Fuente: www.alemanesdelvolga.com

El 28 de agosto de 1941 Stalin borra de un
simple plumazo la existencia de una República Soviética con más de un millón de
habitantes, según el censo de 1929. Era el grupo más numeroso de una nación
condenada al ostracismo. El dictador había tomado estas medidas injustificadas
porque creía que estos alemanes étnicos habrían colaborado con la Wehrmacht
hitlerista o podrían colaborar con ella. (Cabe consignar que entre la República
de los Alemanes del Volga y el frente de guerra al comienzo del conflicto había
cerca de 3.000 km de distancia y que la policía secreta del estado era muy
eficiente en descubrir conjuras aun donde no las había).
Durante 17 años los alemanes étnicos habían sido
escamoteados: nadie habló de su existencia, nadie sabía nada de ellos. Estaban
en sus campamentos de trabajo o vagaban solos por las heladas estepas del Asia
central. Fue el canciller alemán, Konrad Adenauer, quien durante su visita a
Moscú en 1955 recordó al premier soviético Nikita Khrushchev de la existencia
de millones de prisioneros de guerra alemanes y del problema de los alemanes
étnicos.
En su acusador discurso de 1956, el premier
Khrushchev nombra a los calmucos, los chechenos-ingushes, los balkares, los
kabardinianos y los karajai. Todos fueron rehabilitados y sus territorios
reconstituidos por un decreto especial en 1957.
Inexplicablemente Khrushchev omitió denunciar a
los alemanes del Volga, a los tártaros de Crimea y a otros como víctimas de las
medidos de deportación. Las repúblicas de los Alemanes del Valga y de los
Tártaros de Crimea permanecen abolidas, tan abolidas como si nunca hubiesen
existido. Se cambiaron los nombres de las aldeas y se cambió su población. Solo
unos pocos alemanes étnicos viven hoy en día allí donde hasta el 1941 bullía la
vida alemana. Los primitivos habitantes han sido reemplazados por miembros de
las nacionalidades que hoy viven en Rusia. Las casas y las iglesias descuidadas
o destruidas dan cuenta del cataclismo social resultante de la Gran Guerra.
Khrushchev expresó su indignación por la
expulsión de sus hogares de los grupos nacionales enumerados diciendo
"ningún hombre con sentido común puede comprender como es posible hacer
responsable a toda una nación por actos inamistosos, incluyendo a niños, mujeres,
ancianos, comunistas y Komsomoles, usar represión masiva contra ellos y
exponerlos a la miseria y al sufrimiento por los actos hostiles de personas
individuales o de grupos de personas".
En lo que respecta a los alemanes del Volga la
expresión acerca de "actos hostiles de personas individuales o de grupos
de personas", contiene un elemento difamatorio. Si en realidad algún
"grupo" o "individuo" hubiere cometido en tiempos de guerra
algún crimen contra el estado, justificando el terrible decreto de deportación,
habría recibido una publicidad considerable en la prensa soviética. Sin embargo
no existe ningún documento que se refiera a un acto de traición o de sabotaje
que haya tenido lugar.
La
deportación
Los deportados fueron transportados lentamente en
vagones para el ganado hacia Siberia, Asia Central y el alto Norte, posando el
Círculo Polar Ártico. Lo alimentación era escasa, ya que debían alimentarse de
lo que habían recogido en sus granjas. Los que morían se enterraban a la vera
de las vías del tren, cuando el tren se paraba, o eran arrojados fuera de los
vagones cuando el tren seguía su marcha por días sin detenerse.
El fin del viaje era un descampado nevado. Allí
los desplazados debieron construir sus chozas con los materiales que se
encontraban en el lugar y ponerse a trabajar. Bajo vigilancia militar, como
asesinos, con alimentación escasa, debían trabajar desde antes del amanecer
hasta después de ponerse el sol. Habían sido desplazados de sus hogares y
debían trabajar como esclavos hasta morir, sin derecho a réplica ni a queja.
Varios centenares de miles de víctimas inocentes,
que no sabían de culpas contra el estado soviético, murieron de una muerte
indigna. Las odiadas banderas svásticas hitleristas, encontradas en sus hogares
abandonados, no sirven como prueba de un sentimiento de nazismo: esas banderas
habían sido repartidas por funcionarios rusos cuando preparaban la visita del
tirano nazi al tirano comunista, visita de dos genocidas que no se realizó. En
su mayoría los desplazados eran niños, mujeres y ancianos. Los hombres entre
los 16 y 40 años estaban en el ejército de trabajo, el ejército Trud, separados
de sus familias por centenas o miles de kilómetros y sometidos a trabajos
igualmente forzados. Los guardias soviéticos no se hacían problemas por la gran
mortandad entre los trabajadores esclavos: los reemplazaban simplemente por
otros nuevos. En un genocidio lo que importa es terminar lo antes posible con
la vida de las víctimas. Muchas ciudades construidas en esa época se levantaron
sobre los despojos de los alemanes étnicos.
En la
actualidad
Ahora, tantos años de
aquellas medidas injustificadas, los alemanes étnicos en Rusia solicitan mayor
autonomía cultural, el derecho a escuelas con idioma alemán y su reconocimiento
como minoría étnica. "Muchos creen que en Rusia existe una ley que
rehabilita a los alemanes, pero esto no es así", dice Vladimir Bauer.
Después del colapso de la Unión Soviética, cerca de dos millones de alemanes
étnicos han emigrado a Alemania y más de un millón reside aún en la Federación
Rusa. A tantos años del comienzo del genocidio organizado por Stalin los
descendientes de aquellos alemanes étnicos en la ex Unión Soviética sufren las
consecuencias. Justo es que nosotros recordemos los sufrimientos de nuestros
hermanos de sangre implorando a Dios que conceda la paz a todos sus hijos, para
que no se repitan crímenes tan atroces en el ancho y vasto mundo. En Isaías 2.4
leemos: El (Señor) juzgará entre las naciones y será árbitro de muchos pueblos.
Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No levantará espada
nación contra nación y nunca más se adiestrarán para la guerra."
Tremenda historia ..q ya conocia.. pero me destruye el alma cada vez q la leo... inentendible el goce de algunos con la desgracia y dolor de otros.... inentendible...
ResponderEliminarMe sucede lo mismo ,no puedo asimilarlo y nunca podre...habran sufrido horrores.. ..muy,muy triste..
ResponderEliminarmi abuelo logró salir pero sus padres y hermanos no,alli quedaron ! y después de un tiempo se perdió contacto
ResponderEliminarEl pastor y Teólogo René Kruger ha viajado a ver el estado de las aldeas que pertenecieron a los alemanes del Volga. Y hace conferencias muy interesantes en Bs. As. y en Entre Rios. Con mucha información, fotografías, etc.
ResponderEliminarSaludos y gracias por mantener vivo nuestra historia!!!
Quisiera saber si me pueden responder ,mis abuelos eran alemanes del Volga, vivian en Coronel Suarez y en la colonia 2 ,yo de chiquita iva todos los veranos a la casa que estaba en la colonia.,ahora tengo 66anos .Mi viejo ya fallecio él nacio en 1913 y quisiera saber en epoca vinieron mis abuelos ,el se llamaba Jacobo KAISER y mi abuela MAGDA;LENA no estoy mkuy seguro del apellido swap .tengo muchos parientes en la colonia pero la distancia nos obliga a no poder comunicarnos mucho recien lpor este medio lo haremos mas facil.
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