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viernes, 8 de julio de 2022

Chorizos embutidos, queso de cerdo cocinado y prensado, sabrosas morcillas blancas y negras, listas, para la 19° edición de la Fiesta de la Carneada

Ya se siente el aroma, el sabor y la alegría de una nueva edición de la Fiesta de la Carneada,
que tendrá desarrollo el sábado en el Club Germano de pueblo San José, en la Provincia de Buenos Aires, en su edición número 19.
En estos días, la amplia cocina del Germano ha estado con la actividad a pleno. Como este jueves por la tarde, por ejemplo. Mientras en una mesa embutían chorizos, en una batea, se seguía “dándole masa a la carne”, como se dice en la jerga de esta fiesta y de esta actividad.  
En otro lugar, manos laboriosas picaban cebolla de verdeo y perejil a raudales, para condimentar toda la factura de cerdo, estrella indiscutida de esta celebración que rescata costumbre de muchas familias que con las carneadas se aseguraban comida para pasear el invierno y más también.  
Con tanto alimento a disposición, se podía recibir visitas sin problema, aun cuando llegaran sobre el horario de la cena o el almuerzo, y para poder atender parientes por varios días, total, en las despensas abundaban los chorizos secos, las morcillas, y los jamones, para compartir con los seres queridos. 
La Nueva Radio Suárez visitó la cocina del Club Germano, para poder ver todo este maravilloso trabajo de elaboración, que el sábado, tendrá cerca de 700 bocas, degustando toda esta enorme producción. Por allí estaban muchas personas trabajando, hombres y mujeres; muchos conocidos,
otros no tanto, pero todos laborando con empeño, dedicación y entusiasmo, porque después de 2 años vuelve la Fiesta de la Carneada con fuerza y entusiasmo renovado. 
Dicen que el plato inicial tendrá alrededor de ½ kilo de facturas de cerdo, a saber: queso de chancho, morcilla blanca, morcilla negra, queso de leche de vaca, chorizo seco, salamín, leberbusch, la novedad que se incorpora en la edición número 19 de la Fiesta, que tendrá desarrollo este sábado. Y por supuesto, ensalada rusa –para acompañar-. Esto será el principio, porque después la cosa seguirá con chorizo hervido; un tercer plato con carne al horno con papas; y postre. A la madrugada -¿quedará hambre, todavía?-, se servirá, en sándwich, las patas flambeadas, con varias horas de cocción, lo que asegura que salgan bien tiernas. 
Hugo Schwab, Diego Dome, Gustavo Waigel, el padre de Gustavo, Marcelo Waigel, Daniel Verdecchia; por nombrar algunos de los que estuvieron trabajando mucho esta semana. Y por supuesto, Juan Hippener, vigilando de cerca que todo se realizara según lo previsto, eran algunas de las muchas personas que ayer por la tarde trabajaban con un entusiasmo increíble en el Germano, en los preparativos centrales de esta fiesta. 
Se cargaban entre ellos, había diferentes opiniones sobre el nivel de condimentos para las facturas que se iban elaborando, debatían si más o menos sal, como parte del folklore de esta fiesta. 
“Aprendí la mayoría de él y de mi abuela que en su momento era una intrépida dentro de lo que eran las carneadas, hasta los 80 años estuvo dando vueltas dentro de las bateas. Es, como seguir una tradición”, dijo Gustavo Waigel, refiriéndose a su padre. Agregó que “esto, le gusta a la gente”. Y a todos los de la comisión del Germano y de la Asociación Alemanes del Volga, les gusta mucho por supuesto. Ya saben que el chorizo que se secó y el salame, salió espectacular. 
Cómo saben que esto –el chorizo que se va a servir hervido y que se dispondrá para secar, también- va a estar bien condimentado?, le preguntamos a los entrevistados con ignorancia. La respuesta de Gustavo: “Ese es el secreto que tenemos guardado bajo 7 llaves con Juan. Tiene que ver la mano, el amasado, el porcentaje de carne de cerdo y carne vacuna; tiene que ver con el lugar donde se seca. Y el paladar”. 
Daniel Verdecchia, fue el encargado entre otras cosas, de condimentar el queso de cerdo. “Va a salir bien”, aseguró. Y sin grasa, porque se ocupa de desgrasarlo bien, después de la cocción. 
En bateas grandes, más de 200 kilos de carne de cerdo y vaca, picada, fueron amasados por varias horas, “dándole masa, para ligar, porque si no, la carne queda suelta. Tiene que quedar pegada entre sí, porque de lo contrario queda con aire al embutirlo”, explicaron. 
En tanto, en Juan Hippener, la emoción y la ansiedad eran evidentes. Emoción contenida por dos años sin poder realizar esta fiesta, por la pandemia. Sin poder probar mucho de esto que se está elaborando porque los médicos le han recomendado cuidarse por su salud coronaria.  Explicando, que la ansiedad que siente se va a calmar, recién cuando la gente esté probando el primer plato, que tiene todas las elaboraciones estrellas de esta fiesta y dé su aprobación. 
Después que se suceda el segundo y tercer plato, cuando todos estén satisfechos, ahí se va a producir un clásico: Juan Hippener el creador de esta fiesta, ingresando al salón colmado por 700 personas, con los brazos en alto, saludando a todos, con la satisfacción del deber cumplido, por el trabajo en equipo de muchas personas, y dejando bien arriba una de las más arraigadas tradiciones de los alemanes del Volga, las carneadas.


1 comentario:

  1. Lástima que recién me entero y ya es tarde para poder ir,espero que la próxima lo anuncien con tiempo

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