Memorias de cuando en las aldeas y colonias solamente se hablaba en dialecto, en la escuela, en la calle, en el almacén y en el hogar. También en la iglesia. Siempre en dialecto. Todo en dialecto. La época en que se jugaba a la payana, a los Koser, se saltaba la soga, se jugaba a las bolitas, se tomaba la Primera Comunión y la Confirmación, nos visitaba el Pelznickel y el Christkindie, nos bañábamos los sábados y muchas otras costumbres cotidianas que sobreviven en mi libro "La infancia de los alemanes del Volga", que se envía a todo el país por correo.
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