
Transcurriendo la historia de la
humanidad, el hombre se volvió un ser sedentario. Comenzaron los asentamientos
en grupo, luego en colonias, pueblos, ciudades… y paulatinamente el hombre fue
perfeccionando sus maneras de producir alimentos.
Así pasamos por diferentes etapas hasta
llegar a la Edad Media, dónde toman cohesión definitiva muchas de las
costumbres y tradiciones que hoy conforman el legado cultural que nos dejaron
nuestros queridos abuelos, que llegaron de allá lejos, allende el mar.
Es en la Edad Media donde las familias
comienzan a aglutinarse alrededor del rito de la matanza de animales para la
producción de alimentos que sean susceptibles de conservar durante el largo y
frío invierno en Alemania, donde la producción agrícola, por aquellos años, se
volvía casi nula. Una experiencia que luego también se repitió en las aldeas
fundadas a orillas del río Volga, en Rusia. Donde la soledad de la estepa, la
lejanía de la madre patria, un sentido amplio de familia y de comunidad, hizo
que este modo de producción de alimentos se transformara en una tradición
altamente afectiva y ligada a la cultura e identidad de los alemanes del Volga.
Que luego trajeron consigo a la República Argentina.
La carneada es una
fiesta, la fiesta de la familia grande, en la que se reúnen para trabajar
abuelos, padres, hijos, nietos, hermanos, tíos, vecinos… todos aportando no
solamente mano de obra sino alegría. Una alegría que se acompaña con música y
el sonido de un acordeón. Y que se prolonga por varios días.
En los años 50/60, en el campo de mis padres, al comienzo de las heladas comenzaban las carneadas compartidas entre 4 vecinos que se reunían a compartir el trabajo y la alegría con asado y bailes por la noche en familias. También participaban algunos parientes y amigos de la ciudad que traian el musiquero.
ResponderEliminarEn mi familia ,mi esposo muchas veces hizo carnadas con los Postres y otros de Chivilcoy. Le gustaba mucho compartir esa tradición.
ResponderEliminarEn mi familia ,mi esposo muchas veces hizo carnadas con los Prates y otros de Chivilcoy. Le gustaba mucho compartir esa tradición.Ahora mi sobrino Juan Prates sigue la tradición en Cafayate.
ResponderEliminarhermosa recopilación histórica, felicitaciones...
ResponderEliminarCuando yo era chica, hacíamos carnadas en la casa de mis padres. No solo se unían trabajo con alegría. Música y todo lo lindo compartido por la inmensa familia era inolvidable!
ResponderEliminarQue lindo , asta mi adolencia se hacía así, con los vecinos y sus familias todos compartíamos esta transición y saborear lo casero al 100%...y a esperar después hacentarse el lomito y la panceta .. lo mejor ,con el quesito casero de mi mamá y un rico cafe con leche ..🤩😍 que nostalgia da recordar ..gracias por compartir y traer bellos recuerdos
ResponderEliminarEn la estancia lolen, con Carlitos Roth, Cristina schamberguer, Susana cabello, mí madre Ases Brunswig, mí padre Bernardo schroeder, y nosotros dos , Rolfi. diana revoloteando x ahí; también estaba Berta...y otros que no recuerdo..carneada sería y divertida..linda tradición...
ResponderEliminarEn Oro Verde, casa de don Juan Schap, todos los años en invierno y con luna menguante, se carneaba una. Vaca y un cerdo y se hacían facturas ,(chorizos.morcillas y otros ,grasa etc, ) se aprovechaba todo y se trabajaba tres días,y se juntaban los vecinos, a mi me tocaba , la grasa de cerdo,se regalaba a los ayudantes y lo demás para consumo familiar , lindas épocas
ResponderEliminarÍbamos a la carneada de la familia Arlettaz-Garcia...en el Molino Barreiro...una fiesta!!! Linda tradición familiar!!!
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