Por Horacio Walter

La
presencia de autoridades municipales y el acompañamiento de RAT y el público
presente marcó esta primera sorpresa en cuanto valoró la calidad artística de
esta joven pintura volguense.
El salón
Blanco de la Municipalidad nos recibió primero con su central grupo escultórico
de mármol y luego con sus largas escaleras para llevarnos un espacio donde los
objetivos de la organización iban a lograr su cometido: Un salón, al mejor
estilo de los salones europeos, brindó el ambiente adecuado para la palabra y
la reflexión.
Así se
sucedieron las distintas exposiciones del Prof. Horacio Agustín Walter (La
Inmigración de los Alemanes del Volga) y el Dr. René Krüger (¿qué pasó con los
alemanes del Volga y sus aldeas en Rusia?) que fueron seguidas con respetuosa
atención por un auditorio que colmó ó la capacidad del mismo.
Rostros
de serena emoción, ojos asombrados por el conocimiento de lo que fueron los
procesos históricos que se vivieron, caras asintiendo a los expositores como
recordando historias propias o parecidas, con orígenes de distintas comunidades
como las que representaron la asistencia de la tarde.
La jornada del sábado arrancó nuevamente con una charla del
Prof. Walter (La Comunidad Volguense: su identidad y sus costumbres), seguida
por la presentación de un hermoso libro “Del Río Senguer a Tandil”. En esta
parte de la tarde la representación dramatizada y con momentos musicales, de
los textos del libro creó el clima necesario para la emoción, el silencio y algunas
furtivas lágrimas que se escaparon entre los presentes. La madre y el padre
acompañados de su hijo lograron una exquisita representación de lo que
significa una historia familiar de sacrificio y de trabajo, hermoso legado del
que la familia se siente orgullosa.
La tarde cultural
quedó cerrada por la conferencia del Dr. Krüger sobre la Evolución del dialecto
alemán del Volga en Rusia y en Argentina. Las cuatro conferencias marcaron los
momentos más importantes de la historia de la migración volguense con todas sus
características de violencia, esfuerzo, trabajo y esperanza, movidos por una inquebrantable fe en creer que vivir mejor siempre fue
posible. El análisis de la migración, su instalación en ambos lugares (Rusia y
Argentina) y el desarrollo de las comunidades en las mismas con el correlato de
migraciones internas; la temática de la historia de debieron vivir los que se
quedaron en Rusia y aspectos de la vida y costumbres que hacen a la identidad
de la comunidad alemana del Volga resultaron el marco necesario para la
reflexión, para el diálogo, para los interrogantes y para los descubrimientos
de la propia identidad en el caso de muchos de los descendientes volguenses que
participaron del Encuentro.
El mismo se cierra
con una magnífica cena donde las más de doscientas cincuenta personas
degustaron las exquisiteces alemanas con un primer plato de salchichas, puré y
chucrut preparadas al mejor estilo germano.
Luego la bondiola a
la miel acompañada del clásico Füllsen volguense sorprendieron a los comensales.
La cerveza, la
música, la danza a cargo del conjunto “Alle Jüng” y el acordeón de Ricardo
Horbath matizaron la alegría y los cantos de todos, conjuntamente con la
emoción por los regalos sorteados y la acreditación de los diplomas a todos los
invitados a participar de este primer encuentro.
La sorpresa mayor la llevó el propio grupo de Raíces Alemanas
de Tandil que fueron sobrepasados por los propios acontecimientos que ellos
mismos crearon. Una respuesta total de la comunidad tandilense, así como la
participación de gente que vino de La Plata, Olavarría, Chillar, Necochea, Mar
del Plata, Buenos Aires, Coronel Suárez, Colonia Hinojo y muchos otros lugares.
El acompañamiento de las autoridades municipales a través de su Intendente el
Sr. Miguel Lungui y del Secretario de Cultura Sr. Ernesto Ricardo Palacios,
quienes se hicieron presentes en los actos de inauguración y clausura del
Encuentro.
La complacencia por haber logrado los resultados esperados se
transformó en la convocatoria a un nuevo encuentro a celebrarse en Tandil en
una nueva fecha. La idea de que un “largo camino se inicia con pequeños pasos”
quedó cumplida y a la espera de una nueva posibilidad de encuentro donde la
cultura, la gastronomía, la emoción, los libros y las pinturas, las historias
familiares con el encuentro de personas que hablaban nuevamente sus propios
idiomas y dialectos cerraron un hermoso broche estas dos jornadas de trabajo,
alegría y emoción. Cuando consideramos que era hora de irnos, la media luna en
el cielo lucía brillante de alegría y orgullo. Se entregaba por completo y
agradecida a los amigos de Raíces Alemanas de Tandil y su gente que habían
logrado lo que se habían propuesto.
El clima, con un sol radiante y un cielo
azul acompañaron la riqueza de estas jornadas.
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