Este era el lema: Dios,
Patria, Hogar. Una iglesia, una Nación y una familia. Tres pilares donde se
asentaban la idiosincrasia, la tradición, las costumbres y todo un modo de vida
de los inmigrantes alemanes del Volga. Esencia ancestral que quedó eternizada
en fotografías y en la memoria colectiva de las colonias que aún mantienen
vigente tan fundamental legado.