Sí, eran pueblos diferentes. Pueblos en los
que la familia se reunía en torno a la mesa después de la cena a compartir relatos
de trabajos que habían realizado durante la jornada, para después rezar en
comunión y unidad; o cantar canciones tradicionales al ritmo de la
verdulera; saborear Kreppel; en fin,
vivir la vida con sencillez y profundidad, disfrutando de cada momento. Sin
tanto lujo, tanto consumismo, sin pretender tener más que el vecino, sin tantos
utensilios innecesarios que sólo llenan el hogar de artefactos eléctricos y
lujo material pero lo vacían de lo esencial: la solidaridad.
Historia, costumbres y tradiciones de los alemanes del Volga. Investiga y escribe: Julio César Melchior
Rescata
Para más información pueden comunicarse al WhatsApp: 2926 461373 o al Correo electrónico historiadorjuliomelchior@gmail.com
lunes, 22 de julio de 2013
Eran otras épocas. Épocas más felices.
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Quiero una vida asiiii!!! Simple! Feliz! Pero llena de amor. Amor del verdadero. Amor entre personas y no al dinero. Amor que esta en compartir lo poco pero desde el corazon. Disfrutando lo simple pero mas valioso: la naturaleza, la salud, los sentidos. Yo SI CREO que una vida asi es posible y quiero ir a por ella!!!!
ResponderEliminarSi seguramente que lo lograrás! Vas a ser muy feliz!!!
ResponderEliminarClaro que si, solo hay que proponercelo ser feliz!!!
ResponderEliminarLa felicidad esta en nosotros mismos!
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