
Una promesa sumamente
tentadora, si tenemos presente que durante el siglo XVII tuvo lugar la guerra
de los Treinta Años (1618 a 1648), y en el siglo XVIII, la guerra de los Siete
Años (1755 a 1763), que devastó no solamente a Alemania, por aquel entonces el
Sacro Imperio Romano Germánico, sino también a todo el centro de Europa y sus
alrededores.
La pobreza era
profunda, las hambrunas se repetían de manera regular, y las muertes trágicas
eran una cosa corriente, a causa de las sucesivas guerras e invasiones de los
ejércitos que no sólo mataban a su paso sino que nacían imposible que los
labradores llevaran una vida normal. Sin siembras no había cosechas. Y sin
cosechas no había alimentos. Asimismo, las constantes guerras consumían a la
mayoría de los hombres en los campos de batallas.
Por lo que, para la
mayoría, era casi imposible no aceptar la generosa oferta que les ofrecía la
zarina Catalina II La Grande en su Manifiesto.
(Investigación
histórica y redacción: Julio César Melchior, autor del libro "Historia de
los alemanes del Volga").
La fotografía que acompaña el texto es de una aldea
alemana fundada en uno de los márgenes del río Volga.
Fiel calco de mis padres.
ResponderEliminarmis bisabuelos Stremel y Mayer vinieron desď aĺli.
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