Es de noche. Las estrellas
semejan gotas de rocío fecundadas por el brillo de la luna. Cantan las
chicharras. Duermen los pájaros entre los árboles. Descansa la noche sobre las
viviendas del pueblo.
Es una localidad pequeña en la
vasta pampa. Una promesa de amor eterno en la tierra virgen. Una esperanza de
civilización y progreso.
Es el sueño de unos inmigrantes
que llegaron con sus baúles gigantes desde más allá del océano. De unas pocas
familias que hablan distinto y se comportan raro. Que cantan y bailan al compás
del acordeón. Que asisten a la iglesia todos los días. Que no hacen otra cosa
que rezar y trabajar. Que transformaron la llanura en un mar de trigales. Y
poblaron el silencio del desierto argentino de hijos.