Rescata

WhatsApp: 011-2297 7044. Correo electrónico historiadorjuliomelchior@gmail.com

viernes, 2 de septiembre de 2011

Los abuelos cuentan su historia

Yo me casé con lo puesto. Después de la ceremonia religiosa comimos un asado en casa de mis padres. Mi tío tocó el acordeón, bailamos un poco, y enseguida nos fuimos al campo a trabajar. Los viajes de boda no existían, tampoco teníamos dinero. Así es que pasé mi primera noche con mi marido en la chacra en la que fuimos a trabajar de matrimonio. Mi marido como mensual y yo como cocinera. Tenía que cocinar para diez peones. Con apenas diecisiete años ya tenía tanta responsabilidad. Y de un día para el otro. Me acuerdo que tenía mucho miedo que se me quemara la comida o me saliera mal. Pero, por suerte y gracias a Dios, todo salió bien.
Empezamos muy de abajo, sin nada. La cama nos la regaló un tío de mi marido. El colchón mi papá. Y así. Fuimos reuniendo cosas prestadas hasta que, de a poco, pudimos empezar a comprar nuestros propios muebles. Vivíamos en casa de mis padres. En una habitación que era cocina y pieza. El baño quedaba como a veinte metros de la casa, casi al fondo del patio.
Pero en esa vivienda solamente pasábamos tres días al mes, porque veníamos de visita del campo a la colonia, una vez cada treinta días, más o menos: llegábamos los sábados a la mañana y nos íbamos los lunes a la mañana. Ahí vivimos durante veinte años hasta que por fin pudimos ahorrar unos pesos y comprarnos nuestra propia casa. Para ese entonces ya teníamos ocho hijos, el mayor de diecinueve trabajaba a la par de mi marido.
Nuestra vida fue dura, muy dura. Pero no me quejo. A pesar de todo, fuimos felices. No nos sobró nada. Pero tampoco nos faltó nada. No había lujos, sólo teníamos lo necesario para vivir y eso alcanzaba. ¿Para qué más?

2 comentarios:

  1. Los tiempos no han cambiado...la verdad no creo que cambien para nada, solo nosotros cambiamos...Cuando yo me case solo mi esposo y yo estábamos en la ceremonia..yo misma me hice mi vestido con una pieza de tela de oferta..luego mi papá para limar asperezas preparó una comida..
    No teníamos nada, empezamos de cero bajo cero ...hoy tengo 3 hijos..2 nietos y aunque el primer intento no funcionó, hoy en día tengo todo lo que necesito..soy feliz..eso es lo único que necesito..
    Besosss..me gustó este relato

    ResponderEliminar
  2. Julio César Melchior3 de septiembre de 2011, 21:09

    Muchas gracias, Mirella, por tu comentario. Es bueno saber cosas de tí. Me alegro que te haya gustado el relato que, obviamente, ocurrió realmente.
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar