aplauso.


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