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miércoles, 10 de agosto de 2022

Julio César Melchior: sus libros, un mundo de sensaciones y emociones

Cuando lo presentamos como el escritor de pueblo Santa María, todo el mundo sabe que nos referimos a Julio César Melchior.

Ha trascendido las fronteras de su pueblo y del distrito, ampliamente. Sus escritos a través de la web, son recibidos en diferentes partes del mundo, y sus libros están en bibliotecas (y cocinas), de toda Argentina y el mundo. ¿Por qué en las cocinas?, porque entre sus libros, está el de Gastronomía de los alemanes del Volga que tiene recetas probadas, vueltas a hacer, probadas otra vez y aprobadas por manos expertas de cocineras de la colonia y el propio autor en jornadas memorables que compartieron las entrevistadas y el escritor, tratando de transformar (y lográndolo con creces) aquellas medidas de “un poquito, un puñadito”, etc, en gramos, para que sea un verdadero libro de recetas. Tanto interés sigue despertando ese libro, que a muchos años de su publicación no para de reeditarse, y acaba de ser publicado en inglés, por lo que ya está en países como Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia, donde le han solicitado ejemplares.
En el próximo mes de enero, en el 2023, se van a cumplir 30 años de haber publicado la primera nota en un medio de Coronel Suárez, que hoy ya no existe, en la Revista Regional.Publicó primero tres libros en coautoría, y 4 antologías, por sucesivos premios que ganó en concursos de poesía y narrativa, cuenta en una entrevista.
El primero que publicó escrito totalmente por él fue un libro de poesía: En tus ojos un misterio. ¿Le gusta más la poesía o escribir historias sobre los alemanes del Volga?, le pregunto, mientras que entre quien entrevista y el entrevistado media una extraordinaria cantidad de libros, que son los que ha publicado y que ha expuesto, ordenadamente en su escritorio. “Todos”, responde y agrega: “En general me gustan todos”. 
Cuenta que la primera nota la publicó en enero de 1993. Ese primer año hizo actualidad de pueblo Santa María. Ahí iba intercalando historias cotidianas. Y al año siguiente, surgió la oportunidad de escribir sobre los alemanes del Volga. Cuando empezó a hacerlo, muchos le dijeron que no iba a tener suficiente material, que quizás lo iba a tener para 1 o 2 años…”Pasaron 30 años, y sigue habiendo material”, dice Julio, con la convicción de siempre.
Hace 30 años, debía haber apenas 2 ó 3 libros publicados en el país, sobre los alemanes del Volga. Había muy poca información,  me dice. Es que sucedían varias cosas: por un lado el paso del tiempo, la modernidad, el crecimiento y el desarrollo de las colonias y el país hacía que muchas costumbres se perdieran porque se consideraban fuera de moda, de época. Julio, vio que había que hacer dos cosas: “rescatarlas y a su vez, revalorizarlas. Esa fue la meta en aquel momento”, nos dice, y agrega que “desde el momento que empecé, me propuse hacerlo con la verdad, así doliera.  Otra de las metas que se propuso, fue darle un enfoque netamente literario. Por eso, dice, “mucho de lo que recogí, lo convertí en cuentos, tengo un libro de ensayos, de gastronomía, de poesía”.
Al principio pensó que siempre iba a hacer poesía, pero su objetivo de rescatar y revalorizar costumbres, tradiciones, historias de vida, lo fue llevando por el camino de la narrativa también.
Ha recorrido un largo camino Julio C. Melcior. Se acordó que en el año ´93, ´94, cuando integraba varias instituciones de su comunidad, fue con el presidente de una de ellas, a hacer una entrevista a LU 36. En ese momento, yo lo quise sumar al reportaje. Tímido, me dijo que no. El se acuerda risueño que en ese momento le dije: “Ya te voy a agarrar un día”. “Tuvieron que pasar varios años para que yo aceptara hablar”, me dice. También se acordó que un gran empuje le implicó el espacio de Graciela Recosky y Gladys Graff, en 2004, en La Nueva Radio Suárez. Esos espacios Hilando Recuerdos, con muchísimo éxito, fueron la inspiración para la publicación del periódico del mismo nombre.
¿Como hizo el libro La vida privada? Creando empatía iban relatándoles los hechos. A veces las entrevistas duraban 3 o 4 horas a raíz de haber usado ese corset para esconderse. “Lograba, que se rompiera el dique”, me dice, “surgían historias increíbles que tenían guardadas y a veces eran tabú, que ellas creían por la gran influencia de la iglesia que era pecado, que Dios las iba a castigar. A medida que se iban abriendo, se daban cuenta que significaba un gran alivio para ellas contar esas historias”.
“La ropa sucia se lava en casa” es uno de los capítulos de su libro La vida íntima de la mujer alemana del Volga. “Nada debía salir de ahí, porque si traslucía algo hacia la sociedad, la misma familia condenaba y expulsaba a la mujer, la sociedad terminaba por aislarla, según que norma moral había violado y la iglesia terminaba expulsándolas también de la grey, porque en la mayoría de los casos no les permitía confesarse.
Entonces, esa mujer terminaba completamente sola, segregada también por la familia. Como las comunidades eran autosuficientes, vivían muy aisladas lo que les quedaba por hacer, es aislarse o irse, que es lo que hacían muchas mujeres.  Este libro… La vida privada, publicado en el año 2009, “es criticado por mujeres de 40, 50 años. Las que tienen hoy, 70, 80, 90 años, jamás lo criticaron, sintieron que ahí se contó su verdad”, me cuenta
Este libro, publicado por primera vez en el año 2009, y con varias reediciones, es el que le abrió la puerta al mundo académico nacional. Aunque suene curioso, dice Julio, “quienes descubrieron mi trabajo en torno a todo lo que es universitario, fueron los chicos que empezaron a hacer sus tesis”. Cuenta que comenzó en la UNS, en la UBA, y en varias universidades privadas de Capital Federal. Ahí empezaron a notar sus producciones. Al principio como insumo para preparar sus tesis, luego como material de estudio, en facultades, donde se estudiaba Psicología por ejemplo.
Los primeros ejemplares, se vendieron muy rápido; hubo que hacer una reedición. Luego se produjo como una meseta en el interés por este libro. “En los últimos 5, 6 años, resurgió con mucha fuerza. Para entonces, en la 3era edición, el libro incluye más material nuevo sobre la temática. Es que “las abuelas, a medida que habían ido leyendo el libro, otras abuelas se contactaron conmigo porque tenían cosas que contar, historias terribles, sus propias vivencias”, nos cuenta Julio César Melchior.
El libro La gastronomía de los Alemanes del Volga, en castellano y en inglés; En tus ojos un misterio, La infancia de los alemanes; Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga; Historias para leer con el corazón; Historias para el olvido, Letanías, Aprender a vivir, Reflexiones para el alma, la Historia de los alemanes del Volga… son todos sus libros.¡¿Cuál es el mas querido por el autor? ¿O lo son todos, cada uno, uno hijo?
“Cada uno es un hijo, cada uno representó una dificultad diferente, en su momento…. Historias para leer con el corazón, que nació en el 2005, cuando sobrevino un gran cambio personal, una gran transformación. Le costaba hablar por los medios, dar reportajes, pero ese libro fue vehículopara darle confianza, afianzarlo, logrando seguridades a partir de su presentación en el Concejo Deliberante. “Me acuerdo de ustedes conversando en la radio, diciendo que era otra persona; era verdad. Algo me había hecho cambiar”, dice Julio. “Ese libro, significó un antes y un después en mi vida.
Con 56 años, rememora que el momento más difícil fue la integración con la secundaria,“muchos de esos dolores fueron generados por una incomprensión personal y del mundo externo.  Por lo que pasaba por dentro. Hubo como una autodiscriminación, eso no me permitió la integración que yo hubiera deseado. Que acepte mis sueños y crea en ellos un poco más, eso, me llevó a un camino muy largo y mucho trabajo”
Cuando uno le pregunta a Julio como está, dice, sin duda alguna, “Estoy feliz”, y así se lo ve, pleno, satisfecho, completo. Y lo aclara, por si hace falta, “Estoy muy bien y feliz, por un montón de circunstancias. En lo personal, es uno de los momentos más dichosos de mi vida y en lo literario, por todo lo que ha sucedido en los últimos tiempos, donde han sucedido hechos muy auspiciosos. Creo, que es la cosecha de las cosas que he ido sembrando a lo largo de estos años”, dice en una sabia y acertada reflexión.

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