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lunes, 8 de abril de 2024

Ir a la escuela en sulky

 El sulky es un pequeño carruaje, por lo general para dos pasajeros, que se utilizaba como una forma de transporte rural, ponderado por su sencilla construcción, escaso peso, de dos ruedas grandes, y tirado por un sólo caballo.
"Versátil, fuerte, liviano, de costo accesible y relativamente cómodo, sirvió tanto para afrontar un largo viaje como para llevar cada día los chicos a la escuela. Su único motor era un caballo, por lo general un animal de silla, que por su mansedumbre había sido iniciado en el arte del buen tiraje con el mismo sulky. -cuenta Alberto Martín Labiano.
Muchos niños alemanes del Volga asistieron a la escuela transportados por un sulky, mientras sus padres trabajaban de puesteros o peones en un establecimiento rural solitario, ubicado en algún lugar perdido en la inmensa pampa argentina. Viajaban con las piernas protegidas con una gruesa manta a causa de las heladas, durante los crudos inviernos, y las cabezas cubiertas con una lona, fabricada con arpillera o algún otro material sobrante de la chacra, para guarecerse de la lluvia, durante los trayectos que solían representar varias leguas, entre la ida y el regreso.
Motivo por el cual muchos de aquellos niños, sobre todo las niñas, no cursaron más allá de segundo o tercer grado. Como mi abuela y sus hermanos, que recuerdan que su madre dejó de enviarlos a clase porque sentía mucha pena verlos regresar de la escuela ateridos de frío, las manos y las orejas coloradas, casi violáceas.
Son historias cotidianas que pueden leerse en mis libros "Lo que el tiempo se llevó de los alemanes del Volga" y "La infancia de los alemanes del Volga".
Asimismo el sulky era utilizado para otros menesteres, sostiene Alfonso Millenpeier.
Rememora que "se usaba para realizar las compras en los pueblos o en la estación de trenes, en las grandes cooperativas y los almacenes de ramos generales, también para ir de visita los domingos, cuando las familias que trabajaban cerca, los esperaban con una fuente llena de girasoles recién tostados en la cocina a leña, mate y Dünnekuchen".
Seguramente muchos de mis lectores atesoran sus propias vivencias, imágenes y recuerdos ligados a este noble transporte.

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