Por Julio César Melchior
Reza por sus
difuntos.
Para el descanso
eterno de sus almas.
Para el perdón
de sus pecados.
Para la
redención de los hombres.
Para la paz en
el mundo.
Para mitigar el
hambre de los pobres.
Vestida de
negro.
La cabeza inclinada.
Sentada junto a
la cocina a leña.
Viuda y huérfana
de hijos,
la anciana reza
por todos.
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