Rescata

WhatsApp: 011-2297 7044. Correo electrónico historiadorjuliomelchior@gmail.com

martes, 16 de junio de 2020

Los inmigrantes alemanes del Volga

Bajaron del barco. Viajaron en tren. Llegaron a sus colonias. Levantaron sus casas de adobe. Sencillas y humildes. Ladrillo sobre ladrillo. Esfuerzo sobre esfuerzo. Araron la tierra. La sembraron. Cosecharon. Y la volvieron a arar, sembrar y cosechar. Hicieron todo eso y mucho más. Lo hicieron sin conocer una sola palabra de español. Hablaban, cantaban y rezaban en alemán. Y la nueva patria y Dios los entendieron y comprendieron. La Argentina los cobijó dándoles la oportunidad de un destino de prosperidad y Dios los protegió llenándoles las almas de gracia y las manos de abundancia.
Con el transcurso de los meses nacieron los hijos. Con los hijos surgió un hogar. Con el hogar una comunidad. Con la comunidad una colonia. Y con la colonia una iglesia, una escuela, herrerías, carpinterías, almacenes de ramos generales. Y con ella la esperanza y con la esperanza el amor y la felicidad.
(Para leer más historias de nuestros ancestros, consultar mi libro "Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga". Para más información, escribir al correo electrónico juliomelchior@hotmail.com).

No hay comentarios:

Publicar un comentario